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Ruta 142 por Asturias.- De Cangas de Onís, al Parque Natural de Ponga





Ruta 142 por Asturias.- De Cangas de Onís, al Parque Natural de Ponga.


El 16 de Junio de 2014 llevo un total de 9667 kilómetros.

La Ruta de hoy comienza en Cangas de Onís, desde donde, por la Carretera Nacional 625, tomo dirección sur. Por la carretera que va de Cangas de Onís al puerto de Pontón.

En el kilómetro 2.49 paso por la localidad de Caño. Caño (de Cangas de Onís), población —con categoría de «LUGAR»— perteneciente al Municipio de Cangas de Onís, a la Provincia de Asturias y a la Comunidad Autónoma de: Principado de Asturias (España), situado a 80 m de altitud, en las inmediaciones de la carretera N-625, a orillas del río Sella.
Su población es estable teniendo, 109 habitantes (58 mujeres y 51 hombres) en 2000, con 109 habitantes (56 mujeres y 53 hombres) en 2001, con 108 habitantes (54 mujeres y 54 hombres) en 2002, con 113 habitantes (57 mujeres y 56 hombres) en 2003, con 112 habitantes (57 mujeres y 55 hombres) en 2004, con 108 habitantes (56 mujeres y 52 hombres) en 2005 y con 105 habitantes (54 mujeres y 51 hombres) en 2006.
Entre su arquitectura se encuentra la Casa de Vega Celis, de los Siglos. XVII-XVIII, es una casona de tipo rural con bastantes elementos de tradición popular, y sobre todo, la Capilla de La Virgen de la Salud. Es de planta cuadrada con porche sobre único pilar cuadrangular.

Justo al abandonar Caño, en el lado derecho, en el kilómetro  3,57 paro en la estación de Desove de Salmones y sus impresionantes cascadas.
El rio Sella, a lo largo de sus 56 km de longitud, fluye por muchos municipios que gracias a él se han hecho más o menos populares por algún motivo. A su paso por el concejo de Cangas de Onís, encontramos la localidad de Caño. El atractivo del Sella en éste lugar se encuentra una estación de desove de salmones, que obliga a las aguas a superar importantes desniveles. Fué pensada para facilitar el descanso a la especie durante el ascenso al nacimiento del río para depositar sus huevos, mediante una gran presa abarca prácticamente todo el ancho del cauce.
A su vez, ésta estación se ha dado a conocer debido a la afición que el General Franco (Don Francisco Franco Bahamonde) tenía por la pesca. Dicha afición hizo que con frecuencia acudiera a la salmonera. Tanto es así, que disponía de un lugar privilegiado para sentarse, labrado en la misma piedra. Se comenta entre los lugareños que a pesar de la gran afición, sus conocimientos eran limitados y debido a ello, los salmones se retenían para aumentar el número de individuos y así facilitar la pesca del General.
La estación está formada por una serie de piscinas interconectadas entre ellas (cada una vierte sus aguas en la inmediata inferior) y unas cascadas que servirán de escalera a los salmones y truchas para llegar al remanso de la zona más alta, formado por la presa que comentamos más arriba. Es relativamente facil verlos ascender, tanto por la cascada como por las piscinas. Tan solo necesitamos un poco de paciencia y una pizca de suerte para disfrutar de este espectáculo, aunque cabe decir que en ésta ocasión, nosotros no lo logramos.
Otro de los objetivos de esta estación es la captura sin muerte de salmones para el desove artificial, y la posterior cría de alevines para la repoblación de los ríos asturianos, principalmente el Sella y el Cares, en los que cada año se sueltan aproximadamente 500.000 alevines que unos 5 años más tarde regresarán a su lugar de nacimiento, tras haber  pasado 3 de ellos en el mar. En ese viaje el fin es único: reproducirse. las hembras desovan y los machos liberan esperma para fecundarlos). Como norma general, fallecen exhaustos por el esfuerzo que supone el ascenso del río. No obstante algunos ejemplares regresan al mar y vuelven a ascender para una segunda reproducción, aunque no es lo común.
En el kilómetro 5,23 paso por la localidad de Tornín. Un poco más adelante en el kilómetro 5,49, cruzo el  Río Sella para dirigirme a Santianes de Tornín, a la que llego en el kilómetro 6,04. Una vez visitado este pueblecito encantador, prosigo por una maravillosa PR que no me lleva a ninguna parte, por lo que vuelvo sobre mis pasos, y esta vez sí, la senda me lleva hasta la pasarela sobre el Sella. En este punto llevo 7,49 kilómetros. Desde esta pasarela puedo contemplar a escasos metros la desembocadura del Rio Dobra, que deposita sus aguas en el Sella. La pasarela me lleva a los jardines del antiguo Molino de Dobra, donde enlazo de nuevo con la Carretera Nacional 625

