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Lanaja, Cantalobos, Poleñino, Sodeto, La Gabarda, Embalse de Torrollón, Marcén, Lanaja.
El 2 de Diciembre de 2006 llego a Lanaja. Villa de la provincia de Huesca El municipio está formado por los núcleos de Lanaja, Cantalobos y Orillena. Gentilicio, Najinos. Situada al norte de la Depresión del Ebro, junto al barranco de los Paúles, afluente del Flumen, a 369 metros. de altitud. Población: en 1998, 1.605 habitantes.; en 1978, 2.053; en 1950, eran 1.969 vecinos.; en 1900, 1.827 habitantes. Comprende la entidad de población de Orillena. Lanaja da nombre propio a la sierra de Alcubierre, con el casco urbano extendiéndose en la llanura, al pie del monte donde se encuentra el Saso, con su antiguo pozo de hielo. Olivos y viñedos llenan la panorámica circundante, hasta Monte Oscuro, donde medran más de un millón de pinos. El escudo de Lanaja se compone de cuatro cuarteles: los clásicos bastones o barras de la Corona de Aragón; un castillo, con su torreón almenado; el barranco de La Estiva, en la sierra de Alcubierre, y un toro. Una leyenda habla de un toro de oro enterrado en el monte. El casco urbano está muy cuidado. En la construcción de los edificios se ha utilizado la piedra y el adobe, indistintamente. En la iglesia parroquial, que consta de dos espléndidas naves, predomina el estilo gótico; está dedicada a la Asunción y su fábrica es de piedra de sillería. Aunque en algunas partes la piedra está muy deteriorada y necesitaría una rehabilitación urgentemente. Del retablo más valioso, debido al maestro de las Vírgenes, de Albalate del Arzobispo, sólo quedan dos tablas. Se conserva completo, sin embargo, el de Pedro Vallés, fechado en el siglo XV.Las fiestas mayores son en honor de San Mateo, el 21 de septiembre. Es entonces cuando se celebra el popular dance, que es de los clásicos de pastorada, con mayoral, rabadán y dieciséis danzantes en grupos de cuatro. A diferencia de los de Sariñena, Sena y Pallaruelo, el de Lanaja no tiene representación de moros y cristianos. La historia de Lanaja puede remontarse al período romano o inmediatamente posterior. No existen documentos fehacientes que nos aclaren el momento de su fundación ya que, si los había, han desaparecido. De la época visigoda, suponiendo que fuese así, sólo quedan unos muros en lo alto del Saso, que ahora están a ras del suelo, pero que por la construcción no corresponden a la forma característica de los árabes. Formarían los cimientos del castillo que debió estar construido en lo alto para la defensa del pueblo. Debajo de él y ya en la parte llana quedarían los cimientos de la Iglesia que debieron construir allí para el culto de los fieles. Con la conquista por parte de los árabes, parece ser que se realizaron cambios en el castillo, al que se debió comunicar con la iglesia en donde construyeron su mezquita. Además de estos restos, quedan también las obras realizadas en lo que hoy es la Cartuja de la Virgen de las Fuentes, donde debieron construir algún palacio, puesto que quedan todavía las galerías realizadas desde la Sierra para traer el agua existente en la capa freática, y con la que regarían los jardines. De todos es sabida la lucha constante de los árabes por poseer el agua necesaria que convirtiera en vergeles los sitios donde ellos vivían, dada su procedencia del desierto. Con la Reconquista, Lanaja pasó a dominio de los Reyes de Aragón y lo primero que hicieron fue derruir la mezquita y levantar la Iglesia, de estilo gótico, pero respetando el emplazamiento y la forma de la misma. Lanaja padeció la invasión francesa y las guerras carlistas, así como la guerra civil, en donde los nacionales entraron dos veces, una para rescatar a las familias de militares de Franco y después para conquistarla definitivamente. Tanto uno como otro bando dejaron muy malos recuerdos en el pueblo, unos porque destruyeron las obras de arte que había en la iglesia y la documentación existente y los otros porque fusilaron a bastante gente después de hacer pasar mucho miedo a todo el pueblo. Lanaja fue escenario de la muerte del célebre bandolero «El Cucaracha», acaecida el 28-II-1875, según datos