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Ruta.-96 Por la Jacetania 1- Fuencalderas-Javierrelatre-Bernués San Juan de la Peña.
El 7 de mayo de 2006 salgo de Fuencalderas en dirección a San Juan de la peña.
En el viaje hasta San Juan de la Peña estoy acompañado por Encinas, Quejigos y Pinos
Fuencalderas ya lo describo en la ruta 94 por el Serrablo, sin tardanza me dirijo por una carretera local estrechica pero bien asfaltada a Javierrelatre, situado a 708 metros de altitud. Javierrelatre, esta situado en la margen derecha del Río Gállego. Es el núcleo más habitado de todo el municipio de Caldearenas, escasamente tiene 100 habitantes. cuenta con un horno de pan, que hasta la primavera de 1989 funcionaba en esta comarca, y que en la actualidad sigue funcionando al cien por cien de leña, del viejo horno solo queda el local, puesto que el antiguo fue derribado para poner en su lugar uno más funcional. Pero lo interesante es su historia que está perfectamente reflejada en un libro en el que desde 1856 se han ido reflejando los diversos convenios entre la sociedad propietaria y los aspirantes a horneros. Antes de esa fecha existía un horno de pan perteneciente a todos los vecinos, pero en cierta manera, la situación cambió con la promulgación el 1 de mayo de 1855 de la ley de Desamortización General, del Ministro Pascual Madoz, que seguía las pautas de la anterior Desamortización de Mendizábal. Por ello en Mayo de 1856 se reúnen 45 vecinos todos labradores, ante notario y testigos, para reconducir la situación y no quedarse con un servicio tan fundamental como el horno de pan. Finalmente el horno es comprado por algunos particulares, quedándose la mayoría de vecinos sin su horno de toda la vida, por lo que deciden fabricarse uno y formar una sociedad, consiguen un local por 100 reales de vellón y establecen las pautas por las que se regirá en lo sucesivo la sociedad y los futuros horneros. El contrato establecía que quien dirigiera el horno, a nombre y cargo de la sociedad, se promete seis onzas de masa por fanega de trigo que se amase, la leña y palas necesarias para el que tome este cargo, cuya garantía se pondrá como en clase de arriendo todos los años por el mes de Septiembre. El contrato también establecía penalizaciones como, que si se perdían panes o se inutilizaban estos corrían por cuenta del hornero. El socio que lleve a cocer panes a otro horno sin justa causa no percibirá derrama. Por el contrario se le exigirá tres almudes de trigo por cada caíz que se calcule ha amasado en el mismo año.
En 1859 hay dos aspirantes a horneros, los dos por la misma cantidad por lo que se procede al desempate mediante votación con judías blancas y royas, ganando el que saque mayoría de ellas. Las blancas a favor de Ramón Mayner y las royas a favor de Juan Ramón Grasa, sacando mayoría Ramón Mayner. Esta situación se repitió en 1887 pero con tres aspirantes. Javierrelatre y su pequeño valle es una delicia para los sentidos, sus calles y edificios conservan su arquitectura popular, que disfruto mientras me dirijo a lo alto del caserío donde se sitúa su iglesia está construida sobre un tozal que4 la hace bién visible. En principio esta Iglesia fue románica (S-XII) ,aunque de su primera fábrica solo se conserve su extraordinario ábside y parte de los muros laterales. Tras sufrir un incendio, la iglesia se remodela y amplía en la primera mitad del Siglo XVIII quedando el antiguo ábside como coro y situando el altar mayor en el sentido opuesto, así mismo se