En el kilómetro 8,19 paso por Miyares.

En el kilómetro 9,75 paso por Corigos.

En el kilómetro 10,59 tomo el desvío a Pervis, por lo que una vez más me veo obligado a cruzar el Río Sella.
Una vez visitado este pregunto a una vecina si hay pista que conecte con la carretera y está me indica una que, después de pegarme una subida de aúpa, esta pista  no me lleva a ninguna parte, por lo que en el kilómetro 11, viendo que el camino no tiene salida inicio el regreso a Pervis y  a la carretera principal.

En el kilómetro 11,92 paso por Vega de Pervis.

En el kilómetro 13,00 paro a contemplar el Puente Medieval.


En el kilómetro 13,60, llego al desvío de la  carretera AS-261,por el  Puente Los Grazos, donde se inicia el recorrido hacia el Parque Natural de Ponga, por lo que una vez más cruzo el cauce del Río Sella, desde aquí al pueblo de Beleños el indicador me dice que me aguardan 18 kilómetros.

El parque natural de Ponga se encuentra ubicado en el área central de la Cordillera Cantábrica con una superficie de 20.533 ha todas ellas ubicadas dentro del concejo asturiano de Ponga. Prevista su inclusión en un primer momento dentro del parque de Redes al final no se incluyó cuando éste, dejándose para más tarde y con su propia identidad su denominación de parque natural.
Tiene los siguientes reconocimientos:
• Parque Natural
• Lugar de Importancia Comunitaria de Ponga-Amieva
• Zona de Especial Protección para las Aves homónimas
• Reserva natural parcial de Peloño
Este parque conserva una gran cantidad de bosques de los que los más representativos son los hayedos. También podemos encontrar a lo largo del territorio que conforma el parque masas boscosas formadas por tejos, robledal, abedulares, fresnedas con arce y alisedas. De todas estas formaciones boscosas la de mayor importancia es la reserva natural parcial de Peloño un gran hayedo de unos 15 km². de gran importancia ecológica. En los pueblos de Taranes, Beleños y Abiegos podemos observar extensas plantaciones de castaños. El resto de vegetación que compone el parque está básica conformado por pastizales, praderías y matorrales si bien en estos últimos se pueden encontrar zonas de acebo, narcisos asturianos y la planta medicinal denominada la genciana.
La fauna de la zona presenta la mayoría de las especies pertenecientes a la montaña asturiana. En esta zona se puede ver de forma esporádica el rey de los bosques asturianos como es el oso pardo, se encuentran también el parque el ciervo, corzo, rebeco cantábrico y el jabalí En los ríos es destacable la nutria y el desmán dos especies que sirven de sensor ecológico de los ríos del parque, debido a que son dos especies que necesitan una gran pureza de entorno para vivir.
Dentro de los mamíferos de menor tamaño cabe destacar la liebre de piornal y la liebre europea cuyo hábitat principal lo constituyen las praderías.
El parque tiene gran riqueza en lo que aves se refiere, dato que queda corroborado por la inclusión de zonas del parque dentro de espacios protegidos para aves. Buena parte de culpa de esto la tienen las escarpadas montañas que hacen de refugio natural, de atalaya desde dónde vigilar y de zona de cría para las grandes rapaces cantábricas. De estas aves podemos destacar el águila real, buitre leonado, alimoche común y el azor. En los extensos bosques se encuentran aves forestales como el urogallo cantábrico, pico mediano y el pito negro. En las zonas de alta montaña podemos encontrar también la perdiz pardilla o el gorrión alpino.
En el kilómetro 14,77 paso por Parcia

En el kilómetro 16,20 paso por la Vega de Sebarga.

