4 de diciembre de 2019.Santaliestra por Sierra Caballera al Monasterio de San Martín .
La ruta de hoy la hago con mi inseparable amigo y ex compañero de fatigas Rubén Gómez , culpable de inocularme el virus del senderismo.
La ruta es circular por los antiguos caminos de herradura que comunicaban Caballera con Santaliestra y Besians, complementada con un tramo lineal que nos acercará al monasterio de San Martín de Caballera.
Distancia 16,85 kilómetros.
Desnivel positivo. 675 metros.
Lo que actualmente
se conoce como pueblo de Santaliestra y San Quílez, ocupa una franja de terreno
junto al río Ésera que va desde La Antianza, aguas abajo del mayor núcleo
habitado, hasta Las Mosqueras, aguas arriba del mismo.
Incluidos en esta delimitación, se encuentran los pueblos, aldeas y casas de
Caballera, Casa de Olinias, en la margen derecha del río, y La Corona,
Castelblan y La Plana, en la margen izquierda.
El nombre de
Santaliestra y San Quílez se deriva de los dos núcleos poblacionales que se
asentaron en las proximidades de dos ermitas dedicadas a los santos citados,
siendo Santaliestra el situado más al norte (La Plana) y compuesto por siete
casas que forman en la actualidad uno de los parajes más pintorescos de la
población al cual se accedía por un estrecho puente fácilmente defendible y por
el que discurre en la actualidad un acequia de riego y San Quílez tuvo su origen
en la ermita del mismo nombre siendo en su inicio su nombre “La Cuadra de San
Quílez” situado más al sur, siendo este el principal núcleo poblacional del
municipio.
El pueblo en si está compuesto de tres de barrios de viviendas (San Quílez,
Hotel con los Chalets y la Pllana). El grupo principal (San Quílez) se alinea en
torno a la calle Benasque que sale de una plaza (placeta Blasco) y acaba en la
Iglesia Parroquial. Tiene algunos edificios de interés, como la casa Blasco, con
puertas de arco de medio punto y notables dinteles con inscripciones, en una de
ellas se puede leer el apellido Blasco, escudo de armas, un paso bajo arco y
elementos de arquitectura tradicional de esta zona componen un curioso rincón.
En este núcleo encontramos el Ayuntamiento (Salón Social, Servicio Médico,
Secretaria y Archivo Municipal). La Iglesia de Santaliestra, bajo la advocación
a la Ascensión de Nuestra Señora, fue construida entre los siglos XIII y XIV
que conserva una gran torre de planta cuadrada del siglo XVI y que fue
restaurada en el XVIII. Posee una nave con ábside plano, con interesantes
ménsulas
Partimos de Santaliestra por la PR-HU-212 hacia Caballera y el Monasterio de San Martín ,cruzando el río Ésera por el Puente del Molino, una vez en la margen derecha del río, la PR-HU-212 nos saca de la pista y comienza a ganar altura sobre el valle por un camino milenario entre encinas ,pinos , aliagas y boj.
Terminada esta subidica el sendero llanea para alcanzar el paso o Faja del Morrón de Peri (675 metros de altitud, que cruzamos con precaución ,ya que el sendero aquí discurre por encima de una pared vertical de margas que se precipita hasta el cauce del Ésera.
Una vez superado este paso con sirga, nos introducimos en el Barranco de las Feixas y alcanzamos una visera de arenisca conocida como La Cueva, donde sus aguas se precipitan formando una bonita cortina de agua ,(680 metros), a partir de aquí la senda asciende de nuevo ,entre un bosque denso de pinos, y encinas que nos lleva al mirador del Morrón de la Costera (850 metros) desde podemos ver en la lejanía el macizo del Turbón y las más modestas sierras de Baciero, Galirón, Esdolomada y Güel. Y los núcleos de Santaliestra, San Quílez y Besians, las ermitas de San Saturnino y y de Santiago y los despoblados como Aguilar, Abenozas ,Torruella de Aragón y la Corona.
El pinar deja paso a los robles. Llegamos a un paso estrecho entre dos rocas grandes, pasadas estas seguiremos rodeados de campos de labor abandonados , donde la PR es flanqueada por muros de piedra seca bien conservados. Este camino atraviesa una pista (915 metros de altitud) descendiendo entre muros, musgo y robles hasta llegar a Caballera (880 metros) en una maravillosa paleta de colores. Caballera situá su caserío en el centro de una pequeña meseta emplazada entre las faldas de la Sierra de Campanué y el río Ésera. Fue abandonado en los 70, pero por lo que parece vuelve a resurgir, con casas rehabilitadas y habitadas temporalmente.
Actualmente pertenece al municipio de Santaliestra y San Quílez.
Caballera ya aparece citado en documentos de mediados del siglo IX. Su nombre está vinculado al monasterio románico de San Martín, situado a poco más de 3,5 kilómetros al norte de la localidad.
Hacia finales del siglo XIV queda constancia de la vinculación del pueblo de Caballera al Condado de Ribagorza; en 1646 a la vereda de Barbastro y, entre 1771 y 1883, al corregimiento de Benabarre. A lo largo de todo este tiempo, Caballera constituyó su propio ayuntamiento, formando parte del partido judicial de Benabarre, siendo independiente hasta 1485, momento en el que se unión al concejo de Santaliestra y San Quílez.
Su población osciló durante siglos entre los 10 y 20 habitantes, decayendo considerablemente a lo largo del siglo XVIII. A partir de entonces comenzó a remontar hasta registrar en 1857 su máximo histórico con 107 habitantes. Pasada esta fecha comienza de nuevo un continuo descenso hasta su abandono en la década de los 70 del siglo XX. Actualmente, varias familias de la zona están realizando una ardua labor de recuperación.
