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Ruta 18.- Cabañas de Ebro, Alcalá de Ebro, Ínsula de Barataria, Luceni, Gallur Comarca de la Ribera alta del Ebro.
El 24 de Abril de de 2006, salgo de Cabañas de
Ebro, donde terminé la ruta anterior por la Ribera Alta del Ebro y que
discurría por el camino Jacobeo del Ebro. Hoy tengo intención de proseguir,
en dirección a Alcalá de Ebro, (la quijotesca Ínsula de Barataria) terminando
en Gallur. Salgo de Cabañas de Ebro por el camino que sigue el cauce del Río
Ebro, que da un quiebro para rodear todo el casco urbano, que ha sido
defendido con el consiguiente muro de contención, ante el peligro de que el
río se llevara las casas, donde termina el muro hay un cartel indicador de
Alcalá de Ebro y pintada en el la flecha amarilla que debo seguir. La mañana
está fresca pero luminosa, ideal para hacer cicloturismo. La primavera está
por todas partes y el Ebro esta muy crecido y marrón por los lodos que
arrastra. En el camino me encuentro con un indicador de la Ínsula de Barataria,
que debo seguir si quiero llegar a ella y que no es ora que la localidad de
Alcalá de Ebro. Las primeras noticias relativas a la localidad de Alcalá de
Ebro hacen referencia al castillo de origen musulmán que a orillas del Ebro
formaba parte del sistema defensivo de la ciudad de Zaragoza. Tras la
conquista de la ciudad de Zaragoza y sus alrededores en 1118, el castillo pasó
a formar parte de los honores reales, lugares en los que se formarían los
primeros señoríos de la Ribera Alta del Ebro, al ser confiados a los nobles
que acompañaban al monarca.
La propiedad sobre Alcalá correspondió a la casa de los Luna y posteriormente
a Pedro de Quesada, empezando a vincularse por sucesivas relaciones
matrimoniales con la casa de los duques de Villahermosa, instalada en la Villa
de Pedrola, hasta la abolición de los señoríos en 1833.
La mejor difusión que ha tenido la localidad de Alcalá de Ebro en la historia
de la literatura española, ha sido su identificación con la famosa Ínsula
Barataria, por un tiempo gobernada por Sancho Panza, el conocido escudero de
la más famosa figura literaria española, Don Quijote. Es de todos conocida, la
estancia en la villa de Pedrola de Miguel de Cervantes Saavedra, en el
invierno de 1568 como paje del Cardenal Julio Aguaviva y Aragón, hospedándose
en la casa del duque de Villahermosa, en aquel tiempo Martín de Aragón y
Gurrea, gran amigo de letras y cultivado aragonés en su época. Por eso se
supone que Cervantes tuvo conocimiento durante su estancia en Pedrola, que
durante las crecidas del río Ebro casi se convertía en una isla, al
identificarla con la Ínsula Barataria, y a los señores de la ínsula con los
duques de Villahermosa. Plasmándolo posteriormente en su novela Universal. Su
Iglesia parroquial de la Santísima Trinidad. Es del siglo XVII, de estilo
barroco y con cúpula sobre el crucero y coro alto a los pies. En su interior
guarda elementos de interés como su retablo mayor: Churrigueresco, de finales
del siglo XVII, formado por un gran lienzo de la Trinidad flanqueado por
columnas salomónicas; en la parte superior figura el escudo de los Duques de
Villahermosa. Retablo de San Antonio de Padua, que, según tradición, libró a
Gallur de las temibles plagas de la langosta, del segundo Renacimiento,
finales del siglo XVI. La imagen titular de talla se aloja en la hornacina
central. El resto de las casas llevan pinturas sobre tabla (escenas de la vida
de la Virgen en el cuerpo principal, escenas franciscanas en el banco y
calvario en el ático. Mazonería en madera dorada y policromada. Es el retablo
más antiguo de la Iglesia. A orillas del río hay unos muy bien cuidados
parques y jardines con unas maravillosas vistas del río y la estatua del que
fue gobernador de esta Ínsula mi amigo Sancho Panza, que sentado, y pensativo,
sobre las dificultades del “buen gobierno”. Me despido de Sancho Panza y
parto a Luceni, con una población de 1074
habitantes, esta situado en
el centro de la Depresión del Ebro, en la orilla del río. Comprende las
entidades de población de los Cabezos y Monte Comunes. Su origen se remonta a
la dominación romana. En el subsuelo de las ruinas del asiento primitivo del
pueblo se han extraído monedas y medallas del emperador Antonio Pío (siglo II),
evidenciándose también el paso de los visigodos por vestigios numismáticos de
los reinados de Wamba y de Witiza (siglos VII y VIII). Fue reconquistado a los
moros en el año 1.110 por Alfonso el Batallador.