En el kilómetro 17,74 Santoveña.

En el kilómetro 19,81 un indicador me dice que me encuentro en el Concejo de Ponga.
Desde la antigüedad el municipio de Ponga ha sido lugar de asentamiento humano en los valles y en los altos estratégicos de la cordillera. Poblados neolíticos, castros astures, topónimos de divinidades celtas y lápidas sepulcrales romanas son algunos de los vestigios de un rico pasado. Durante la ocupación árabe los ponguetos se incorporaron al grupo de resistentes astures, organizados en torno a Pelayo y con centro en Cangas de Onís, y participaron activamente en la batalla de Pontunio, cuya victoria todavía se celebra anualmente durante la fiesta de la Santina de Arcenorio.
A lo largo de la Edad Media obtuvo el municipio diversos privilegios reales: libertad de pastos para sus ganados en todo el reino y exención del impuesto de comercio o portazgo. Anteriormente se había constituido el concejo de Ponga en torno a cinco Regidores perpetuos, integrantes de un Cabildo que nombraban a los alcaldes y a dos jueces, uno para los nobles y otro para los plebeyos. Cazo permanecía como señorío independiente y Viego era coto vecinal vinculado al concejo. A pesar de su aislamiento geográfico consiguen los ponguetos cierto relieve durante la Edad Moderna, según lo prueban varios documentos: en 1487 la reina Isabel la Católica reafirma su patronazgo sobre la iglesia de S.Juan de Beleño y posteriormente los Reyes Católicos realizan diversos nombramientos municipales: escribano, regidores o veedores.
En el siglo XVIII el Catastro de Ensenada describe el municipio como área poblada y productiva dedicada primordialmente a la ganadería y al laboreo de las tierras. Había entonces 40 molinos y 4 batanes (mazos de madera) pero se carecía de taberna, aunque varios vecinos tenían permiso para trajinar vino desde Castilla. Durante el siglo pasado, el municipio experimentó un fuerte aumento de población que generó una numerosa emigración de jóvenes varones a América (Cuba, Argentina, Méjico, Chile) y que provocó nuevas actividades económicas: reducción del monte para abrir praderías y para obtener carbón vegetal, instalación de ferrerías, como la de Soto Rodrigo, y apertura de carreteras. Estos cambios no modificaron el funcionamiento de los concejos cuyas costumbres y reglas, heredadas del medievo, subsisten todavía como formas locales de gobierno: por ejemplo, en Sobrefoz, las Ordenanzas Parroquiales dictaminan sobre todas aquellas cuestiones que interesan a la comunidad (pastos comunales, rentas, multas, obligaciones de los forasteros, etc.). En la actualidad asistimos a un decaimiento de las actividades agropecuarias con el consiguiente retroceso demográfico.
En el kilómetro 20,14 paso por Sellaño

En el kilómetro 20,69, la carretera cruza el Río Ponga

En el kilómetro 24,35 paso por la desembocadura del Río Les Cuerres.

En el kilómetro 25, cruzo de nuevo El Ponga.

