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Ruta 136 por Asturias.-
Ribadesella, Sebreño, El Carmen, El Sotu, La Granda, Ucio, Sardalla, Junco, Iglesia de Santa María de Junco, Tezangos, Noceu, Iglesia de San Salvador de Moru,
Ruta 136 por Asturias.-
El 18 de Junio de 2013 llevo en Ribadesella un total de 8375 kilómetros.
En el kilómetro 0´60 me desvío a Sebreño y el Carmen, por la AS-
En el kilómetro 1´60, paso por Sebreño
En el kilómetro 3´88, paso por el Carmen. En su iglesia está el desvío hacia Sardeu, Soto y La granda.
En el kilómetro 4´41 me encuentro nuevos indicadores a Sotu y La Granda (Los datos de estas dos localidades los expongo en la ruta 128 por Asturias)
En el kilómetro 4´75 paso por La Granda, donde siempre hay unos caballos preciosos en la linde del camino.
En el kilómetro 6´30, tomo la carretera de la izquierda, donde el indicador me dirige hacia Ribeseya (Ribadesella).
En el kilómetro 6´66 salgo al cruce donde está la antigua escuela nacional, reconvertida en la empresa CM-
En el kilómetro 7 subiendo una cuestecica aparece San Miguel de Ucio (Los datos de esta iglesia los expongo en la ruta 128 por Asturias)
En el kilómetro 7´75, paso por Sardalla. (Los datos de esta localidad los expongo en la ruta 128 por Asturias)
En el kilómetro 7´98 me desvío por la derecha hacia Cuevas.
En el kilómetro 8´52, dejo momentáneamente la carretera RS-
Junco (de Junco), población con categoría de «ALDEA» perteneciente al Municipio de Ribadesella, y a la Comunidad Autónoma del Principado de Asturias con 95 habitantes (52 mujeres y 43 hombres) en 2000, con 99 habitantes (53 mujeres y 46 hombres) en 2001, con 97 habitantes (52 mujeres y 45 hombres) en 2002, con 96 habitantes (52 mujeres y 44 hombres) en 2003, con 96 habitantes (53 mujeres y 43 hombres) en 2004, con 89 habitantes (48 mujeres y 41 hombres) en 2005 y con 86 habitantes (45 mujeres y 41 hombres) en 2006.
En el kilómetro 9´28 paro a la derecha del camino para visitar una fuente.
En el kilómetro 10´48 llego a Santa María de Junco, situada en una ladera que desciende suavemente hacia el Río Sella, por encima de El Alisal.
Según los especialistas esta iglesia data del siglo XIII, siendo construida en estilo románico tardío; fue modificada sucesivamente en el siglo XVI, el XVIII y finalmente en el siglo XX. Por su importancia e interés histórico artístico fue declarada Monumento Nacional el 31 de Enero de 1965, y bien de Interés Cultural el 24 de Junio de 1967.
Consta de una nave única rematada en cabecera semicircular orientada, como todas las iglesias románicas, hacia el Este, lugar por donde sale el Sol y ubicación de Jerusalén, la ciudad sagrada de los cristianos. Pero no solo conserva de su fundación la orientación del edificio, sino también los escasos elementos decorativos que la adornan. Al exterior la cabecera semicircular fabricada en sillares de piedra, muestra una ventana del tipo saetera flanqueada por dos columnas, con capiteles decorados, y los canecillos o salientes del alero.
En el exterior destaca la única decoración de los capiteles del arco de medio punto que separa la nave del ábside, que muestran unas aves fantásticas y monstruosas cabezas con las fauces abiertas para recordar a los pecadores el castigo a que se verán sometidos.
Hay que suponer que las naves y la cabecera irían también decoradas con `pinturas, pero hoy nada se conserva, salvo pequeños restos de representaciones vegetales y figuras en la zona del ábside (fechable en torno al siglo XIV).