abre un amplio crucero levantándose un cimborio. Pero solo estas obras las que se realizan, sino que hay una serie de actuaciones, durante todo el Siglo XVIII que denotan un auge económico del pueblo, que se traduce en un gran florecimiento de su iglesia. Entre los cambios destacan el Retablo del Altar Mayor, que también cambia de titular. Hasta esta fecha la iglesia estaba dedicada e intitulada del Salvador, pero con el nuevo retablo será de la Adoración de los Reyes la nueva invocación. El rector de Javierrelatre, natural del mismo pueblo y que lo fue entre 1713 y 1762, señala al respecto entre otras cosas lo siguiente: Que el retablo de la adoración de los Reyes que se dice de voz común fue pintado en Zaragoza por unas pintoras de fama llamadas las Quintanas a quienes aún las alcanzé yo a conocer en dicha ciudad por los años 1713 y 1714. De este párrafo cabe deducir que se perdería un retablo anterior, Renacentista o gótico, y antiquísimo dice el rector y que el nuevo que se conserva en buen estado en la actualidad, se debió realizar muy al final del siglo XVIII. Desde luego, el lienzo central con la adoración de los reyes es de muy buena factura y no exento de calidad. Se a podido constatar que existió en Zaragoza una pintora barroca, llamada Clara Quintana que muere en 1726 ¿Tal vez una de las hermanas? En 1724 se realiza la hermosa portada barroca toda ella claveteada y obra de un gran herrero. Probablemente es por entonces cuando se abre también una pequeña lonja y se arregla la sacristía que .En 1734 se pinta la Iglesia, Se le encarga a un tal Joseph Lacruz de Jaca. En 1751 se hacen las campanas. En 1756 se pone suelo al granero de la iglesia, donde se recogían los diezmos y primicias para lo que se compran 1.100 ladrillos a precio de 40 reales el millar, lo que supone un gasto de 4 libras y 8 dineros. En 1768 se hacen unas gradas para el altar mayor, las realiza un escultor de Bolea por 5 libras y 4 sueldos y las dora un dorador de Ayerbe por 6 libras. El mismo año un cantero de Botaya hace la pila de agua bendita por 30 libras y se encarga también un crucifijo para el altar mayor. El mismo año de 1768 se encarga una custodia de plata a Joseph Cerrada platero de la ciudad de Huesca. El 23 de Agosto de 1769 se hace un contrato para el monumento y cuadro de San Antonio Abad, que costará todo 80 libras Jaquesas y que deberá estar acabado en cuaresma del año 1770. El autor fue Braulio Gozález de Huesca. En 1770 se hace un cuadro para la pila bautismal. En 1774 se doran los retablos. La Iglesia de Javierrelatre poseía una gran cantidad de tierras, por lo que contaba con un buen patrimonio. Desde luego era una de las iglesias ricas de la Diócesis o al menos eso era lo que de si mismo creían los rectores que estaban al frente de ella. Son ilustrativas al respecto las siguientes citas. Que las dos casullas, blanca y morada, que no tienen uso en la iglesia, por estar rahídas se destinen para una iglesia parroquial pobre. Esta rectoría merece más por ser la de mayor esplendor del Obispado (1820). Entre 1800 y 1900 Javierrelatre aumenta su población un 78’42% de forma coyuntural por la construcción del ferrocarril de Canfranc. En 1897 se instala el Cuartel de la Guardia Civil que alojará a 4 o 5 familias, dicho cuartel se suprimió en 1934.Desde la iglesia me acerco al cercano Itinerario Ornitológico o Senda de Paco y que partiendo de la iglesia sube en dirección al cementerio lo rodea y vuelve al pueblo, tiene un recorrido aproximado de 550 metros.
