|
|
Ruta 43.-Siétamo, Castejón de Arbaniés, Sipán, Molinos de Sipán, La Almunia del Romeral, Santa Eulalia la Mayor.
El 26 de junio de 2008 llego a Siétamo con un total de 1496 kilómetros
Este municipio incorpora además de Siétamo, a las entidades de: Arbaniés, Castejón de Arbaniés y Liesa. En el año 1845 se le une Castejón de Arbaniés. Entre los años 1970-1980 se le unen Arbaniés y Liesa. Siétamo es un municipio en la provincia de Huesca, que pertenece a la comarca Hoya de Huesca. Está situado, sobre una suave colina cerca del río Guatizalema a una altitud 559 sobre el nivel del mar. Gentilicio Sietamino / Sitamino. Su población era de 588 habitantes según el INE de 2007. En marzo del año 1099 el rey Pedro I de Aragón dio al monasterio de Montearagón la iglesia de "Setimo" Siétamo debe su nombre a “Séptimun Milliarium” de la vía romana Osca, Ilerda. Su trazado urbano se articula con la calle de acceso a la plaza Mayor. En Siétamo radica la casa solariega de los Abarca de Bolea. Aquí nació la escritora y poeta aragonesa del barroco Ana Francisca Abarca de Bolea, que es una de las pocas escritoras que en el siglo XVII utilizó en sus composiciones la lengua aragonesa. El Conde de Aranda también vivió en Siétamo y aquí se encuentra el hermoso castillo homónimo. En su plaza se encuentra Iglesia parroquial dedicada a San Pedro Mártir de estilo gótico construido en 1572 por el arquitecto Martín de Zabala. Edificio de sillería, de una única nave de tres tramos cubiertos con bóvedas de crucería estrellada. Tiene capilla mayor semicircular cubierta con exedra y una capilla a cada lado de la nave. Coro alto a los pies sobre bóveda de crucería. Torre en la fachada de dos cuerpos diferenciados rematada por Chapitel piramidal octogonal. Adosada a la Iglesia contemplo la Casa palacio de la familia Almudévar, obra característica de la arquitectura civil aragonesa del Somontano Oscense. Esta edificación cierra la plaza y en ella se ha gestado gran parte de la historia y literatura de la Comarca de la Hoya de Huesca, durante los siglos XIX y XX, a dado personajes como José María y Manuel Amudévar, Silvio Kosty y María Cruz Bescós, José Antonio Llanas, José cardús e Ignacio Almudévar. Su ayuntamiento es de diseño Neo aragonés que efectuó el Servicio de Regiones Devastadas. Alzada en el año 1940, constituye un ejemplo de arquitectura de este servicio. Da paso a una zona o barrio que fue levantado por el mismo servicio de Regiones Desvastadas, sobre un modelo de casa doméstica que se aplicó en toda la comarca. La cruz de la plaza de la Iglesia es en memoria a los caídos en la última Guerra Civil Española. Paseando por sus calles descubrimos bellos ejemplos de arquitectura popular de la zona de entre la que destaca la "Casa Grande", situada en la calle que desemboca en la plaza, frente a la portada de la iglesia. Es una edificación típica aragonesa del siglo XVII, construida en 1692, edificio de cuatro plantas realizado en piedra sillar y con revoco parcial de yeso. Cuenta con una portada en arco de medio punto con grandes dovelas. Casa Cavero perteneciente a la arquitectura civil aragonesa su fachada es digna de admirar, sobresaliendo su piedra armera sobre la puerta de acceso. Se conservan los restos del castillo-palacio, donde nació el Conde Aranda. Sobre el castillo romano se situaría el medieval, vinculado a la ilustre Casa de los Abarca de Bolea era de planta rectangular, realizado en piedra y macizo, cuya torre miraba hacia la Plaza Mayor. Se mantiene únicamente un largo lienzo de su barrera exterior con un torreón cilíndrico con almenas en punta. Fue demolido y en el solar vacío pueden verse los arranques de muros y cimientos de la torre del homenaje. En este castillo nació Don Pedro Pablo Abarca de Bolea, Conde de Aranda. Junto a estos restos hay un monumento a los falangistas. Recorriendo sus calles nos llama la atención otras edificaciones importantes como el molino, edificio amplio de planta rectangular dividido en tres plantas. En la inferior se encuentra el molino y las cuadras, en los dos superiores la vivienda del molinero. El edificio se eleva sobre un zócalo de sillares. También son de sillería las esquinas y las grandes dovelas de la puerta de entrada al molino. Tanto esta puerta como los vanos mayores, rectangulares, de las tres plantas se abren al Sur. El tejado es de teja árabe de color amarillento, típica del Somontano.