En el kilómetro 28,62, paro a contemplar el Hotel La Casona de Mestas situado en la margen izquierda del Río Ponga, desde este hotel tiene inicio la carretera que se dirige a Taranes y Tanda. En la confluencia de los ríos Ponga y Taranes, las llamadas Mestas de Ponga o punto donde confluyen ambos ríos, hay dos manantiales de aguas térmicas y medicinales que posibilitan la declaración de Ponga como Municipio Termal, o sea un territorio dotado de aguas naturales de uso terapéutico con un Balneario tradicional que se diferencia por sus cualidades y utilidades de los muy recientes SPAS. Los manantiales se conocen desde el siglo XVIII, pues figuran en los Inventarios de Balnearios asturianos realizados en 1791 y en 1853 y son explotados desde mediados del siglo XIX, época en que se estableció la Casa de Baños de Mestas de Ponga durante más de cien años, hasta que se cerraron en la década de 1940 y se recuperaron, tras cuarenta años de abandono, en la década de 1980. Por iniciativa del Principado de Asturias en 1988 se inauguró el Núcleo de Turismo Rural de Mestas de Ponga que incluye la Casa de Baños y el Hotel La Casona de Mestas, ubicado este último en una antigua construcción rural de grandes dimensiones, con fábrica de piedra y gran alero de madera. La antigua Casa de Baños ha sido remodelada y dispone de tres bañeras de hidromasaje y de una amplia piscina, que se surten de los manantiales térmicos, que están localizadas en una cueva natural donde se localizan también servicios y vestuarios.
Desde segunda mitad del siglo XIX, el Balneario de Mestas funcionó como un pequeño Balneario rural que contaba con su propia Hospedería, a escasos metros de los manantiales, y que funcionaba como venta-refugio para el tráfico de carros y arrieros, después de vehículos de motor, en el trayecto del antiguo Camino Real de Castilla que desde La Uña, cruzando por el puerto de Ventaniella se dirigía, siguiendo el cauce del río Ponga, hasta Sellaño, Sebarga y Santillán, donde conectaba con la carretera Ribadesella-Sahagún que cruzaba la cordillera por el puerto del Pontón.
Los manantiales de la Casa de Baños aportan agua caliente (29-30º C) con un elevado caudal (8 litros por segundo) que permite llenar una amplia piscina y tres bañeras de hidromasaje independientes. Las aguas se caracterizan por su escasa concentración mineral (bicarbonato, sulfato y calcio) y su acción es sedante y analgésica. Sus componentes están recomendados en el tratamiento de neuralgias, procesos reumáticos, secuelas de traumatismos, etc. También están indicadas en algunas dermatitis y en las afecciones respiratorias crónicas. La recomendación médica aconseja la utilización de los baños durante un ciclo de 9 días seguidos, con una permanencia en el agua de 20 minutos por cada sesión.

En el kilómetro 28,74 cruzo de nuevo el Ponga.

En el kilómetro 29,47 cruzo una vez más el cauce del Ponga.

En el kilómetro 32,89 llego a Beleño. Capital del concejo y centro de servicios de la zona con Ayuntamiento, Centro de Salud, Caja de Ahorros, fondas, restaurantes y bares. Se accede desde la carretera provincial AS-261 que, desde el Puente de los Grazos y tras cruzar el desfiladero de Los Corredores, lleva a los valles altos del municipio. El núcleo poblado incluye varios barrios, destacando en el recodo de la carretera Cadenava, a un kilómetro de Beleño con ermita y tradicionales viviendas rurales. San Juan de Beleño está situado en una ladera soleada a 620 m. de altitud disfruta de una magnífica vista panorámica frente al Cordal de Ponga.  Desde  la plaza del Ayuntamiento de Ponga, que está en San Juan de Beleño, desde la cual se pueden admirar las moles que rodean la zona. En esta plaza hay unos indicadores identificando cada pico y su orientación. El Tiatordos es impresionante.
Al toponímico celta de Belennus, o Dios del Sol suma restos de época romana: una estela funeraria y una lápida con inscripción latina y reproducción grabada de una escena de caza (Museo Arqueológico de Asturias). El núcleo de población tiene interés arquitectónico por la profusión y buena conservación de las casas rurales, que se entremezclan con artísticas construcciones indianas donde aparecen las galerías, el azulejo y el cristal. Destaca en un otero la iglesia parroquial del siglo XVIII, ubicada antiguamente en otro terreno, con crucero de mampostería marcado, espadaña y campanario, arco de medio punto en la entrada y pórtico de madera sobre podio de piedra. De obligada visita son los miradores del Tombu la Espinera y les Bedules desde donde hay magnífica visión de los Picos de Europa.
En el kilómetro 33,58 llego a la ermita o iglesia de Beleño, situada en lo más alto del caserío de Beleño.

Terminada mi visita a esta maravillosa localidad y una vez disfrutado de sus maravillosas panorámicas, inicio el regreso a Cangas de Onís llegando a esta con un recorrido parcial total de 78,18 kilómetros.

Las fotografías aparecen por orden de ruta.

Serafín Martín.

Fuentes propias  y:

http://www.asturnatura.com/turismo
www.vivirasturias.com › ..
http://www.dferentpics.com/estacion-de-desove-de-salmones-en-cano-o-la-salmonera-de-cano/
http://www.ponga.es/historia
http://www.ponga.es/parque-natural


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