|
|
Ruta 31.- Perdiguera, Monte San Caprasio, Farlete.
El 28 de marzo de 2009 llego a Perdiguera con un total de 2575 kilómetros recorridos.
Los datos de perdiguera los expongo en la Ruta 92m, aun así, los vuelvo a recordar.
Perdiguera es un lugar de la Comarca de los Monegros, provincia de Zaragoza. Situado en el extremo suroeste de ducha comarca, al pie de una sierra a 473 metros de altitud, en la que hubo vida eremítica, la sierra de Alcubierre en la Depresión del Ebro. Su población en 1998, era de 447 habitantes.; en 1978, eran 556 habitantes.; en 1950, 759 habitantes.; en 1900, 681 habitantes. Gentilicio: Perdigueranos. Las primeras citas de Perdiguera tienen su origen en unos escritos de Benedicto XIII, más conocido como “Papa Luna”. Según la tradición, el pueblo se formó gracias a la huída de las gentes de una población próxima (Asteruelas) de la peste negra. La localidad nos muestra en su casco urbano buenos ejemplos de arquitectura tradicional, sobresaliendo la Casa Consistorial de mediados del siglo XIX. En ella nos encontramos un excelente juego de piedra y ladrillo típicamente aragonés. A ello hay que unir los volúmenes del templo parroquial, de Nuestra Señora de la Asunción, del más puro estilo Mudejar del siglo XV, bien restaurada y con ajuar considerable que preside un magnífico retablo del XVI. Hay varias obras de ésta época y posteriores así como un pequeño museo en la planta desván. Destaca también la capilla de la Virgen del Pilar con imagen del XVI enmarcada en retablo del XVII. La imagen titular de la Asunción, es de finales del XVI, hecha de madera y representa a la Virgen de pie llevando al niño desnudo con la mano izquierda. Probablemente la influencia monástica trajo el culto mariano a estas tierras. La Asunción perdió devoción entre la feligresía que dedica sus fiestas patronales a Santa Beatriz. Sin embargo, el culto mariano se mantiene gracias a otras advocaciones como la del Pilar. En la fachada de esta iglesia se puede apreciar la clásica galería aragonesa de arcos de ladrillo. Salgo de Perdiguera por el camino asfaltado del cementerio, en el 0´87 a la izquierda del camino paro para visitar la Ermita de San José. Esta consta de dos partes, la mitad más cercana a la puerta data del siglo XVII, la otra mitad es de principios del XX, con dos capillas laterales. En la década de 1960 se construyó el porche y se lavaron las paredes. Destaca la techumbre, diseñada con mucho detalle, y unos restos de pinturas en la parte más antigua de la ermita.
En el kilómetro 2´24 el camino se divide en tres. Tomo el camino central, que desde sus primeros metros ya va ascendiendo en fuerte pendiente y aparecen las primeras manchas de pino carrasco entre los sembrados de cereal.
En el kilómetro 5´55 el camino se vuelve a dividir en dos (aunque más tarde descubro que ambas se unen más adelante, yo tomo la pista principal de la derecha, es más larga pero con menos pendiente).
En el kilómetro 6´60 una vez salvado la fuerte pendiente de este collado llego al desvío al Radar Meteorológico, situado en el Monte Oscuro, justo enfrente de este sobre una loma se encuentra la Ermita de Santa Cruz, actualmente en ruinas, aún así escondo la bicicleta entre los arbustos y comienzo una ascensión penosa, debido al mal estado del camino y lo empinado del mismo. Esta ermita es originaria del Siglo XII, perteneciente al poblado de Asteruelas. Situada en un punto estratégico importante tuvo funciones de vigía y de guía para el acceso a sus propiedades. Posteriormente tuvo uso de refugio de la población en la Guerra de la Independencia. De nuevo en el camino, sigo en dirección al Monte Oscuro por una pista con buen firme y acompañado del bosque de de sabinas, enebros y pinos que me hacen más llevadero el ascenso. En el kilómetro 9´40 a la derecha del camino me encuentro con un cartel informativo del Monte Oscuro. En el kilómetro 11´76 paso por una paridera situada a la izquierda del camino.