Francisco Ubieto Tesa (Señor Paco) nació el 3 de Diciembre de 1901 en Casa A´Barca en el pueblo de Ara, situado en la Ladera este de Peña Oroel. Como muchos otros jóvenes de l época viajó a Francia (Las Landas) donde trabajó con la madera. La añoranza de su tierra le hizo regresar a Sabiñánigo para trabajar en la fábrica hasta que un día, en el año 1927, se casó con Humildad Navasa de Casa Miguel de Ara (Javierrelatre) Como yerno del amo se hizo cargo del patrimonio; aró sembró y recolecto la tierra. Pastoreaba el rebaño de ovejas por este mismo lugar, donde ha quedado marcada la senda, prueba evidente de la vida del hombre rural en el Prepirineo Aragonés. El Señor Paco falleció en Javierrelatre el 6 de Noviembre de 2002.Prosigo mi ruta dejando la Comarca del Sobarba para introducirme en la Comarca de la Jacetania por un valle maravilloso. Me encuentro con una pardina que no consigo averiguar su nombre, pero me llama la atención su Iglesia con espadaña y el ábside en forma de proa de barco, su interior esta en ruina y la vegetación se está apoderando de las construcciones, cruzo el Barranco del Salto que baja con caudal apreciable y salgo al cruce de la carretera que viene de Anzánigo tomo la derecha en dirección a Bernués. No entro en Bernués porque mi objetivo es saber si soy capaz de llegar a san Juan de la Peña y disfrutar del lugar, por lo que hago unas fotos desde la entrada a Bernués cojo el desvío a la izquierda y donde comienza un repecho de aupa. El día esta un poco tonto y a ratos llueve sin ganas, está nublado y me hace dudar si volverme o no ya que no llevo impermeable y no hay donde refugiarse contra una tormenta, mientras subo compruebo a mi derecha señales de GR y la flecha amarilla del Camino de Santiago así como la imponente Mole de Peña Oroel que voy dejando atrás, mientras subo se puede apreciar plantas como el Erizón, planta picuda, adaptada a vivir en condiciones extremas. Si se pisa parece una almohadilla y se aferra al suelo, protegiéndolo de la erosión. Casi llegando a la cima dejo a mi izquierda el desvío al pueblo de Botaya que veo en lo bajo del Macizo de los Conglomerados de San Juan de la Peña. (El Macizo de San Juan de la Peña está rodeado en gran parte por roquedos abruptos con paredes verticales que ofrecen perpestivas absolutamente vertiginosas) Cuando la carretera se nivela veo el final de la entrada al Monasterio Nuevo, la carretera es como una avenida recta que le da sombra unos Pinos Silvestres, o Pinos Royos como se conocen en Aragón, altísimos y que alcanzan más de treinta metros de altura que dan la sensación de túnel, cuya luz de salida es el Monasterio Nuevo donde inevitablemente sales a su fachada principal, hoy en día este monasterio está siendo completamente restaurado por el Gobierno de Aragón. Desde la fachada del Monasterio nuevo me dirijo al Balcón de los Pirineos por una senda muy bonita donde encontraremos Castaño de las Indias árbol majestuoso originario de los Balcanes y Bulgaria. En la península crece de forma espontánea, aunque frecuentemente se cultiva como árbol ornamental. Los ejemplares que hay en esta senda fueron plantados por los monjes a finales del siglo XVIII en el lugar donde se emplazaba el jardín del monasterio. Buenos conocedores de las propiedades curativas de las plantas, sabrían que disolviendo la corteza o la semilla en alcohol se obtiene un excelente remedio contra la flebitis, varices u hemorroides, debido a sus propiedades antiinflamatorias y vasoconstrictoras. También me acompañan en esta senda los Acebos. Arbusto o arbolillo que durante la época invernal se carga de unos decorativos frutos rojos que contrastan con el verde, lustroso de sus hojas. La costumbre importada de Centroeuropea de utilizarlo como adorno navideño, ha estado