A principios del siglo XII pasó a convertirse en centro de uno de los más
antiguos señoríos de la Casa de Luna, uno de cuyos representantes Don Lope
Ferrench de Luna poseía Luceni durante el reinado de Alfonso II de Aragón. Una
hija de D. Lope se casó con el Ricohombre Guillén de Alcalá de quién se habla
en el registro del rey D. Jaime I de 1.264 como de "Señor de Luceni" por
haberlo recibido como dote su esposa. Siendo heredado por su hijo D. Lope
Ferrench de Luceni, que se apellida como el abuelo materno y no como el padre
por el origen del Señorío. A éste confirmó Alfonso II de Aragón por privilegio
datado en Huesca a 13 de noviembre de 1.286 la posesión y señorío "de la villa
y castillo de Luceni" para él y los suyos perpetuamente. Luceni estuvo en
poder de su descendencia hasta mediados del siglo XIV en el que el señorío
pasa a poder del Conde D. Lope de Luna, cómo éste era el jefe de la Casa de
dónde procedía el señorío parece una restitución más que una venta, ya que la
estirpe varonil de los señores de Luceni se afeminó, no quedando otro
representante masculino que D. Lope Fernández de Luna, Arzobispo de Zaragoza
muerto en 1.382.
A la muerte de D. Lope de Luna en 1.358 pasa el señorío a su hija Dª María de
Luna, reina de Aragón por su matrimonio con Martín el Humano y cuando ésta
muere pasa con todos los estados de la Casa de Luna a poder de D. Martín de
Aragón, rey de Sicilia quien lo transferirá a su hijo natural D. Fabrique de
Aragón quién por no acatar la Sentencia de Caspe de 1.412 verá todas sus
posesiones confiscadas por Alfonso V. Luceni se incorpora pues, a la Corona,
de la que volverá a salir en 1.432 cuando será vendido a D. Pedre Martín de
Montello por 4.500 florines de oro y después a D. Gonzalo del Manzano quien
vuelve a venderlo en 1.443 a D.Bartolomé de Reus señor de Luceni secretario
del rey Alfonso V, el cual por su testamento en 1.473 fundó el Mayorazgo de
Luceni y Boquiñeni.
La última descendiente de los Reus, Dª Margarita de Reus, llevó en dote los
señorios de Luceni y Boquiñeni, Maleján y Ribas, a comienzos del siglo XVII a
su esposo D. Pedro de Agustín; y el último representante de la familia D.
Pedro Gaspar, Señor de Luceni y demás pueblos pertenecientes a su ilustre casa
se casó con Doña María Victoria Martínez de Marcilla. De este matrimonio fue
hija única y heredera Doña Lorenza Agustín y Martínez de Marcilla. Quien se
casó en 1678 con el cuarto Conde de Fuenclara y llevó como dote al matrimonio
los citados señoríos. Formaba parte de esta herencia la Casa Palacio de Luceni
de estilo renacentista, hoy actual Ayuntamiento donde nació el quinto Conde de
Fuenclara, D. Pedro Cebrián y Agustín en 1.687. Personaje importantísimo en el
reinado de Felipe V que fue Virrey de Nueva España.