Este pueblo se estructura en dos barrios con buenos ejemplos de arquitectura popular.
El barrio de la Vila en el que se encuentra la Iglesia en ruinas de Santa Eulalia, con esbelta torre campanario (Siglo XVI) y muchas casas en ruina total o parcial invadidas por la maleza.
En la construcción de la iglesia se utilizó mampostería rústica para los lienzos murales y sillares bien encuadrados en las esquinas. Presenta planta rectangular de una nave única dividida en dos tramos. La parte occidental se corresponde con la nave principal y la parte oriental con el presbiterio y la cabecera, que se cierra con ábside recto. A ambos lados de la nave se abren sendas capillas y a los pies y a un nivel superior, encontramos el coro. El conjunto se completa con una sencilla torre de planta cuadrada levantada sobre una de las citadas capillas. Al exterior la torre presenta un único cuerpo, mientras que al interior está compartimentada, en tres pisos.
Tras recorrer este primer barrio, llegaremos a otra pista que debemos atravesar para seguir el sendero que nos conduce al barrio de El Serrau. Es en este barrio donde se ven más construcciones en pie, algunas de gran porte y de interés arquitectónico, con corrales y bordas distribuidas en una única calle.
Desde la romanización la casa del Alto Aragón ha sido una unidad de población y de producción clave para la organización del territorio. Así las casas ,se bautizaban como un signo distintivo. En Caballera en el barrio de La Vila se tiene recuerdo de los siguientes nombres de casas: Costa, Llavorí, Mariñosa, Rami, Chullá, Piquero, Miguel, Andrés, Plana, y la Abadía.
Y en el barrio de el Serrau: Ambrosio, Caseta,Castillón, El Pastor, Calvera, Lanau, Pepeta, Castelar, Sarradico y Tobeña.
Terminada la visita continuamos por la PR-HU-212 hasta llegar al cruce señalizado que nos indica por donde debemos continuar hacia el Monasterio de San Martín, por el camino de la Paúl, que discurre paralela al profundo barranco de San Martín o L´Antiga, pasando por el mirador de la Cruceta (975 metros) desde donde disfrutamos de unas magníficas vistas del Ésera, de la ermita de la Piedad, y del macizo del Turbón.
En una hora de camino desde Caballera llegamos al escondido y misterioso monasterio de San Martín, también conocido como convento de Llavori o de Sarradico (990 metros de altitud).
Las primeras referencias a este lugar están vinculadas a la villa de Esvu, documentada a finales del siglo IX en los archivos del monasterio de Santa María de Obarra.
La iglesia era de una única nave rectangular, de gran altura, que estuvo abovedada y de la que todavía conserva parte sus muros laterales y su magnífico ábside.
Bajo el presbiterio nos aguarda una maravillosa sorpresa, su cripta cubierta con bóvedas de arista, sostenida por pilastras y columnas con capiteles labrados rústicamente.
A punto estuvo de desaparecer esta “Joyica” por el olvido, abandono desiria y expolio tan ararigado en mi querido Aragón. Afortunadamente en 1998 se llevó acabo una profunda restauración y consolidación de las ruinas , gracias a la cual hoy hemos podido disfrutar de lo que un día fue un centro religioso de la alta Edad Media del Sobrarbe.
Regresamos a Caballera por el mismo camino, pasando de nuevo por los barrios de El Serrau y La Vila ,pero aquí cambiaremos de pista para seguir por el camino viejo de Besians, hasta toparnos con unas casas rehabilitadas en un prado (870 metros de altitud) ,a la derecha de estas casas da comienzo el camino que nos va alejando de Caballera. Poco después de de atravesar la pista que acabamos de dejar, la cual llega a una casa cercana. Este antiguo camino marcado con puntos de pintura azul, está también flanqueado por muros de piedra seca y va perdiendo altura suavemente acompañados de nuevo por un bosque precioso de quejigos y boj, que nos introduce en el barranco de Caballera, viendo su bonita cascada y siguiendo perdiendo altura pero esta vez mas abruptamente por su margen izquierda. Conforme descendemos divisamos el caserío de Besians y su hermoso puente románico y la ermita de San Juan de centinela desde su posición privilegiada.
Una vez terminado el descenso enlazamos con la PR-HU-49 que discurre la margen derecha del Ésera (545 metros) en dirección a Santaliestra , entre huertos y campos de cultivo cruzaremos el Río Ésera por el “Puente Colgante , o Palanca de Campo Diezmo”, que salva el cauce del Río Ésera, este puente fue restaurado en el año 2006.
Su estructura se compone de Espolón o Tajamar, Luz, Pilares o torres, Tablero, y Tirantes.
Luz. Anchura máxima del vano del puente. Su tramo colgante es de 23,94 metros de longitud.
Los pilares o torres, son columnas de piedra de sustento del puente, ancladas en el terreno.
El Tablero, es la pasarela de madera que forma el suelo del puente mediante tablas flexibles. El montaje se construye por voladizos sucesivos y el avance se hace simétricamente desde los pilares de los extremos hacia el centro del vano.
Los tirantes, son las varillas de acero trenzado que sostienen las vigas de madera que sustentan el tablero del puente, a los cables principales. Adoptan una forma parabólica y a su vez son soportados por los pilares.
Pasado el puente colgante ,y ya en la orilla izquierda se encuentra la Fuente Lavadero de Santaliestra, entrando enseguida en el casco urbano de Santaliestra principio y final de esta ruta.
Serafín Martín.
Las fotografias aparecen por orden de ruta
Fuentes propias y
Para saber más :https://unahuellaenlanieve.blogspot.com/2020/04/caballera-y-monasterio-de-san-martin.html