También me llama la atención la fuente lavadero de finales del siglo XIX. La fuente situada a la entrada de la población se estructura con un arco rebajado sobre imposta moldurada. Es coetánea a las de Sesa, Casbas y Sieso y todo ello levantado con piedra sillar característicos del siglo XVI. Posee una pila de cinco caños bajo el arco y cubierta con tejadillo liso a cuatro aguas que remata en una acrótera incompleta. En un lateral se sitúa en abrevadero de animales. El lavadero era una construcción de los núcleos rurales acomodados, que en evitación de bajar hasta el rio a lavar, construyeron un lavadero de agua corriente y bajo cubierto de las inclemencias. Se trata de uno de los pocos supervivientes de la Provincia de Huesca Siétamo celebra fiestas el 29 de Abril en honor a San Pedro de Verona y el 18 de Diciembre. Salgo de Siétamo en dirección norte a Castejón de Arbaniés, esta carretera pasa por las piscinas y junto a ella se encuentra La Fuente de Las piscinas, es un manantial a ras de suelo en el arcén de la carretera. Un poco más adelante dejo a la izquierda los restos de una cruz de término. El paisaje cambia por completo adentrándome en el prepirineo oscense y en pleno Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara. En el kilómetro 4 del parcial cruzo el Río Guatizalema y desde aquí comienzo a subir a Castejón de Arbaniés al que llego con un recorrido parcial de 5 kilómetros
Castejón de Arbaniés es una Localidad de la comarca Hoya de Huesca que pertenece al municipio de Siétamo en la Provincia de Huesca. Situada en un montecillo en el vértice del borde del mismo, a la izquierda del río Guatizalema, a 588 metros de altitud. El 3 de agosto de 1357 el rey Pedro IV de Aragón ordenó a los de Castejón de Arbaniés que no vejasen a Teresa Díaz de Mendoza, a quien pertenecía el lugar. El 18 de agosto de 1391 el rey Juan I de Aragón vendió al monasterio de Montearagón el lugar de Castejón de Arbaniés. El 23 de marzo de 1428 el rey Alfonso V de Aragón incorporó Castejón de Arbaniés a la Corona y prohibió enajenarlo. El 10 de febrero de 1440 el rey Alfonso V de Aragón donó el mero y mixto imperio en el lugar de Castejón de Arbaniés. En el Siglo XVI era de Melchor González. En 1845 se une a Siétamo y entre 1873 - 1900 pasa a Arbaniés Castejón de Arbaniés cuenta con un casco urbano donde podemos apreciar buenos ejemplos de la arquitectura popular haciendo uso de los materiales más requeridos en estas tierras, tapial y sillarejo. Sobresale alguna construcción como es la "Casa Morcate, levantad en 1793 presenta tres planta en altura y una portada en arco de medio punto con dovelas ornamentadas. La Iglesia parroquial de San Esteban, iniciado en 1792, es un templo barroco de finales del siglo XVIII. Obra en sillería, posee una sola nave cubierta de lunetos, crucero con bóveda rebajada elíptica sobre pechinas y brazos del crucero cubiertos con bóveda de cañón. Al interior tenemos un coro a los pies en alto y sobre esta misma zona la torre de tres cuerpos, los dos primeros formando parte de la fachada mientras que el tercero presenta planta cuadrada con un vano en cada frente, todo coronado por un chapitel piramidal de planta octogonal. La portada es de arco de medio punto, con intradós mixtilíneo y trasdós recorrido por una moldura que imita puntas de diamante, enmarcándose todo el conjunto por pilastras que sostienen una cornisa ligeramente volada sobre la que hay una hornacina vacía. En su término molino construido en el siglo XIV, que fue donado en 1301 por martín de Foces al Monasterio de Casbas, quedando escasos vestigios cerca del puente, si bien estuvo en uso hasta principios del siglo XX, siendo un elemento muy común a lo largo de todo el territorio aragonés, convirtiéndose en una pieza clave del patrimonio industrial de la comunidad.