Una reforma posterior de todo el edificio en el siglo XVIII, le darían el aspecto que mantuvo la iglesia hasta su destrucción durante la Guerra Civil, con espadaña para las campanas dobles.
Después de 46 años de abandono y ruina total se restauró en 1980 bajo la dirección del historiador Don Magín Berenguer, quien pretendió devolverle su imagen románica más pura, quitándole los añadidos posteriores y dándole el aspecto que hoy tiene, quizá simplificado en exceso. No obstante y sobre la austeridad que hoy muestra, ya en el siglo XVIII los obispos y delegados enviados por ellos a visitar sus iglesias se quejaban de la excesiva pobreza que tenía esta iglesia “sin retablos, casi sin imágenes ni ornamentos para celebrar el culto divino”
La Iglesia de Santa maría del Junco no estaba enclavada en el tramo principal del Camino de Santiago. Sin embargo las crónicas hablan de una caja con reliquias que eran muy veneradas y visitadas lo que hace suponer que en ocasiones motivaría que el peregrino se desviase un tramo para venerar estas reliquias, o bien que algunos peregrinos eligiesen un ramal secundario que desde Collera baja a la localidad de Llovio, cruzando el Sella mediante una barca en esta parte y ascendiendo por El Alisal hasta esta iglesia. Desde allí se dirigía a entroncar con el camino principal después de visitar San Salvador de Moru.
Durante el siglo XVI se reforma en parte la iglesia, sobre todo el tramo de la nave, que cambiaría radicalmente de aspecto para adaptarla a nuevas modas y criterios estéticos. De esta época es el escudo e inscripción colocados sobre la puerta principal. Este escudo pertenece a la casa Junco, con solar en este pueblo (donde se conserva la torre original), y bajo cuyo patronazgo estuvo siempre la iglesia. La decoración del escudo es la que se puede contemplar en otros edificios vinculados a la familia Junco (torre de Junco, Torre de San Esteban de Leces…) es decir los seis jaqueles bajo un lucero y el águila entre cuatro lobos bordeada por una cadena. Debajo de él una inscripción en latín, hoy prácticamente imposible de leer por el desgaste vendría a decir una vez traducida, lo siguiente: “En el día 28 de Julio del año 1553 de nuestra Era”.
Terminada mi visita inicio el regreso hasta la carretera RS-
En el kilómetro 13´29, paso por Tezangos.
La historia de Tezangos se remonta, al menos, al año 834, cuando un documento eclesiástico recoge la donación de propiedades en Tezánicos, junto a otras tierras en Torre y Calabrez, todas en lo que hoy es el concejo de Ribadesella. En aquel momento no existía ni la villa riosellana, como recuerda el alcalde pedáneo de la primera localidad, José María Álvarez, antes de aportar otro dato a la longeva historia de su pueblo, la inauguración de la capilla de La Magdalena, en el año 1029.
El templo fue recuperado en 2011 «gracias a los hermanos García González, que dejaron un dinero importante», apunta Álvarez. Antes de la reforma, que «quedó muy bien», estaba «casi en ruinas, para caerse», y hoy es el centro del pueblo. Celebran allí las convocatorias y la fiesta de La Magdalena, el 22 de julio, aunque procuran que caiga en fin de semana para que haya más afluencia. Hacen misa, procesión.
En el kilómetro 14´13, paso por Casares, que queda a unos 300 metros a la derecha del camino. Aquí inicio un fuerte descenso hacia la autovía del cantábrico que salvo por debajo en el kilómetro 14´78.
En el kilómetro 14´92 tomo la derecha hacia San Salvador de Moru.
En el kilómetro 15´15 me desvío por la izquierda a Noceu
En el kilómetro 16´24 llego a Noceu. Nombre tradicional o asturiano, Noceu. Categoría Lugar. Capital del Concejo, Ribadesella. Parroquia de Moro, tiene 53 habitantes. Altura máxima: Mofrecho, 897 metros. Comarca del Oriente.
