MIS RUTAS EN BICI |SERAFIN MARTIN03/02/2024  martingraciaserafin@gmail.com

Ruta 1123.- Aluenda, Calatayud

 

 

Ruta 1123. Desde la gasolinera del  Frasno, Aluenda, Calatayud.

 

El 14 de octubre de 2023 llevo en la gasolinera del Frasno un total de 11.340 kilómetros.

 

En la gasolinera  conecto con la antigua carretera N-IIa en dirección Madrid.

 

En el kilómetro 1 puerto del Frasno.

 

En el kilómetro 2,93  llego a Aluenda.

El término de Aluenda o también conocido en el pasado como El Pueblo de los Castaños, se encuentra ubicado a 850 metros de altitud,  Cuenta con una superficie de casco urbano en torno a 1,27 hectáreas y seis habitantes en la actualidad (2019), antaño su población estaba en el orden de 60 habitantes.

La actividad de la zona en antaño era el pastoreo con una elevada cantidad de cabezas de ganado y la agricultura, concretamente la castaña la cual cosechaban en octubre la vid y el almendro el cual era muy numeroso, algunos vecinos también hacían negocio con carboneros a cambio de permitirles talar carrascas para leña.

En la actualidad ésos castaños ya no existen ya que se arrancaron para adosar la autovía A2 y las modernizaciones de abastecimiento eléctrico y telefonía, el cultivo de cerezos también se puede encontrar en esta zona dando como resultado un gran fruto. Desde hace algunos años cuenta con un centro multiactividades casa rural y restaurante dedicado a la relajación (yoga) y especializados en restauración vegetariana, La Casatoya cuenta con la afluencia de visitantes que escapan de las caóticas y estresantes grandes urbes de España y de otros lugares del mundo en busca de un oasis de paz entre la naturaleza que este paraje ofrece.

Su climatología no dista mucho de la de El Frasno, Inogés y Pietas ya que se encuentra adosado en la Sierra de Vicor, pero es un lugar más sombrío a ciertas horas del día y resguardado del viento por el monte que lo cubre, el cual lo hace un lugar de temperaturas algo más suaves en verano. Sus inviernos guardan mucha similitud a los de Pietas e Inogés por la elevada altura a la que se encuentran estas tres áreas rurales. Se pueden contemplar nieves y hielos con frecuencia y temperaturas que ponen el mercurio por debajo de los 0°C en los meses más fríos. Sería injusto no destacar la majestuosidad de Aluenda enclavada en plena Sierra bajo un manto de nieve qué duda cabe.La flora y fauna local es una de las más ricas y abundantes de toda la geografía nacional compartiéndola con El Frasno, Inogés y Pietas. Densos barrancos poblados por zarzales que dan cobijo a numerosas piaras de jabalíes y frondosos bosques de carrascas especie vegetal predominante de esta zona, el Pino es el otro árbol que destaca tras las chaparras en esta localidad. Este área es micología pura y podemos encontrar con relativa facilidad diversos tipos de hongos muy apreciados gastronómicamente. El corzo el zorro el tejón y algunos tipos de culebras de tierra incluida la víbora son otras de las especies animales que moran estos lares. Pero existe un tipo de arácnido que nos puede salir al paso caminando entre piedras y no podía ser otro más que el Alacrán, dándose una población discreta pero existente en conjunto con la víbora. El Frasno, Inogés, Pietas y esta localidad fueron testigos del asentamiento y zona de paso de diversas culturas y los vestigios Romanos que perduran con el paso de los tiempos en Aluenda son, por ejemplo, su puente de un ojo llamado Puente de La Boquera en el antiguo camino real. Aún se conserva una obra de mampostería en un pozo en la antigua Venta de la Alhóndiga en dirección a Calatayud. Adosada al cementerio se encuentra la Ermita de San Esteban, podremos encontrar la pequeña iglesia de La Coronación de María Santísima y beber del agua que mana de su fuente Del Cura en la misma plaza. Aluenda a partir del año 1845 también llamada Albenda entre 1713 y 1797, se unió a el Frasno perteneciendo anteriormente a las Sesmas del Rio Miedes, teniendo la consideración de una más de las aldeas del antiguo distrito medieval de Calatayud.

En el kilómetro 3,91 ermita de San Esteban.

 

En el kilómetro 8 puerto de Cavero de 765 metros de altitud.

 

 

En el kilómetro 8,25 dejo por la izquierda la pista que va al Pico del Rayo.

 

 

En el kilómetro 8,55 rotonda.

 

 

En el kilómetro 8,67 paso inferior de la autovía

 

En el kilómetro 9 continúo por la izquierda por la abandonada N-2

 

En el kilómetro 10,27 aparece de nuevo el asfalto.