En la entrada a Arbaniés a mi izquierda de la marcha visito las ruinas de la ermita de San Silvestre desde la que se divisa la localidad de Arbaniés a la que pertenece. Esta todavía nos muestra un estilo arcaizante. Queda en pie la portada de medio punto con dóvelas enmarcadas en una moldura de sección próxima a la nacela, apoyada en impostas del mismo corte.
Llego a Arbaniés con un parcial de 8´29 kilómetros. Pequeña localidad asentada en terreno llano en plena La Hoya de Huesca junto al barranco de Rija y a la izquierda del río Guatizalema a 591 metros de altitud. Pertenece al municipio de Siétamo. El 3 de agosto de 1357 el rey Pedro IV de Aragón ordenó que no se vejase a Teresa Díez de Mendoza, que era dueña de Arbaniés. El 18 de agosto de 1391 el rey Juan I de Aragón vendió al monasterio de Montearagón el mero y mixto imperio y toda jurisdicción sobre Arbaniés. El 23 de marzo de 1428 el rey Alfonso V de Aragón prohibió enajenar Arbaniés en premio a la luición hecha por su universidad. En febrero de 1440 era dueño Martín de Anzano. En 1610 era de Gaspar de Gurrea. En 1845 tenía 40 casas y escuela para 16 ó 20 alumnos; El agua se cogía de la fuente de Fayed en verano y de la fuente de Picada en invierno. Entre los años 1970 - 1980 se incorporó a Siétamo. Presenta un núcleo urbano de trazado irregular formado por calles que se cruzan naciendo de diversas placetas repartidas por el centro urbano. En todo este conjunto podemos contemplar excelentes ejemplos de arquitectura popular de la zona, utilizando como principales elementos constructivos el tapial y el sillarejo. En una de estas plazas al borde de su casco urbano se levanta la Iglesia parroquial dedicada a Nuestra Señora de los Ángeles, construida sobre los restos de una antigua fortificación de la segunda mitad del XIII, de esta época se conserva la parte central con su ábside y algunos frescos románicos. Aunque modificada su obra en los siglos XVI y XVIII nos queda un templo de tres naves, la central recubierta con bóveda de cañón apuntado y en las laterales son varias soluciones que nos hablan de distintas épocas. Coro a los pies en alto, con frente adintelado. Portada con arco adovelado, que tiene en las jambas ornamentación incisa. Tiene en la cabecera de tres cuerpos, uno de planta cuadrada y dos octogonales, campanario de proporciones esbeltas rodeado de cuatro garitones. En su ábside contiene extraordinarios frescos, obra de transición entre los siglos XIII y XIV pertenecientes al llamado “Franco gótico” o “Gótico lineal aragonés”, que nos muestra en cuatro escenas el mensaje de vida y muerte, resurrección y vida eterna. De nuevo en ruta en el kilómetro 9´80 cruzo de nuevo el Río Guatizalema.
En el kilómetro 11´30 del recorrido parcial me encuentro con una cruz de término a la izquierda de la carretera. Esta cruz de término de alta y fina caña de piedra es de una sola pieza, que si bien ha perdido el remate, se fecha en 1710.