contrastados por el grupo cultural Fablans de l’Aragonés en Lanaxa, que ha obtenido fotocopia de la partida de defunción del mencionado bandolero, de nombre Mariano Gavín Suñén, muerto junto con cuatro compañeros más de su banda, llamados Antonio Lampériz, José Berna, Melchor Colomer y José Solanilla, los cuales tenían su cuartel general en la sierra de Alcubierre. Parece ser que la iglesia parroquial en honor a la Asunción está construida sobre lo que fue la mezquita musulmana y ésta sobre la primitiva iglesia visigoda de la localidad. Consta de dos naves diferentes, la del norte, más antigua, que responde al estilo gótico cisterciense, probablemente de la segunda mitad del siglo XIII. Se divide en tres tramos con bóveda de cañón apuntada. El ábside tiene 7 lados con bóveda de crucería cóncava de 8 nervios que bajan hasta finas columnas de capitel liso, adosadas a los rincones. En el lado del Evangelio hay dos capillas con embocadura y bóvedas apuntadas. El tramo de los pies es más corto y acoge un coro alto que apoya sobre un arco rebajado y en el que parece ser había un órgano. Su pretil calado, gótico florido, está decorado con ménsulas de figuras labradas, algunas de ellas grotescas (ángeles, frailes, algún caballero y en medio, un perro). En el sotocoro, en el muro del fondo, está el acceso a una capilla neoclásica de planta cuadrada y cúpula sobre pechinas dedicada a la virgen del Rosario, que se encuentra en bastante mal estado, tanto en su estructura como en las pinturas muy ennegrecidas por el fuego de las quemas de la guerra civil. La nave sur es de estructura similar, aunque algo más larga, consta de cinco tramos, sobresaliendo en planta el de los pies donde está ubicado el coro, que estaba separado del resto por una reja de hierro forjado y elementos dorados, que ha desaparecido, y que es donde hoy se colocan normalmente los hombres, y cabecera poligonal de 5 lados con bóveda de crucería. Esta segunda nave se construyó mucho después, en el siglo XIV y muestra un estilo gótico más avanzado, sobre todo en la cabecera, donde los capiteles muestran una estilizada decoración floral. El espacio interior sorprende porque aúna dos construcciones góticas sucesivas, que conservan su abovedamiento apuntado y sus ábsides poligonales. Pero lo más destacado, es la solución técnica del enorme arco que las comunica. Es apuntado aunque algo achatado, porque abarca dos tramos de la nave y debe soportar el su clave en empuje del arco fajón de cada nave. Tiene un grosor considerable, pues pertenece al muro sur de la primitiva iglesia y está doblado por ambas caras con perfiles biselados. En la parte oeste de la nave más antigua se levanta la torre campanario, recrecida con un cuerpo de ladrillo, posiblemente del siglo XVIII. En el muro sur se conserva la portada gótica de cuatro arquivoltas abocinadas sobre columnillas, más un arco exterior sobre ménsulas labradas. Por su finura y complejidad parece de estilo avanzado, quizás del principio del siglo XV. En la torre, tanto en la cara sur como en la cara este, durante los años cuarenta del siglo XX se instaló el reloj. Saliendo de Lanaja a la izquierda visito una construcción recientemente restaurada, y que se encuentra escavada en el interior del monte. Me dirijo a Cantalobos, por una carretera local, pero a unos 300 metros de comenzar la carretera me encuentro a mi derecha con un Bunker y sus trincheras que dominan toda la carretera y las llanuras circundantes. Este sólido emplazamiento para ametralladoras o también para fusil ametrallador, conocido popularmente conocido como camión de piedra, se encuentra ubicado en la denominada partida Valdugato o Alforjetas y fue proyectado y construido por ingenieros y soldados republicanos, dado que la población, de Lanaja permaneció en territorio leal al Gobierno de la República hasta la casida del frente de Aragón en marzo de 1938. La imponente estructura de hormigón armado protegía como fortín y observatorio en un ángulo de 180º, un vasto territorio en dirección noroeste a donde se abren sus aspilleras y posibles lugares de penetración del ejercito sublevado, bien a través de la Sierra de Alcubierre, bien desde Almudevar, en