Permanecerá el Señorío en poder de los Condes de fuenclara hasta principios
del siglo XIX época en la que se declararán abolidos este tipo de
jurisdicciones. En 1.911 la empresa azucarera Ebro construyó una fábrica de
azúcar en Luceni, esto supuso un aumento de población y una inyección
económica tanto en el municipio como en la Economía familiar dedicada
principalmente a la agricultura. En 1985 cerró sus puertas, trasladando a los
trabajadores fijos a otras empresas de la compañía, lo que supuso un descenso
importante de la demografía del municipio.
Sus tierras, son regadas además por el Canal
Imperial de Aragón. Saliendo de Luceni en dirección a Gallur me sorprendió ver
que Luceni cuenta con un Puerto Seco, llamado Puerto Seco Santander Ebro,
dependiente de la autoridad portuaria de Santander, de reciente implantación.
Su iglesia parroquial, de estilo gótico del siglo XIII (frecuente en Aragón),
en honor de la Candelaria, consta de una sola nave sostenida con madera sobre
arcos apuntados de piedra. La Iglesia de la Purificación de Nuestra Señora de
Luceni alberga en su altar mayor un magnífico retablo dedicado a la
"Presentación del Niño Jesús en el Templo".
Este retablo, de autor desconocido cosa normal en época aún medieval, es de
alabastro policromado, su relieve es muy plano y de factura gótica data de la
segunda mitad del siglo XV. Tiene dos partes bien diferenciadas. El banco o
parte inferior y el retablo propiamente dicho.
En el banco encontramos dos clases de representaciones. La Piedad, en el
centro y a ambos lados figuras de Santos; fácilmente identificables, San
Andrés, San Pablo, San Pedro y San Bartolomé.
El cuerpo central está ocupado por la "Presentación del Niño en el Templo"
bajo una decoración arquitectónica gótica de tres naves, y aparecen, además
del Niño, San José y Ana, en un lado y Simeón y la Virgen al otro.
El remate está ocupado por dos escenas: Calvario y Anunciación; la primera, en
el centro divide en dos a la segunda.
Se observa en todo el retablo la influencia de la escuela flamenca: la forma y
colocación de los pliegues, las figuras con el manto muy echado sobre el
rostro a las que parece que éste Ha fijado en el suelo, manos alargadas y
finas. Las "Vírgenes burguesas" de Van Eyck. Recuerdan a la Virgen de Luceni
en su estilo y escuela, cuya figura podría haber servido perfectamente para
representar el de una mujer cualquiera de la clase media.
Las túnicas y bonetes presentan una clarísima identificación con los flamencos
del siglo XV. Hay un dato curioso, la perduración de los bonetes de la bolsa
como algo típicamente judío Dado que San José y Simeón eso eran, se puede
juzgar que el artista lo sabía y su obra fue consciente.
Contiene un Cristo yacente del siglo XVII , desde aquí me dirijo a Gallur.La
Villa de Gallur. Municipio situado entre el Ebro y el Canal Imperial de
Aragón, La villa de Gallur se localiza en un llano que se extiende desde el
Moncayo hasta la Ribera Alta del río Ebro, en el denominado Somontano del
Moncayo, asentada sobre la ribera derecha del citado río. , frente a la
desembocadura del Río Arba. En la encrucijada de caminos de la carretera que
une Cataluña con Navarra y el País Vasco y las dos locales que van una a Soria
por Borja y Tarazona y otra a Sangüesa, por las Cinco Villas. Emplazada a sólo
254 metros de altitud., en la zona llana de la ribera del Ebro. Es esta región
aragonesa continuación de la Ribera Navarra, pero se diferencia de ella en que
carece de núcleo rector, ya que la proximidad de Zaragoza anula la capacidad
de ordenar el territorio de núcleos como Mallén, Gallur, Pedrola, Luceni y
Boquiñeni. De suelo fértil y abundante agua, utilizada para abastecer los
riegos más antiguos de Aragón, gracias a los cuales se consigue una
agricultura con altos rendimientos .Su población en 1900 era de 2.886
habitantes. y ascendió hasta 3.938 en 1950, cifra que se ha mantenido con
escasas variaciones hasta 1970, año en que había 4.059 hab. Cinco años más
tarde había descendido a 3.800; en 1991 tenía 3066; en 1995 eran 3.009 y en
1998, a 2.948 habitantes. Gentilicio gallurano.