a punto de hacerlo desaparecer de muchas zonas. Esta circunstancia ha obligado a concederle una protección especial, incluyéndolo en el Catálogo Nacional de especies Amenazadas. Aquí constituye un denso sotobosque que durante el invierno cumple una importante función ecológica como despensa y refugio para las pequeñas aves que viven en el bosque. El Pino Silvestre o Pino Royo que esta presente no solo en esta senda sino que esta por todo el macizo de San Juan de la Peña, con alturas de más de treinta metros, si observamos su parte superior comprenderemos el apelativo de royo. Especie amante del sol, los rectos troncos crecen buscando su luz, permaneciendo verdes solo aquellas ramas que logran alcanzarla. Las piñas encierran en su interior unos diminutos pero nutritivos piñones codiciados por ardillas y ratones. El Boj arbusto de hoja perenne y muy abundante en el Alto Aragón. Puede hacerse muy longevo alcanzando en muchos casos los 500 años. Adaptado a una gran diversidad de factores ambientales, es fácil verlo crecer sobre laderas soleadas de escaso suelo soportando temperaturas extremas, o encontrarlo refugiado en el interior del bosque, bajo condiciones de escasa luminosidad. Aquí en las laderas de San Juan de la Peña el acebo cede su sitio al Boj, que pasa a ser al especie dominante en el sotobosque Por estos parajes habitan animales que no vemos pero están como la Garduña, Maese Zorro y el señor Tejón. Y en los cielos podemos contemplar aves rapaces como el Buitre, el Alimoche, Quebrantahuesos y Águila Real algunas de estas aves usan las repisas y oquedades de este impresionante macizo para posarse y anidar Llego al Mirador Balcón del Pirineo. Donde hay una losa en forma de media Luna y que nos indica las cumbres y macizos del Pirineo Aragonés que tenemos enfrente. Regreso a la pradera del Monasterio Nuevo donde hay bancos y mesas fuentes un pequeño restaurante incluso hay habilitada una zona de recreo para los más pequeños, zona de aparcamiento, y un centro información e interpretación precioso donde nos podemos informar de todo lo relacionado con la fauna, geología, flora e historia de San Juan de la Peña. Como la Guía del centro me informa que a las 14 horas se cierra el Monasterio viejo y son las 13’30 horas me voy rápidamente al monasterio viejo mientras bajo contemplo esta maravilla construida por la fe de los hombres, llego a las 13’40 minutos, solo dispongo de 20 minutos para visitarlo, eso si amablemente me permiten dejar la bici dentro del recinto donde monacal.
Según la leyenda la fascinante ubicación del monasterio viejo de San Juan de la Peña, encajonado en el gran abrigo rocoso conocido como el Galeón, solo podía estar arropada por la leyenda. Esta remonta su origen al hallazgo milagroso de un joven zaragozano llamado Voto, cuando se precipitó con su caballo al abismo, mientras perseguía un ciervo. Sin poder evitar la caída, se encomendó a San Juan Bautista y el jinete y su montura descendieron suavemente hasta el fondo. Allí descubrió la gruta con el cadáver incorrupto de un anacoreta, Juan de Atarés según rezaba una inscripción, quien había dedicado su oratorio a San Jun. Impactado por el suceso, vendió todas sus posesiones repartiendo el dinero entre los pobres, contó lo sucedido a su hermano Félix y ambos decidieron ocupar el lugar de aquel santo en el eremitorio. Vivieron felices en la oración y el retiro aprovisionados de pan por un ángel. Murieron santamente en esta cueva y fueron sucedidos por otros, que edificaron más recintos en este eremitorio rupestre.
El relato mítico nos traslada a mediados del siglo VIII, a la época de la invasión musulmana, la huida de cristianos hasta las montañas en busca de refugio y la legendaria formación de los primeros núcleos de resistencia cristiana.