En el kilómetro 13´11 abandono el camino que se dirige a los Rádares del Monte Oscuro para tomar el camino de la izquierda, que viene de Leciñena, en dirección a San Caprasio.
En el kilómetro 16´80 me encuentro con un nuevo cruce de caminos, que esta situado en un altiplano, pero esta vez lo tengo más claro, ya que a pocos metros, por el camino de la derecha, veo el Refugio del Jabalí y al fondo destacando en el paisaje, la Ermita de San Caprasio con su bosque de antenas.
Unos metros más adelante en el kilómetro 16´92 llego al refugio El Jabalí. En el kilómetro 21´95 llego al vértice Geodésico del Monte de San Caprasio y unos metros más adelante al altar de la Virgen del Pilar, me emocioné al leer su himno de alabanza y la cruz de Santiago, esta imagen fue donado por los habitantes de Alcubierre y demás pueblos de la zona.
Unos metros más delante del altar de la virgen, en el kilómetro 22´17
alcanzo la cima del Monte San Caprasio. La vista desde aquí es
impresionante, puedo apreciar las estepas casi africanas de la Depresión del
Ebro al sur y el monte oscuro a la derecha, cuya vertiente norte, igual que
el de San Caprasio, alberga magníficos bosques de pino carrasco, salpicados
de sabinas y encinas, que constituyen uno de los mejores enclaves naturales
de Monegros. San Caprasio con sus 811 metros de altitud constituye la altura
máxima de la Sierra de Alcubierre en torno a la cual se extiende la Comarca
de los Monegros. Se
trata, en realidad, de un relieve residual formado por calizas y margas de
capas horizontales de mioceno, que han quedado resaltadas por su mayor
resistencia sobre los yesos y margas de la comarca de Los Monegros
zaragozanos y oscenses. Su relieve se resuelve en peldaños y plataformas que
ascienden hacia la parte central de la sierra, donde se conservan buenos
pinares. Esta sierra divide además, la comarca en dos sectores
diferenciados; al sir en un abrupto descenso se llega a los Monegros más
áridos y erosionados con un paisaje descarnado que se extiende hasta el Ebro,
al norte, las laderas van descendiendo más suavemente hasta la depresión de
Sariñena, un terreno más fértil gracias a los ríos Alcanadre, Flumen y
Guatizalema y, en la actualidad, también al Canal de Monegros que ha
transformado radicalmente el aspecto de una parte importante de la Comarca.
Las ermitas son un punto de referencia básico para la comprensión de la rica
y compleja religiosidad popular. Muchas de ellas se sitúan sobre
emplazamientos ya empleados por cultos precristianos, como la cima de una
alta montaña, tal como podría suceder en este caso. Según cuenta la
tradición, el titular de esta ermita fue un humilde pastor que con sus
cabras subía hasta estos apartados lugares. Hay muchas leyendas sobre San
Caprasio, pero la más popular es que San Caprasio cuidaba ganado en la
Sierra de Guara -muchos dicen que de cabras por su nombre- hasta que un día
decidió hacerse monje, cogió su cayado y lo lanzó tan lejos como pudo, yendo
a parar a la Sierra de Alcubierre. En el sitio donde cayó el bastón surgió
una fuente y en las inmediaciones se puso la ermita, lugar muy saludable por
sus plantas medicinales, aguas de lluvia, abundancia de selenita (cristales
de yeso), aire puro en plena estepa, apaciguando y sanando el espíritu por
su calma y retiro personal. Su figura entronca, por tanto, con otros santos
pastores altoaragoneses como San Urbez, que demuestran la identificación del
santo popular con uno de los oficios más difundidos en estas comarcas. Desde
aquí bajo la ladera
por un sendero, hasta un roquedo
arcilloso, que nos va llevando hasta ellas, sin
perder nunca su visualización, bajando unas escalerillas de metal para
acceder al mismo nivel de las cuevas,
donde se
encuentran las cuevas excavadas por los miembros de la comunidad religiosa
de la ermita Hermanos de Jesús, que de acuerdo
con el Ayuntamiento de Farlete, las arregló y ensanchó para realizar una
capilla como lugar de oración.
