MIS RUTAS ANDANDO  |SERAFIN MARTIN01/06/2024  martingraciaserafin@gmail.com

CA 21  Andando de Biel a Ermita y Pico de Santo Diomingo

 

 

17 diciembre 2020 Biel, Ermita y Pico de Santo Domingo.

 

Distancia 17 kilómetros. Desnivel positivo 830 metros, desnivel negativo 830 metros, altitud máxima 1508 metros.

 

La Sierra de Santo Domingo un espacio de frontera. Su especial ubicación geográfica, transición entre el paisaje eurosiberiano de las sierras pirenaicas y el mediterráneo de la depresión del Ebro confiere a este espacio una riqueza natural y cultural merecedora de una protección especial. En este espacio natural nacen tres de los ríos principales de la Comarca de las Cinco Villas; Onsella, Arba de Biel y Arba de Luesia. Cortados calizos, pastos, formaciones Arbustivas y un mosaico de ecosistemas forestales (hayedos, quejigares, encinares, pinares naturales de pino silvestre, pino laricio y pino carrasco) .Su fauna está adaptada a esta diversidad de ambientes, destacando invertebrados como la mariposa Apolo, Rosalía alpina o el cangrejo autóctono, aves como el quebrantahuesos, mamíferos abundantes como el corzo o jabalí, anfibios, y reptiles y poblaciones de peces como el barbo culirroyo o la madrilla. Se aprovecha la madera de sus bosques, los pastos, setas, caza y pesca que han conformado el paisaje actual de la Sierra.

Comenzamos la ruta a dos kilómetros de Biel en el parquin  de la Caseta de Marinero situado a 782 metros de altitud, junto al Arba de Biel y desde donde ascenderemos hasta la ermita de Santo Domingo. Continuamos, tras cruzar el GR-1, por la pista forestal que transcurre paralela al río Arba de Biel, aguas arriba, para adentrarnos “detrás del Cerro” Dejamos a la izquierda el sendero a Lobera y  tras 300 metros recorridos continuaremos hasta la confluencia del barranco de Paniagua con el Arba, donde cogeremos la senda marcada como PR-Z117 que en ascenso discurre por este barranco. En su transcurso lo vadearemos varias veces, pasando por antiguos huertos y envueltos entre vegetación, en parte procedente de repoblaciones.  

En el kilómetro 1´6, a 830 metros de altitud, pozas del Barranco de Paniagua.

Cuando llevamos andando 2´5 kilómetros  y a 876 metros de altitud, nos encontramos con intersección, donde por la izquierda nos dirigimos  en suave ascensión hacia las ruinas del corral de Enrique, dejando el Barranco de Paniagua que nos ha acompañado hasta aquí.

 En el kilómetro 3´9, a 1010 metros de altitud llegamos a las ruinas del Corral de Enrique.

En el kilómetro 4´5, a 1046 metros de altitud, llegamos a la puerta de la cerca del ganado. Y que una vez pasada dejamos nuevamente cerrada, enlazando por pista continuando por nuestra derecha.

En el kilómetro 5, a 1079 metros de altitud pasamos junto a una balsa.

En el kilómetro 5´4, a1040 metros de altitud estamos en el cortafuegos de la Collada de Fayanás, continuando por él. Esta collada hace de muga de los montes de Biel y Luesia y lugar muy relevante dentro de la Sierra de Santo Domingo.

En el kilómetro 5´7, a 1066 metros de altitud, dejamos el cortafuego por una senda a la izquierda.

En el kilómetro 6´7, a 1174 metros de altitud,  conectamos con pista, donde un cartel indicador nos dice que Santo Domingo está a 2,7 kilómetros. Continuamos por la pista hasta el kilómetro 7´4, a 1193 metros de altitud donde un nuevo indicador nos indica una senda hacia el Pico de Santo Domingo, para lo que dejamos la pista, debiendo atravesar ¡otra vez ¡una cerca y comienza una senda en ascenso.

En el kilómetro 7´6, a 1230 metros de altitud, ¡otra valla!  Esta vez de color verde, la cerca de alambre tiene habilitado una abertura lo suficiente para poder pasar una persona y seguir  la pista para ascender al pico de Santo Domingo. Durante el ascenso contemplamos la maravilla geológica de los “tablaos” o Rallas de Santo Domingo, unas curiosas formaciones geológicas conocidas localmente como “rallas” o “tablaos” .Se trata de estratos geológicos de origen calcáreo que tras sufrir fuertes procesos de plegamiento que los ha llevado a una disposición vertical, formando una gran estructura anticlinal, han sufrido procesos de erosión diferencial. En esta erosión los materiales menos resistentes han desaparecido dejando al descubierto los más resistentes. Estas formaciones fácilmente reconocibles en <<Los Tablaos>> u << Os Tablaus>>, que forman una gran muralla natural que sobresale del entorno.