poder de millares de insurgentes. El entorno del Bunker constituyó un conjunto defensivo hoy prácticamente inexistente, enmarcado en la denominada <<Línea Lenin>> de defensa comprendida entre las localidades de Marcén, Poleñino y Lanaja. Se ha reconstruido, no obstante, un tramo de trinchera o ramal de comunicación excavado para el servicio de proveedores, sirvientes y municionamiento de las máquinas, que permite mostrar, al tiempo , una imagen muy aproximada de la oportunidad estratégica de la posición. A menudo los nidos de ametralladora y los asentamientos en general se ocultaban de la observación enemiga tanto aérea como terrestre habilitándose en terrenos donde no se destacaran en exceso, por ejemplo laderas, como es el caso, cubriéndolas con tierra y ramaje para armonizarlos con el entorno, evitando contrastes de luz y sombra, así como tapando aspilleras para que sus negras bocas no fueran visibles a gran distancia. El estado de conservación de este bunker es bueno, a pesar de que en los años de penurias económicas del primer franquismo, se extrajo parte de la estructura metálica para la venta como chatarra dejando, sensibles huellas en su interior. A continuación me encuentro también a la derecha de la carretera con una balsa , con su pequeño entorno natural ,la carretera a Cantalobos es estrecha pero discurre por una gran llanura en dirección norte. Poco antes de llegar a Cantalobos aparecen los pinares plantados en la época de la colonización y que hoy son unos maravillosos pinares. Este pueblo de colonización fue fundado en 1964, tenía 190 habitantes en 1980; y 129 habitantes en 1991. El origen del nombre es <<lugar donde aullaban los lobos>> actualmente este poblado pertenece a Poleñino que está a 7 kilómetros de aquí. Antes de llegar me encuentro con un cruce que me hace sacar el mapa ya que hay dos indicadores, Montesusín a la izquierda y Orillena a la derecha, y nada que indique a Poleñino, el mapa me dice que siga de frente.
A la entrada de Poleñino a la izquierda hay un crucero pintado de blanco rematado por una cruz.
Poleñino lugar de la provincia de Huesca. Pertenece a la Comarca de los Monegros Situado en la depresión del Ebro, próximo al río Flumen (cuenca del Cinca) a 290 metros de altitud. Con una población en 1998, de 252 habitantes, en 1978, eran 338 habitantes, en 1950, 484 habitantes y en 1900, 481 habitantes. Comprende la entidad de población de Cantalobos. El casco urbano ocupa una suave loma. Destaca el edificio de la Iglesia Parroquial de la Asunción del Siglo XVI y de la que fue beneficiado un hermano de Miguel Servet. El conjunto arquitectónico data del siglo XVI y en el mismo destaca la torre, a mi personalmente me impresionó el trabajo de ladrillo de la torre, con dos cuerpos de arquería mudéjar-renacentista. También se conserva en buen estado la casa solariega del vizconde de Torres-Salanot ,hoy llamada Casa Launa y casa Romerales. Durante la Guerra de la Independencia, en Poleñino se reunieron los llamados jefes de los partidos. Al abandonar poleñino cruzo el Río Flumen. Según la tradición en Poleñino a orillas del río Flumen, murió el rey Alfonso I el Batallador. Llego al cruce de la A-1210 que indica que Lalueza esta a 5 kilómetros a la derecha y Grañén a 10 kilómetros a la izquierda , en frente del cruce a otro lado de la carretera ,está el apeadero de tren ,de Marcén –Poleñino, La estación de Ferrocarril de Marcén-Poleñino (FF.CC. Zaragoza-Barcelona) dista de la población de Marcén unos 7 Kilómetros y jugó un papel importante en la década de los años 60, cuando el cultivo de la remolacha estaba muy arraigado en la zona. En ella se podían ver trenes de grandes dimensiones cargados de este cultivo para su transporte a la zona azucarera de Monzón. En la actualidad ya no funciona como tal, sino como un apartadero o zona de espera para intercambio del tráfico ferroviario. Aquí debo tomar la derecha dirección a Lalueza ,para a escasos 20 metros girar de nuevo a la izquierda ,para tomar la carretera que cruzando las vías del tren se dirige a Alberuela de Tubo ,pero este no es mi objetivo , ya que es Sodeto y desde allí coger un desvío al Parque de la Gabarda.