 

En el kilómetro 11,57 salgo a la carretera cerca de Marivella

 

En el kilómetro 15,51 rotonda y paso inferior.

 

En el kilómetro 15,75 nueva rotonda.

 

En el kilómetro  15,92  llego al polígono industrial de Calatayud.

 

 

 

Hay que resaltar que Calatayud se convirtió en el primer ayuntamiento democrático de España, ya que se constituyó un día antes (el 18 de abril de 1979) que el resto de los del país, que lo hicieron el 19 de abril, por expreso deseo del Rey, que visitaba la ciudad y quería ser recibido por la Corporación elegida en las primeras elecciones libres.

 

Calatayud fue por un breve espacio de tiempo la cuarta provincia de Aragón.

Entre 1821 y 1823 se hizo realidad una de las aspiraciones de la ciudad de Calatayud: se la capital de una amplia área de municipios, poblados por más de 100.000 habitantes.

El 1 de enero de 1820 el coronel Rafael de Riego encabezó un pronunciamiento militar de signo liberal, que propició un cambio de régimen político. El Trienio Liberal estuvo marcado por la inestabilidad, ocasionada por los enfrentamientos entre los propios liberales y por la oposición, incluso armada, de los sectores absolutistas, que buscaban el retorno al Antiguo Régimen. Esta etapa finalizo en 1823, con la invasión del ejército conocido como los “Cien Mil Hijos de San Luis”. Fernando VII derogó la obra del Trienio y restauró las instituciones anteriores a 1820. El final fue cruento, como atestigua el ajusticiamiento de Rafael de Riego, seguido por el inicio de una fase oscura de la historia española conocida como la Década Ominosa. Los liberales en el poder implantaron un nuevo modelo administrativo y político, inspirado en la Constitución de Cádiz de 1812, que acabó con la división territorial de los corregimientos. Se buscaba el equilibrio basado en aspectos demográficos y geográficos. Las diputaciones provinciales deberían impulsar el desarrollo y la prosperidad de sus pueblos y habitantes, además de ser instrumentos eficaces al servicio de la administración central del Estado. Las Cortes españolas debatieron la configuración territorial provincial en la sesión celebrada el 7 de octubre de 1821. La creación de la Provincia de Calatayud fue debatida, puesta a votación y aprobada, los resultados: 76 votos a favor y 32 en contra. Las competencias de las provincias fueron muy variadas: reemplazos, beneficencia, educación, obras, exámenes de cuentas…. El 30 de diciembre de 1821 las Cortes aprobaron los límites territoriales de la Provincia de Calatayud, entre los pueblos integrados los había incluso del entorno de Medinaceli y Molina. En 1822, ya establecido el marco jurídico, la Diputación de Calatayud fue constituida. La integraron el jefe político, que la presidía, el intendente y siete diputados provinciales provenientes de los diferentes partidos judiciales de la Provincia. Comenzó a gestionar asuntos y a elaborar documentos y expedientes derivados de su actividad administrativa. Miguel de Cabrera de Nevares fue el primer presidente de la Diputación de Calatayud. De ideología liberal redactó una Memoria en la que asumía la tendencia independentista de las colonias españolas en América. Entre 1821 y 1823 se hizo realidad una de las aspiraciones de la ciudad de Calatayud: ser la capital de una amplia área de municipios, poblados por más de 100.000 habitantes. La capacidad de atracción de la ciudad sobre un área circundante fue reconocida y resaltada con la creación de la Diputación Provincial de Calatayud, una institución con poder político y de gestión administrativa, que abría una perspectiva prometedora de desarrollo. Pero la vida de la Provincia de Calatayud fue breve, su existencia concluyó con el decreto de 1 de octubre de 1823, por el cual Fernando VII declaró nulos todos los actos del Gobierno constitucional, entre ellos la creación de la Diputación Provincial de Calatayud, que desde ese momento dejó de existir para siempre.

Después de esta breve anotación ,en el kilómetro 16,29  después de una nueva rotonda

entro en Calatayud por la Avenida Barón de Warsage, que continúa como Paseo Cortes de Aragón, desde donde por la derecha ,paso por el Parque de la Plaza de la Fuente con un bonito quiosco de música. Desde aquí sigo por la calle Rua de Dato.

En esta calle se encuentra la Iglesia de San Pedro de los Francos del siglo XIV. Tiene tres naves y tres ábsides. Estilo  gótico mudéjar, con portada gótica . Su torreatalaya está inclinada y desmochada, posiblemente anterior.