Esta cueva ermita me impresionó por su sencillez, de rodillas, oré
en total soledad por mis seres más queridos, tuve una paz interior inmensa.
San Caprasio es también llamada la ermita de la Cueva de la Salud.
Las cuevas situadas en parajes desérticos y
apartados de la vida común fueron aprovechadas desde los primeros siglos del
cristianismo como estancias en las que los eremitas huían del mundo para
llevar a cabo, en la soledad y la contemplación de la naturaleza, su propia
búsqueda de Dios. Este es el caso del eremitorio situado en el escarpe
cercano a la ermita de San Caprasio que sigue siendo utilizado para este fin
en la actualidad. Además de la cueva ermita, hay otras dos cuevas abiertas,
una de ellas es redonda con nichos escavados en la pared, que sirven de
bancos y lechos para dormir, en el centro hay una mesa octogonal, rodeada de
un banco, esta cueva dispone de otra sala más
pequeñas que sirve como despensa,
aquí me como las viandas, y miro
el mapa, para decidir hacia donde ir, dudo entre seguir hacia Farlete o
volver sobre mis pasos y regresar directamente a Perdiguera.
Esta cueva también fue utilizada por un famoso
bandido de la zona, llamado el Cucaracha, para sus correrías. Esta sierra
también fue un punto estratégico durante la Guerra Civil española, sus
montes están llenos de trincheras. Decido bajar hasta Farlete.
En el kilómetro 23´27 llego al cruce con los indicadores GR -17 a Lanaja y Alcubierre, para ir a Farlete debo tomar dirección a Lanaja. Una vez más en el kilómetro 25´79 me encuentro con un poste, el de la GR-17 a La Aldea Correo (refugio) por la izquierda, tomo la derecha hacia Farlete
En el kilómetro 26´22 a la izquierda esta el indicador del Castillo de la Torraza, del Siglo XIII, y sin pensármelo decido visitarlo, la pista esta regular, con alto riesgo de pinchazo o caída, tanto es así que en el kilómetro 27´23 debo abandonar la bici y continuar andando poco más de 500 metros , por una senda de cabras , que primero desciende en pendiente muy pronunciada ,para ascender abruptamente a continuación , este último tramo está con pinos caídos que han quedado cruzados en el sendero Desde donde dejo la bici hay 500 metros que debo hacer a pie. La Torraza surge solitaria sobre un elevado espolón de las estribaciones meridionales de la Sierra de Alcubierre. Es una sólida obra de buena sillería y de dimensiones que se acercan a las de los «donjones», midiendo su planta rectangular 13 por 8,40 m., con paredes de unos 2 m. de espesor. Debió de tener cuatro plantas, conservando la inferior, de poca altura; se cubre bajo bóveda de cañón apuntado, y a ella accede la puerta, situada en alto y que conserva su bóveda de medio cañón inclinado, alojado en la pared. En esta planta varios mechinales revelan que se dividía en dos seguramente con forjado de viguería. Muy posiblemente existió una cuarta planta, aunque se ha perdido el remate. En varias paredes subsisten las primitivas saeteras, muy bien conservadas, con su derrama. La forma apuntada de la bóveda, y también la de la única ventana, muy estrecha, obligan a estimarla, por lo menos, del siglo XIII. Por desconocimiento de acontecimientos bélicos que pudieran haber motivado su construcción, habrá que tener en cuenta que Farlete se integró desde finales del siglo XIII en la baronía de Alfajarín que poseían los inquietos Cornel hasta la cuarta década del siglo XV, y sugerir que la levantarían como exponente de dominio en la zona y posible refugio contra el bandolerismo en una zona tan poco poblada. Es una pena que otro trozo de nuestro pasado esté abandonado a su suerte. Regreso de nuevo al camino principal y desciendo hacia Farlete, llego al Santuario de la Virgen de la Sabina con 33´41 kilómetros. En el camino viejo de Zaragoza a Cataluña, se edificó este santuario que sirve también como hospedería. Originado en el Siglo XIII y refundado en el XVII con muchos añadidos. Tiene dependencias interesantes como la sacristía donde se exponen objetos relacionados con la religiosidad popular, la cripta, una fresquera o la ermita antigua incorporada a la actual estructura. La imagen es sedente, de difícil datación por la multitud de reformas que le han hecho. Aparece con manto en el centro de un magnífico camarín perfectamente decorado con motivos marianos. Se conservan algunas coronas antiguas. A ella se le atribuyen variados milagros, siendo la imagen mas venerada del pueblo que celebra en su honor las fiestas mayores el 15 de agosto. Muy importantes son las novenas anuales en las fechas que anteceden a la Natividad de la Virgen. Es curioso constatar la existencia, del noviciado de los Hermanitos de Jesús (fundación del padre Charles de Foucauld), que ocupa la ermita de la Virgen de la Sabina. Eligieron este lugar por su parecido con los desiertos argelinos que anteriormente ocupaban. Utilizan las cuevas próximas a San Caprasio para hacer penitencia. Desde aquí me dirijo a Farlete al que llego con 34 kilómetros.