En el kilómetro 7´7, a 1250 metros  pasamos por el centenario Roble “Caxico”.

En el kilómetro 9´1 kilómetros, a 1494 metros de altitud, ermita y refugio  de Santo Domingo. Esta ermita donde nos encontramos recibe a los habitantes de Longás el 25 de julio que, durante sus fiestas mayores suben en romería hasta aquí, para asistir a misa y recibir la bendición, adosado a la ermita hay un refugio ,cuidado, y habilitado si es necesario para pasar la noche. Es necesario dejarlo igual o mejor que lo encontramos. Aquí dimos buena cuenta de las viandas.

Con 9´6 kilómetros,  llegamos a la cima de Santo Domingo, un maravilloso mirador situado en la parte más alta de la sierra. Su formación al final del levantamiento del Pirineo en el Mioceno, se recoge en dos fases: Eoceno y Oligoceno-Mioceno, cuando se crea un complejo sistema de estructuras plegadas “el anticlinal de Santo Domingo” que pertenece a la unidad de las Sierras Exteriores del Pirineo. En él emergen materiales que abarcan desde el Triásico (250Ma) hasta el Mioceno (15ma)  y termina al oeste en San Marzal con un espectacular cierre periclinal. En su conjunto toda la sierra esconde u8na serie de retazos de la historia geológica de la Tierra, pero las peñas, paredes calcáreas tableteadas en la cara norte y formaciones calizas en la sur, con su señal de identidad  es lo más representativo. La orientación este-oeste le permite recibir corrientes húmedas atlánticas, y así paredes, bosques, solana y umbría conforman un variado hábitat para diversas especies, desde jabalíes, buitres, el amenazado quebrantahuesos, ardillas, corzos, cuco, en busca de refugio y comida en paredes, gargantas ,oquedades o bosques, cubiertos de boj, acebo,escaramujo o jara con hayedos, pinos silvestres, tilos,,, y en las laderas soleadas enebros, quejigos, robles, coscojas y encinas. Es por lo que este territorio está declarado como Lugar de Interés Comunitario,LIC, y Zona Especial de Protección de Aves ZEPA (Procede de: Sánchez 2012 y referencias citadas)

Y sin olvidarnos la presencia humana, hoy en día menguada pero que a lo largo de miles de años ha dejado su huella. El espacio que se despliega a nuestros pies ha sido testigo del paso de variadas gentes, desde los primeros grupos de cazadores recolectores en el Paleolítico en busca de alimento, usando abrigos y cuevas hasta ejércitos u oleadas de pueblos indoeuropeos. Utilizando los pasos pirenaicos del Puerto de Palo (Summo Pyreneo) y de Somport (Summo Portu), continuaban hacia el oeste por la Canal de Berdún o hacia el sur, siguiendo el cauce del rio Gállego, ambas rutas conocidas desde antiguo y que los romanos impulsaron durante la expansión y colonización de la zona. Pero es en la Alta Edad Media cuando encontramos el momento de mayor esplendor. Decenas de antaño aldeas, hoy pardinas bullían de vida alrededor de unos valles y montes, habitados por nativos rebeldes e insumisos, y que a pesar de ello acaban bajo el control del Imperio Carolingio, interesado en asegurar y defender su frontera, colocando los cimientos de lo que primero fue llamado Condado, después Reino y finalmente Corona, y que tomó el nombre de los pequeños ríos que les cobijaron, Aragón y Aragón Subordán, extendiendo su nombre hasta los límites del Mediterráneo.

En el kilómetro 13´4, de nuevo nos encontramos de nuevo en la  collada de Fayanás, donde continuamos pista situada  a nuestra izquierda de la marcha, para enseguida en el kilómetro 13´5, seguir por una senda a nuestra derecha hacia el Refugio o Corral de Melchor.

En el kilómetro 13´9, a 1079 metros de altitud Corral o refugio de Melchor. Este refugio, construido principalmente de piedra y materiales naturales, tiene un ambiente rústico que permite a los visitantes disfrutar de una experiencia auténtica en la montaña. Es un refugio básico, ideal para protegerse de las inclemencias del tiempo y ofrecer un lugar seguro para quienes realizan senderismo en la zona. El refugio tiene una capacidad para seis personas, lo cual lo convierte en un lugar ideal para grupos pequeños que buscan disfrutar de la naturaleza. En su interior encontrarás una chimenea que proporciona calor, así como una mesa para compartir comidas o jugar a juegos de mesa con amigos. Es importante recordar que el refugio no cuenta con servicios modernos como agua corriente ni electricidad, lo que añade un carácter especial a la visita.

En el kilómetro 14´8 Nuevos indicadores en intersección con Biel.

En el kilómetro 17 estamos de regreso en el parquin de la caseta del Marinero.

Las fotografías aparecen por orden de ruta.

Serafín Martín.

Fuentes propias y:

Paneles informativos de la ruta.