En la Iglesia de San Pedro de los Francos, el príncipe Fernando fué nombrado heredero de la corona, convirtiéndose posteriormente en el Fernando el Católico.

En 1461, se reúnen las Cortes en la iglesia de San Pedro de los Francos, bajo la presidencia del rey Juan II. En el transcurso de las mismas llega la noticia de la muerte del primogénito del rey, Carlos, Príncipe de Viana, por lo que se decide que el heredero de la corona sea el príncipe Fernando (posteriormente Fernando el Católico), hijo del segundo matrimonio del rey. Más tarde se casaría con la princesa Isabel de Castilla y cuando ambos accedieron al trono de sus respectivos reinos serían conocidos como los Reyes Católicos. Este enlace matrimonial hace que el nuevo rey se centre más en Castilla, con la consiguiente pérdida del peso político de Aragón y de Calatayud.

Ya en el siglo XX y con la Constitución democrática de 1978 ,en este histórico marco de la iglesia  de San Pedro de los Francos, la naciente Diputación General de Aragón, se constituyó formalmente el 9 de abril de 1978.Su denominación procede de la institución histórica del reino de Aragón desde la Edad Media hasta comienzos del siglo XVIII y del parlamento autonómico de la Comunidad Autónoma de Aragón desde finales del siglo XX. Reunida la Asamblea de Parlamentarios, se procede a la elección de los miembros del ente preautonómico con arreglo a la normativa dictada en el real decreto-ley: doce parlamentarios, correspondiendo cuatro a cada una de las tres provincias aragonesas; los presidentes de las Diputaciones Provinciales y un representante de los municipios de cada una de las provincias, elegidos por los representantes de los mismos en cada una de las Diputaciones Provinciales. Donde fue elegido como presidente de la citada institución aragonesa Juan Antonio Bolea Foradada. Para Calatayud, representó un día singular, volvía a recuperar su importancia histórica, como con la proclamación de Fernando como sucesor de Juan II, futuro rey de Aragón y Sicilia y, se iniciaba una nueva etapa de futuro para nuestra tierra, como comunidad autónoma y, se había llevado a cabo en Calatayud, cuyas calles estaban llenas de banderas cuatribarradas que después de tantos años, hacían sentirse a los bilbilitanos más aragoneses que nunca.

Enfrente de la iglesia se encuentra el palacio de Don José de L´Hotellerie Fernández de Heredia, Barón de Warsage. Cuartel Maestre General del Ejército de Aragón. Nació en y vivió en este palacio. Murío gloriosamente el día XVIII de febrero de 1809 como consecuencia de las heridas que recibió el día anterior en la defensa del Puente de Piedra de Zaragoza. Dedica este recuerdo 100 años después la Ciudad de Calatayud. Según reza en la placa  que recuerda su memoria.

Este palacio fue construido en el siglo XIX en estilo Neoclásico. Actualmente es sede del Casino Bilbilitano.

 

Continúo por la Calle Rúa de Dato  hacia la Iglesia de San Andrés.

La Iglesia mudéjar de San Andrés,consta de tres naves, originalmente mezquita. Bóvedas de los siglos XIV y XV. Presbiterio y ábside del siglo XVI. El cuerpo inferior de la torre forma parte del templo primitivo. El cuerpo de campanas es de 1509. Desde aquí me desplazo a la cercana  Colegiata de Santa María y Museo.

Monumento Nacional, destaca su portada de 1528, obra de Juan Talavera y del francés Esteban de Obray. La arquitectura interior es barroca del siglo XVII, pero en la ornamentación y en los retablos tenemos gran variedad de estilos. De la fábrica mudéjar original se conserva el claustro, la torre y el ábside que están declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Su torre con más de 70 metros de altura, es el principal elemento identificativo del perfil de Calatayud.

El Museo de Santa María, acoge una exposición permanente de piezas relevantes del patrimonio mueble de la Colegiata, una importante colección de platería y ornamentos sagrados y el conjunto textil conservado de gran importancia debido a su calidad y antigüedad. El museo ocupa cuatro crujías del claustro y las alas capitulares vieja y nueva.

A continuación llego a la Plaza del Ayuntamiento donde se encuentra la oficina de turismo.

 

Paso por un arco cuyo edificio está pintado en azul y que siguiendo la calle me lleva de nuevo a la Iglesia de San Andrés ,desde donde por estrechas callejuelas del Barrio de la Consolación , llego a la  antigua Sinagoga Mayor , reconvertida en Iglesia de la Consolación. Conserva el muro medieval de sillería, con entrada independiente para hombres y para mujeres. Era el epicentro de las reuniones plenarias de la aljama, aunque también, tenía una labor docente.