Sodeto es un pueblo de colonización correspondiente al primer tramo de Monegros, que consta de 84 edificios, fundado en 1950 Adscrito al municipio de Alberuela de Tubo, pertenece a la Comarca de los Monegros, provincia de Huesca, actualmente es un barrio de Grañén situado a 332 metros de altitud. Contaba con 351 habitantes en 1980; 276 habitantes en 1991. Sodeto cuenta con un Centro de Interpretación de la Colonización Agraria en España, abre los fines de semana y festivos de 16 a 19 horas y el teléfono del centro es 974395001, 974 395496 o 685826442. Salgo de sodeto a la carretera que va a Alberuela de Tubo ,pero a escasos 500 metros a la izquierda cojo un desvío ,donde hay un indicador del Parque la Gabarda, la pista atraviesa el Canal de Flumen, y unos paisajes maravillosos propios del Lejano Oeste, estas formaciones geológicas se llaman torrollones. Desde una pequeña atalaya enfrente del Parque La Gabarda contemplo, el Canal de Flumen, la Aguja del abuelo, el Castillo de la Gabarda, donde quedan restos de una fortaleza musulmana, las laderas en graderio, el impresionante semiarco, el Barranco Furicacho, Monte Alto, El refugio y el complejo del parque, El Arco de Sodeto, el rincón del Olivar, la Iglesieta, Loma Grande ,El Palomar ,Tozal Royo, y Sodeto.
El paisaje que contemplo es el fruto de miles de años de evolución, hace unos 20-25 millones de años se depositaron aquí materiales arrastrados por las aguas desde el joven pirineo, que se estaba levantando. Los sedimentos de areniscas , arcillas y margas situados en capas alternantes comenzaron a ser atacados posteriormente, por los agentes climáticos. La distinta dureza de las rocas provocó que no fueran afectadas de igual forma por la acción del agua y el viento, dando como resultado un sinfín de espectaculares y caprichosas formas de relieve como laderas en graderio, anfiteatros, planas, semiarcos y torres llamadas aquí “Torrollones”.
La ausencia de agua es un factor limitante para la vegetación. Las plantas de áreas secas poseen varias características comunes a todas ellas que les permiten sobrevivir en ambientes áridos. Hojas pequeñas, tallos leñosos, porte reducido o un recubrimiento de pelos son sólo algunas de las estrategias que usan las plantas. El paisaje que tengo ante mis ojos es exclusivo de la Península Ibérica, por lo que encontramos aquí especies únicas o muy raras en Europa. El valle del Ebro posee un clima mediterráneo continentalizado. Las precipitaciones son escasas y tanto la vegetación como la fauna está adaptada a estos ambientes de escasez de agua que denominaremos estepas. En los alrededores de la Gabarda podemos ver tres medios perfectamente diferenciados, el secano, el regadío y los roquedos. En el secano encontramos áreas cultivadas con cereal y algunos olivares, junto a la vegetación natural esteparia. En el cercano paraje del Rincón del Olivar, por donde discurre el Sendero Botánico, se puede observar una rara planta anual que sólo crece en primavera: la “neo.torularia torulosa”. En la península Ibérica sólo se encuentra en tres lugares de Aragón y en Murcia. Esta planta puede alcanzar hasta 25 centímetros de altura y tiene cuatro pétalos blancos, en cruz.