Farlete es un Lugar de la provincia de Zaragoza. Situado al sur de la comarca de Monegros en la Depresión terciaria del Ebro, en el piedemonte de la sierra de Alcubierre, a 413 metros de altitud. Su población: en 1998, 463 era de habitantes.; en 1978, 539 habitantes.; en. 1950, 623 habitantes.; en 1900, 499 habitantes. Gentilicio: Farletinos.
Farlete fue señorío hasta el 5-XI-1437, en que don Juan Mur, señor de la baronía de Alfajarín y del lugar de referencia, concedió a los moradores de sus dominios, en pago a su fidelidad y servicios, la libertad plena y la exención de las pechas que pagaban. Las citadas concesiones fueron ratificadas en 1487 por don Juan de Coloma, sucesor de don Juan Mur en la baronía de Alfajarín. Al cabo de dos años de este acuerdo, los diputados del Reino de Aragón otorgaron escritura de venta a favor de don Miguel Gilbert, el cual pasó a ser dueño de la baronía de Alfajarín y sus lugares, además de las villas de Nuez, Farlete y Candasnillo, con todos sus hombres y mujeres, casas, pastos, aguas, montes, dehesas, huertas, zofras, pleites, traidos, rentas, leñas y emolumentos. El precio de todo ello quedó fijado en 24.000 libras y 20 sueldos jaqueses. El 3-IV-1516, doña Isabel de Espés y Fabra recibió la baronía, villas y castillos y lugares de Alfajarín, Nuez, Farlete, Candasnillo y el término de Monte Oscuro. Siete siglos después se iniciaron los pleitos promovidos por don Francisco Ramón de Espés, barón de Espés y Alfajarín, que se prolongarían hasta más de mediado nuestro siglo XX.
El casco urbano se asienta en la llanura, cara al viento del secano. Paseando por su reducido conjunto urbano, descubrimos bellos ejemplos de arquitectura popular predominando el uso del mampuesto y el tapial La iglesia parroquial carece de interés, ya que fue derruida durante la guerra civil de 1936 y reconstruida posteriormente. En la década de 1970 llegó por vez primera el agua potable al pueblo. Desde Farlete, el desierto monegrino se extiende en vasta llanura hasta las tierras ribereñas del Ebro: veintidós kilómetros lo separan de Osera, en el mismo cauce del río con sólo treinta metros de desnivel en relación a las aguas redentoras. Salgo de Farlete por la carretera A-1104.
En el kilómetro 42´72 tomo un camino a la derecha de la carretera que me lleva a Perdiguera y que empalma, por el que salí por la mañana muy cerca del cementerio. Llego a perdiguera con un recorrido parcial total de 50´86.
Las fotografías aparecen por orden de ruta.
Serafín Martín.
Fuentes propias y:
www. enciclopedia-aragonesa.com.
Colección Rutas CAI - Nº 39 Los Monegros Edita CAI – PRAMES
www.redaragon.com
© Cheluy -Sera 2009