Su interior fue remodelado en el siglo XVII. Una placa de cerámica recuerda que:

La sinagoga mayor de Calatayud fue restaurada el 15 de mayo de 1995 como muestra patente de íntimo y emotivo homenaje del Ayuntamiento y los vecinos de la ciudad a la comunidad sefardí dispersa por el mundo, ejemplo vivo de fidelidad para con  su fe y su herencia milenaria la cual siempre tendrá en nuestros hogares y en nuestros corazones un entrañable Sefarad dispuesta a acogerles en un abrazo fraterno. Llegaron a existir hasta 7 sinagogas. Los judíos defendían que su judería era una de las más lindas y bellas de Sefarad. La presencia judía en Calatayud es simultánea al periodo musulmán ( año 919 d. C.) Pero no se constituirá como aljama hasta el siglo XII.

A finales del siglo XIII, la población judía en Calatayud supondría unas 185 familias. Pero diversas causas como la peste negra, la guerra con la vecina Castilla y las conversiones, fue disminuyendo el número de judíos hasta su expulsión en 1492. La configuración de la juderia responde a medidas de segregación tomadas durante la Baja Edad media. La judería se situaba en torno al Castillo de Doña Martina, cerrando el recinto una muralla que unía el Castillo con la Torre Mocha o de la Consolación y el de la Peña.

 

Tras iniciar la reconquista por  los cristianos , en el año 1120, la ciudad fue tomada por Alfonso I de Aragón, conocido por el Batallador. Poco después recibe el llamado  “Fuero de Calatayud” que constaba de normas políticas, civiles, judiciales, eclesiásticas, militares y agrícolas.

 

Llego a la Puerta de Terrer y la Fuente de los 8 caños.

La Puerta de Terrer , antes denominada del Matador, es una construcción bajorenacentista, del siglo CVI. Consta de dos torreones, unidos por un arco rebajado; sobre él, el ángel custodio de la ciudad. Los blasones de la fachada corresponden uno a las armas de Calatayud y otro a la de los Austrias. Actualmente alberga la sede del Centro de Estudios Bilbilitanos,

 

La fuente de los 8 caños es renacentista y construida en el siglo XVI para traer las aguas  hasta la ciudad y contaba con once caños. En el cuerpo superior hay un blasón de Calatayud. Uno de sus caños estaba reservado para el verdugo de la ciudad y otro para personas infames.

Desde esta fuente me acerco a fotografiar la fachada de la Iglesia y Convento de las Carmelitas Descalzas, actualmente reconvertido este espacio en el museo de Calatayud.

 

Seguidamente me desplazo hasta la Iglesia de San Juan El Real y que afortunadamente está abierta. Una maravilla, espectacular.

El templo construido por la Compañía de Jesús estaba dedicado a la Virgen del Pilar hecho que cambia cuando en 1769, dos años después de la expulsión de los Jesuitas, hubo de cerrarse la Parroquia de San Juan de Vallupié, ruinosa, siendo una de las más antiguas de la Ciudad, S. XII. Los parroquianos solicitan la cesión de la Iglesia Jesuita, consiguiendo la translación en 1770 con lo que pasó a tener la advocación actual, en honor a San Juan el Real.

Parte de la decoración no se había terminado y la torre de la misma se edificaría más tarde entre 1774 y 1777, al estilo mudéjar que imperaba en la ciudad, por Mosén José Jimeno de Ateca. Se halla situada en la cabecera, al este del presbiterio, se compone de tres cuerpos; el primero de planta cuadrada de paredes lisas, sin ornamentación alguna; el segundo ligeramente ochavado, con decoración de pilastras enmarcando vanos rematados por frontones curvos; el tercero de campanas, tiene decoración de ladrillo. Remata la torre un chapitel bulboso. Esta torre, más sobria en su decoración de ladrillo que las mudéjares de Santa María y San Andrés, no cede en gallardía y prestancia ante ellas.