En el kilómetro 12´10 del recorrido parcial, llego a un cruce de carreteras, la izquierda señala a Huesca y a la derecha Aguas a 11 kilómetros, que es la dirección que tomo. Pero primero tengo que pasar por Sipán al que llego con 14´73 kilómetros. Capital del antiguo término municipal de su nombre, que incluía los núcleos de Los Molinos de Sipán y Loscertales y que hoy se integra en el de Loporzano. Se encuentra situada a 604 metros de altitud. Su primera mención documental aparece en 1104 en el Cartulario de Montearagón. Sipán tiene una balsa donde se encuentra Casa Santafé con su escudo de armas presidiendo la fachada. Es un rincón muy bonito. La arquitectura popular sigue las pautas tradicionales de la zona en cuanto a tipología y materiales. La iglesia parroquial dedicada a Santa María Magdalena, es un edificio gótico aragonés del siglo XVI que cuenta con una nave cubierta con una bóveda estrellada. Terminada la visita salgo de Sipán con un parcial de 15´20 kilómetros.
En el kilómetro 16´4 me desvío a la izquierda hacia Molinos de Sipán, encontrándome de nuevo con el Río Guatizalema, y que cruzo por un bonito puente situado en la entrada del pueblo. Pueden apreciarse los restos del puente viejo arrastrado por el rio en 1960. Esta localidad se encuentra situada a 590 metros de altitud. Los edificios siguen los postulados del somontano de Guara: zócalos y cadenas de piedra, rellenos de tapial y escaso ladrillo. Sobresale por su volumen la casa Maizal, Martínez, posiblemente del siglo XVIII, con arcos bajo el enfosque de la puerta de ingreso y zaguán. Se pueden apreciar los escudos de armas de los Zirias y los Arnales. Casa Molinero contó con oratorio particular. En Casa Arnal Lafarda, nació el dueño del Café Nacional, que estaba situado en la esquina de la Plaza de España, de Zaragoza, enfrente está Casa Calvo. Continúa en activo el molino aceitero y de harina, pero ahora la energía que lo mueve es la eléctrica, en tiempos no muy lejanos era la fuerza del agua la que movía su maquinaria y esta misma maquinaria generaba electricidad para uso propio y el resto la distribuía a esta localidad. Me despido de esta preciosa localidad para dirigirme a La Almunia del Romeral. En el kilómetro 17´11 me encuentro a la derecha y junto a la carretera la Ermita de Santa Lucía de Sipán, de los siglos XVI y XVII aunque transformada moderadamente.
Llego a la Almunia del Romeral con 19´27 kilómetros, esta localidad contaba con Ayuntamiento propio a mediados del siglo XIX. Posteriormente se integró en el término municipal de Santa Eulalia la Mayor y éste, más tarde, en el de Loporzano. Se encuentra situada a una altitud de 630 metros. Su primera mención documental data de 1265. La arquitectura popular sigue las pautas tradicionales de la zona tanto en tipología, como en materiales, aunque también cuenta con un sector residencial reciente dedicado a segunda residencia. La iglesia parroquial dedicada a San Vicente, es un edificio del siglo XVIII de sillería y tapial, compuesta de una sola nave dividida en cinco tramos y cubierta con bóveda de lunetos, en el exterior a los pies se sitúa la torre de cuatro cuerpos y chapitel piramidal. Con 19´51 kilómetros parciales, desde aquí tomo una senda para descender al cauce del río Guatizalema. Cruzo el río por una pasarela muy estrecha y peligrosa, al llegar a la orilla tuve que cargar con la bici para subir la pendiente, para llegar a una carretera de servicio de la CHE y que comunica con la carretera de Vadiello y Santa Eulalia. Pero en lugar de eso decido tomar una senda que bordea el río, al llegar a una montaña muy escarpada el camino sigue por un túnel escavado en la roca , la altura del mismo desciende paulatinamente, tanto es así que en su desembocadura la bici no pasaba porque pegaban los cuernos , por lo que me vi obligado a aflojarlos y ponerlos hacia abajo, el túnel es muy estrecho y la zona de paso muy estrecha con una zanja profunda en el lado del rio.¡Pero el riesgo mereció la pena! Me encontré de pronto en una foz maravillosa, con piscinas y grutas naturales maravillosas ¡para mi solo! Después de bañarme y comer las viandas, de nuevo debo pasar el peligroso túnel, la senda de la ribera y salir con 20´22 kilómetros parciales por el camino asfaltado de la CHE salgo a la carretera de Vadiello a Santa Eulalia, con un parcial 21´17 kilómetros, una vez aquí tomo dirección a Santa Eulalia la Mayor. Llego al cruce de Castilsabas y Santa Eulalia la Mayor con un recorrido parcial de 23´36 kilómetros, tomo la derecha en dirección a Santa Eulalia, para llegar a ella debo subir un puerto de aupa, y que debido a el calor me pone a prueba. Llego a Santa Eulalia la Mayor con 26´52 kilómetros parciales.