En el kilómetro 16,34 después de un fuerte repecho, aparece ¡Por fin un indicador de la San Salvador del Moru!
Cuando el camino llega a una pequeña meseta, fotografío lo que parece la antigua escuela de los niños, abandonada y en una pradera, hay una vaca con su ternero de muy pocos días. El ternero por instinto, se mantiene escondido entre la hierba, sin apenas moverse.
En el kilómetro 17´39 llego a San Salvador del Moru.
El viejo templo parroquial que se alza en el lugar de Nocéu (parroquia de Moro) y concejo de Ribadesella, fue destruido en 1936 durante la guerra civil española. Actualmente se conservan los muros de la nave y la espadaña (añadida en el s. XIX). La cabecera, separada de la nave por un arco de triunfo apuntado, conserva su cubierta de bóveda de crucería y restos de las pinturas murales del Siglo. XVI.
Se trata de un edificio perteneciente al primer cuarto de la decimotercera centuria, siglo XIII, aunque con modificaciones posteriores. Como templo románico rural de Asturias, es un edificio sencillo, con apenas elementos decorativos y ornamentos toscos, que remiten a motivos anteriores al periodo románico. La pobreza característica de las obras de nuestra región no está exenta de la belleza que transmite la simplicidad, y la hace destacar en el paraje de singular encanto en que se encuentra, un promontorio despoblado rodeado de praderías, con el mar en la lejanía, y prácticamente inalterado desde la época de edificación de la iglesia.
Pese al estado de deterioro en que se encuentra esta iglesia de San Salvador, para los vecinos nunca ha pasado a considerarse una ruina. Aunque con una menor frecuencia que si la nave estuviera techada, la iglesia ha ido manteniendo su uso primitivo como tal: En ella se celebran liturgias en las fechas señaladas del año, e incluso funerales o bautizos, y los vecinos se acercan para acicalarla con mimo en la fiesta de Todos los Santos. Algunas personas han querido enterrarse en Moru y celebrar su funeral entre estas cuatro paredes sin techo.
Este es un valor a poner de manifiesto, porque durante los setenta años que esta nave románica lleva sin techumbre, no ha estado en situación de abandono: se mantuvo cuidada y atendida, y los parroquianos en ningún momento han perdido la esperanza de verla levantada.
Después de tanto tiempo, lo natural hubiera sido conformarse y abandonar, pero durante todos estos años diferentes personas se han ido acercando, primero a los responsables de la Diputación Provincial y después a los responsables de Patrimonio del Principado, siempre con la misma exigencia: no dejar esta iglesia acabar de caer.
En Oviedo, el Museo Arqueológico Provincial (c/ San Vicente, nº 5) guarda meritorias piezas románicas del Siglo. XIII traídas de la iglesia de San Salvador de Moru: las dos impostas con figuras humanas, la serie de tres capiteles dobles donde unas pequeñas y muy expresivas cabezas humanas sobresalen de los ángulos, y la ménsula con representación de dos cuadrúpedos se caracterizan por una factura muy tosca.
Terminada mi visita inicio el regreso. Tomo un camino en el mismo cementerio de la iglesia que inicia una fuerte pendiente, tan fuerte es, que desmonto por peligro de volcar hacia delante.
En el kilómetro 18´58, paso por La Cañada.
En el kilómetro19´73 llego al Sotu.
En el kilómetro 20´14, paso por debajo de la autovía del cantábrico
En el kilómetro 20,42 paso de nuevo por el Carmen y conecto de nuevo con la AS-
En el kilómetro 24´38 llego de nuevo a Ribadesella.
Las fotografías aparecen por orden de ruta.
Serafín Martín.
Fuentes propias y:
http://www.iglesiamoru.es/historia.html
http://www.vivirasturias.com/asturias/ribadesella/junco/es
Periódico La Nueva España del 12 de Junio de 2013. Artículo Tezangos una historia milenaria de Patricia Martínez.