El templo de estilo Barroco-Jesuítico es de planta en cruz latina y capillas en los contrafuertes comunicadas entre sí, sobre las que descansa una tribuna abierta a la Nave central por medio de ventanas con dos arcos de medio punto separados por un Parteluz. Tanto la Nave central como ambos brazos del crucero se cierran en bóveda de Lunetos, decorados con motivos vegetales muy recargados y de cuyo centro penden angelitos. El presbiterio es de cabecera recta y se cubre con una bóveda a modo de gran concha o venera, al estilo francés. El retablo del Altar es de manufactura bilbilitana, por Gabriel Navarro, estos se hacían aquí en Calatayud por encargo y fueron cubriendo muchas de las iglesias de todo Aragón. El crucero se cierra con cúpula de linterna, sobre pechinas, que están decoradas con pinturas al óleo sobre lienzo pintadas por Francisco de Goya en 1766, cuando contaba veinte años de edad. Representan los cuatro Padres de la Iglesia occidental: San Agustín y San Ambrosio, obispos, San Jerónimo cardenal, y el papa San Gregorio, el Magno.
Pinturas que, sin lugar a duda, deben considerarse como la primera obra maestra de Goya. Oscurecidas por distintos factores hasta casi hacerlas desaparecer, las pinturas bilbilitanas han pasado desapercibidas durante generaciones.

En 1762 el rector y administradores del Colegio de Nobles bilbilitano invitan a Francisco Bayeu a desplazarse a Calatayud con el objeto de encargarle las pinturas de las pechinas de su iglesia. En esta visita se decidió el procedimiento pictórico a usar en su ejecución, que no fue el fresco tradicional ni la pintura al temple directa sobre el muro, sino sobre un entablado acoplado al muro, sujeto con pernos y finalmente recubierto con lienzo pegado a las tablas con cola. Este encargo queda relegado ya que Francisco Bayeu es llamado por Mengs como colaborador, por lo que se traslada a Madrid con su familia en junio de 1763. Ante la imposibilidad de pintar personalmente el encargo, Francisco Bayeu lo trasfiere el joven Goya al que considera preparado. Bayeu pasa a Goya los "modellini” que había pintado para otro encargo, con el fin de que le sirvieran de orientación y Goya efectúa una copia de los mismos. A la realización final Goya aporta su sello y fundamentalmente una mayor carga expresiva, paleta más oscura y ejecución fresca, casi abocetada, que se convertirá desde entonces en una constante del estilo tan personal de Goya. Y hoy, después de una acertada restauración, se admiran de nuevo unas pinturas geniales que preconizan a una edad temprana del pintor, su gran maestría y genio. Al crucero y al presbiterio abren amplias celosías voladas sobre un basamento rococó. En ambos laterales del crucero colgaban dos cuadros de gran tamaño con interesantes pinturas del maestro de Goya, Joseph Luzán.  Se conserva todavía uno de ellos que representa a la “inmaculada concepción”. El que hacía par, tenía como advocación mariana “La Santísima Madre de la Luz”; posteriormente lo considerarían las autoridades eclesiásticas como una heterodoxia jesuítica, se retiró del marco y fue destruido. El marco se reutilizó y hoy muestra una imagen de San Juan.

El óculo que abre a los pies se halla oculto tras un magnífico órgano, en una espléndida caja barroca de considerables dimensiones y rica talla del s. XVIII, que se ha restaurado recientemente. Desde hace varias décadas, y siempre de una manera oral, se ha comentado que el actual órgano de San Juan el Real “lo habían traído de fuera”, tal vez a finales del siglo XIX o comienzos del siglo XX. Una anotación más fiable la tenemos en una ficha de catalogación  realizada por el organero Gerhad de Graaf hace unos treinta años, donde se anota: “Dicen que este órgano lo han comprado en San Sebastián y que el viejo lo han vendido a Moros”. La pista del órgano primitivo de la iglesia de San Juan la perdemos en la parroquia de Moros ya que en ella hubo un incendio devastador y arrasó todos los bienes muebles. Al exterior la fachada, realizada en ladrillo sobre zócalo de sillería, como el resto del templo, está dividida en dos cuerpos rematados en su eje central por un frontón curvo y otro triangular. Además, las cornisas y los pináculos con remates de bolas y labrados en piedra caliza blanca, contrastan cromáticamente con el conjunto de planos resaltados de ladrillo rojo. La puerta de acceso procede de un templo anterior, “San Salvador”, dadas sus características renacentistas. Consta de dos columnas abalaustradas, de orden jónico que apoya sobre el basamento y una hornacina con una estatua de San Juan sobre el dintel que las cierra (1774-77). También encontramos el escudo real de Fernando VI. Cabe destacar el Museo de la Parroquia, instalado en su sacristía, donde podemos observar grandes muestras del barroco español de los siglos XVII y XVIII.

Después de disfrutar de este templo maravilloso ,en el kilómetro 24 inicio el regreso.

En el kilómetro  41,83 llego a la gasolinera del Frasno y con un total de 11.381 kilómetros.

 

 

 

Las fotografias aparecen por orden de ruta.

 

Serafín Martín.

 

Fuentes propias y:

 

https://elfrasno.org/pedanias/aluenda/

 

https://www.calatayud.es