Esta localidad capital del antiguo municipio de su nombre, que incluía el núcleo de la Almunia del Romeral y que hoy se integra en el de Loporzano. Se encuentra situada a más de 900 metros de altitud junto al límite del Parque de la sierra y cañones de Guara. Su primera mención documental data de 1098. En la plaza dejo la Bicicleta junto a la Fuente Alta. El casco urbano se extiende bajo una atalaya militar de planta circular, en la crónica de Aragón se menciona la conquista de su castillo en 1092 a manos de sancho Ramírez, afanado en reunir las tierras bajo la fe cristiana y romper la frontera musulmana que dibujaba el rio Guatizalema en el siglo XI. Desde este momento, Santa Eulalia se integra en el Reino de Aragón, en plena expansión entre 1064 y 1104. Al principio la población se asentó en torno al castillo, sumando un total de 18 casas. En la actualidad, son alrededor de 40, distribuidas a lo largo de una calle principal en la que se abren un par de plazas y de la que parten unas calles secundarias cortas y estrechas. La arquitectura popular sigue las pautas y tradicionales de la zona tanto en tipología como en materiales. Casa Bolero bajo la ermita románica, es una de las construcciones más antiguas de Santa Eulalia. La puerta de la ermita privada de Casa Calvo cuenta con una ornamentación geométrica y floral.
La iglesia parroquial dedicada a San Pedro, y abadía (1660) es un edificio del siglo XVII realizado en sillería y ladrillo y está compuesto por tres naves con bóvedas de crucería estrellada y torre de dos cuerpos a los pies rematada por capitel. Frente a la portada principal se mantienen los apoyos de un antiguo pórtico que completaría el conjunto y parte de un reloj de sol grabado en la piedra.
En la parte alta del pueblo se encuentra la ermita románica de la Virgen de Sescún del siglo XII, homónima de otra del siglo X, cuyas ruinas se han consolidado en 1998, situada en el extremo norte del antiguo término municipal. De una sola nave con cabecera plana y cubierta con bóveda apuntada. La puerta principal, al sur, tiene una sencilla decoración con dos arquivoltas. En la fachada oeste se abre otra puerta con arquivoltas y moldura de puntas de diamante, y una tercera puerta aparece cegada en el muro norte. En el paraje de Isarre se encuentra la ermita medieval de San Chinés, una cueva santuario de raíces hispanovisigodas.
Desde el Torreón tengo unas espectaculares vistas sobre la Hoya de Huesca y las gargantas del rio Guatizalema además y el Cerro Espiellos, el camino al embalse de Vadiello, el Pico Borón, Pico Fragineto, Peña san Cosme, Collado Petrenales y Tozal de Guara entre otros. El diámetro del torreón como el espesor de sus muros mide 1´90 metros. Terminada la visita a esta maravilla medieval regreso a Siétamo principio y final de esta ruta, con un recorrido total de 42´91 kilómetros.
Las fotografías aparecen por orden de ruta.
Serafín Martín.
Fuentes propias y:
http://es.wikipedia.org.
© Cheluy -Sera 2009