En el abrigo natural que proporcionaba el imponente peñasco extraplomado se retiraron desde el siglo VIII, eremitas entregados a la vida contemplativa, la penitencia y la oración, en ocasiones fugitivos del dominio musulmán. A principios del siglo X el eremitorio se convirtió en monasterio. A principios del siglo X, el Conde Galindo Aznárez II de Aragón (839?-922?) fundó un primer monasterio bajo la titularidad de San Julián y Santa Basilisa. Debió construirse sobre un eremitorio anterior y es uno de los pocos ejemplos de arte mozárabe en Aragón. Lo conservado corresponde a la cabecera de la cripta o iglesia baja, que es de dos naves, debido a la doble titularidad, e incorpora elementos aportados por mozárabes, los cristianos emigrados desde Al-Andalus, como es el arco de herradura. El resto de esta iglesia es de época románica, así como las pinturas murales de los ábsides (siglo XII), dedicadas a los santos médicos Cosme y Damián, y la impresionante estancia de amplias arcadas que la precede, la llamada Sala del Concilio, que fue dormitorio monacal (siglo XI).
Durante la segunda mitad del siglo XI llegó a ser uno de los de mayor prestigio espiritual y poder terrenal. Fruto de donaciones de bienes materiales y privilegios por nobles y reyes, de él dependieron hasta 40 monasterios, con sus bienes y tierras, así como iglesias y villas (de las que percibían diezmos, limosnas, rentas e impuestos). También poseía concesiones de tierras y pastos, dinero, objetos valiosos y numerosas exenciones fiscales otorgadas por los reyes. Controló así la organización y administración socioeconómica, e incluso militar, de esta amplia zona rural y sirvió de espacio frontera para nuevos asentamientos. A partir del núcleo inicial y en sucesivas épocas se construyen diversas edificaciones, de las que hoy se conserva sólo una pequeña parte y entre las que destaca el excepcional claustro románico. Máximo esplendor del arte románico. Sus capiteles están decorados con escenas bíblicas
La Leyenda del Grial
Este Monasterio acunó al primitivo Reino de Aragón y en el que sus monarcas se ampararon. Pero lo más extraordinario de este monasterio es que albergó el cáliz supuestamente utilizado por Jesucristo en la Última Cena, conocido como el Santo Grial. La tradición cuenta que San Lorenzo lo trajo a Huesca desde Roma, como regalo del Papa Sixto II, y llegó al monasterio hacia el 713, para protegerlo de los ejércitos musulmanes. Aquí fue custodiado y venerado hasta su traslado a Zaragoza en el Siglo XIV, para recalar en la catedral de Valencia, donde se conserva.
En el siglo XIII comienza el declive económico y político del monasterio. Tras Alfonso I el centro del poder se desplaza al valle del Ebro. Después la corona de Aragón estará más atenta a su expansión en el Mediterráneo. L a reforma Cisterciense hará que otros monasterios tomen el poder. Los abades dilapidadores y las disputas y pleitos con otros monasterios y diócesis empobrecerán el monasterio. En el siglo XVI, al separarse, la diócesis de Huesca-Jaca pasa a la sede jaquesa la mayor parte del patrimonio y las rentas del monasterio, perdiendo éste su hegemonía como centro socio- económico.
Aquí me encuentro en el Panteón Real de los Reyes y Reinas de Aragón y su nobleza.