Los campos de regadío se abastecen con las aguas derivadas del Conjunto Gállego-Cinca a través de un canal, que parte de la concesión de Riegos del Alto Aragón del año 1915. Este canal conecta con el cercano embalse de Torrollón, que regula sus aguas. Los roquedos de la Serreta son “islas” para la flora y fauna. Impracticables para el cultivo, las laderas y rocas conservan buena parte de su vegetación natural y ofrecen refugio a numerosas aves rupícolas. La fauna que se puede observar en esta zona es la típica de las estepas del Valle del Ebro. Estas poseen una población de invertebrados excepcional, con especies únicas en el mundo. Entre las aves que pueblan los alrededores de la Gabarda destacan el alcaraván, el sisón, la ortega o “Churra” y otras de menor tamaño como las cogujadas, calandrias y terreras. Además la presencia de roquedos enriquece la lista con animales que aprovechan huecos y repisas que la erosión ha producido en la roca. Aves como el avión roquero, la collalba negra, el roquero solitario y varias rapaces entre las que destacan el alimoche, búho real y halcón peregrino. La importancia de las poblaciones de aves de La Serreta motivó su declaración como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en el año 2000. Pero gran parte del antiguo paisaje estepario ha cedido terreno al regadío a causa de los planes de riego y colonización, por lo que la fauna de la zona se ha modificado. En el cercano embalse de Torrollón pueden observarse varias especies de aves acuáticas.
Decido visitar el rincón del Olivar y la iglesieta por lo que cojo una senda justo a la derecha de la entrada a la zona de recreo del parque, la senda va ascendiendo hacia el semiarco y gira a la derecha llegando a un pequeño pinar que desemboca a través de un puente de madera en el maravilloso rincón del olivar, que lo componen más de 460 olivos situados en una vaguada que recogía las aguas de escorrentía provenientes de la Serreta el agua de las últimas lluvias hace que el agua escurra por la piedra porosa, para ir la iglesieta , o también llamado Castillo de Gabarda, necesito trepar por la roca hasta llegar a una planicie y a unos cien metros se distingue en un peñasco los restos de lo que fue una fortaleza de origen musulmán que se encuentra sobre una plataforma rocosa . Es llamado comúnmente la «iglesieta», quizá por su forma rectangular y pequeñas dimensiones, quedando en pie una considerable altura de tres muros, todos en ángulo recto y formados por largos sillares colocados en tizón, es decir, mostrando sus caras menores, las cuales aparecen toscamente almohadilladas. Parece admitido que se trata de un fortín de la época romana, habiéndose encontrado objetos incluso más antiguo, En tal caso, Gabarda sería un inestimable ejemplo de éste tan precariamente conocido capítulo de los fortines romanos aislados, Construida en el Siglo IX, surgió de la necesidad de proteger a los habitantes de la población situada en su base de los ataques del ejercito Carolingio. La Iglesieta se denomina torre de Alcait Almelch en documento de donación del enclave del rey Pedro I de agosto de 1103, al sobrino de Azube, señor de Gabarda/Abarda. El conjunto defensivo estaba cerrado por un muro de sillares de arenisca y en su interior se puede observar la base de una torre rectangular, así como cisternas y silos . La entrada al recinto se realizaba por unas escaleras de madera que podían ser retiradas en caso de ataque. Penetro en el recinto escalando uno de los muros. Regreso a la gabarda descendiendo por el mismo camino. Subo a uno de los graderios desde donde contemplo el “abuelo” y la fortaleza musulmana. Desciendo Al Canal de Flumen y tomo dirección al Pantano de Torrollón. Cuando el canal penetra en un túnel y el camino tiene una pequeña subida se desvía ligeramente a la izquierda, al terminar la cuesta giro a la derecha y decido ir por los graderios hasta el torrollón del “abuelo” el recorrido es un poco peligroso debido al viento pero merece la pena, llego hasta la base de dicho torrollón y regreso por el mismo camino, desciendo de nuevo al camino de servicio, que me lleva al pantano de Torrollón donde lo contemplo desde su presa y sigo a Marcén, allí cojo la carretera que me lleva de nuevo a la estación de Ferrocarril de Marcén-Poleñino y de nuevo a Lanaja ,principio y final de esta ruta.
Las fotografías aparecen por orden de ruta.
Serafín Martín.
Fuentes propias y: www.enciclopedia-aragonesa.com ;www.lanaja.com
© Cheluy -Sera 2007