En las paredes del monasterio se han encontrado inscripciones como esta: Lope Ferrench salió del mundo en el segundo sol de septiembre. Por él lloro por él golpeo mi pecho¡ Es tan solo una cita de las muchas que nos hablan de la gente enterrada en el monasterio, muchos de ellos aristócratas. Pero para conseguir ser inhumado en San Juan de la Peña y que los monjes rezaran plegarias por su alma, previamente todos esos nobles habían realizado donaciones al abad, para estar a bién con Dios y con la comunidad religiosa. De ahí que, sobre todo los poderosos quisieran ganarse el cielo y no dudarán en invertir grandes sumas y posesiones en ello. Pero además procuraron dejar constancia de su buena relación con la iglesia, de ahí que no dudaran en inscribir sus nombres en las paredes del monasterio o incluso ornaran sus tumbas como en el caso de las que hay en el Panteón de Nobles. El primer patio abierto cuenta con dos hileras de tumbas una inferior y otra superior, en las que la forma de los nichos es semicircular. El semicírculo esta hecho en Ajedrezado Jaqués La gran mayoría de los nichos van ornamentados con una cruz o crismón. En este caso se trata de la cruz de Iñigo Arista. En la parte inferior del panteón varia la ornamentación, la cruz de Iñigo Arista se sustituye por una Leona imagen muy recurrente en la simbología de La Edad Media. En estos nichos se enterró al Conde de Aranda una de las personalidades más destacadas del Siglo XVIII, el personaje que nos ocupa era Don Pedro Pablo Abarca de Bolea, X Conde de Aranda nació en el castillo de la localidad Oscense de Siétamo, fue enterrado muy próximo a sus antepasados, sus restos fueron hallados durante unas excavaciones, en su caja mortuoria que a su vez contenía otras cajas. En una de ellas aparecía con letras de plata “DOM. Excmo. Sr. Conde de Aranda” Así pue4s se procedió a realizar los restos óseos aparecidos y el vestuario que le acompañaba, el cual se encontraba en pésimo estado de conservación. Tras los análisis se llegó a la conclusión, que este decidió ser enterrado con su uniforme de Capitán General y tocado con su peluca, tal y como aparece retratado en el Museo de Huesca. Los especialistas con técnicas modernas rellenaron con masilla una copia del cráneo encontrado y apareció la cara retratada del Conde de Aranda demostrando la fidelidad del retrato, la casaca también fue restaurada, todo esto lo pude ver en el pequeño museo del interior del monasterio.
Es una maravilla para los sentidos, no hay palabras para describir este lugar.
El 24 de febrero de 1675, mientras los monjes dormían, se produjo un incendio en el monasterio Viejo que tardó tres días en ser sofocado. Ardieron el refectorio, la hospedería y el valioso archivo. Esto, su sombría ubicación, la humedad y los frecuentes desprendimientos de piedras, llevaron a la decisión de abandonarlo y fundar el Monasterio Nuevo.
Terminada la visita debo volver sobre mis pasos para lo que debemos subir una buena cuesta que me devuelve a la pradera del Monasterio Nuevo, durante esta subida veo, tulipanes, jacintos y ajos silvestres. Ya en la pradera repongo fuerzas en la zona de merendero. En esta zona como ya he dicho antes se encuentra el Monasterio Nuevo.
El Monasterio nuevo se empezó a construir ese mismo año en un lugar mas soleado, la cercana pradera del Llano de San Indalecio. Se utilizaron para ello fondos y rentas del monasterio medieval, que quedó vacío, sólo con dos monjes ocupados de su cuidado y su mantenimiento. En 1682 se trasladaron los a una iglesia y alojamiento provisionales.
La Iglesia del nuevo monasterio fue bendecida en 1705 y terminado su conjunto en 1714, se trata de una obra barroca que contó, además ,con una pequeña muralla, dos claustros, cámara abacial, 19 cuartos para monjes, archivo, librería, refectorio, botica, enfermería, jardines, hospedería y hospital para pobres y peregrinos.
El Monasterio Nuevo fue incendiado y saqueado por las tropas francesas en la Guerra de la Independencia, que sin embargo respetaron el Viejo.
El apoyo del monasterio a los carlistas hizo que, en castigo, fuera ordenado en 1835 su desalojo, .Este sería definitivo ese mismo año con la Desamortización de Mendizábal y su paso a propiedad del Estado.
San Juan de la Peña fue el segundo Espacio Natural Protegido del Pirineo (1920), después de Ordesa (1918) Es un macizo individualizado de las sierras exteriores Pirenáicas que combina su rico patrimonio natural con un excepcional patrimonio cultural e histórico, vinculado a los primeros Reyes de Aragón.
Desde aquí regreso al punto de partida que al ser cuesta abajo es una gozada.
Las fotografías aparecen por orden de ruta.
Serafín Martín
Fuentes propias.
© Cheluy -Sera 2006