Los asentamientos romanos de esta parte del Valle del Ebro conocidos como pagus, dando por derivación de uno de ellos, origen al actual topónimo de la villa, al ser conocido el asentamiento como pagus gallorum, el asentamiento de los galos, por ser sus habitantes originarios de la Galia. Sin embargo la primera cita de este topónimo en la documentación cristiana data de septiembre de 1125, cuando Alfonso I dio diversas tierras en Gallur y en otros lugares a su merino Banzo Fortuñón. En el mismo documento se alude a un castillo que tuvo esta población.
Aquí se batieron, en defensa de la fe cristiana, los mártires San Baco y San Jaceto. En estas márgenes del Ebro encontró la muerte Valeriano Hereje, de Zaragoza, el año 453.Desde el siglo VIII la comarca estuvo bajo control de los musulmanes, quienes levantaron un castillo, localizado en la zona ocupada por la actual iglesia parroquial, que con el paso del tiempo fue atrayendo a su alrededor los pequeños grupos de trabajadores que vivían en sus cercanías, incrementando notablemente la población de la villa. En el año 1119 fueron expulsados los musulmanes por los ejércitos aragoneses de Alfonso I El Batallador, siendo repoblada la villa con mozárabes de Zaragoza y Andalucía, para ser entregada poco después por el monarca a la Orden Militar de San Juan de Jerusalén, conocida como Hospitalarios, y quedando Gallur encuadrada dentro de la Encomienda de Mallén. También en Gallur se libró en el año 1137. la batalla entre el rey de Navarra, García Ramírez el Restaurador, y el conde don Ramón Berenguer. Su importante localización en la frontera entre los reinos de Aragón y Navarra, facilitó que los reyes aragoneses utilizaran la villa para cubrir sus necesidades económicas, como ocurrió en el año 1209 durante la reunión mantenida por los reyes Pedro II de Aragón y Sancho El Fuerte de Navarra, cuando el monarca aragonés solicitó al navarro un préstamo de 20.000 morabetines alfonsines de oro, para poder hacer frente a sus problemas financieros, ofreciendo en prenda, entre otros lugares, el castillo y villa de Gallur, no retornando al Reino de Aragón hasta el año 1234, una vez satisfecha la cantidad del empeño, Gallur se reincorporó a la Corona de Aragón. La villa perteneció luego a los caballeros templarios y después a la Orden de San Juan de Jerusalén.Durante la Edad Media la villa se convirtió en un importante centro comercial y de tránsito de mercancías, estableciéndose en ella un peaje, aduana, encargado de llevar el control de las mercancías que entraban y salían del Reino aragonés, lo cual favoreció el asentamiento de una activa población mercantil, origen de sus destacadas familias infanzonas. En el siglo XVI comenzaron las obras de la Acequia Imperial, después llamado Canal Imperial de Aragón, arteria fluvial que convirtió a Gallur en los siglos posteriores en un importante centro de transporte de mercancías y pasajeros entre Zaragoza y Tudela (Navarra), manteniéndose en plena actividad hasta mediados del siglo XX, gracias a la instalación de una importante azucarera en 1899, centro de transformación de la remolacha producida en la zona. Además de la citada azucarera, debido a su estratégica situación como cruce de caminos, Gallur ha visto a lo largo del siglo XX la instalación de fábricas de aceite, harineras y papeleras, junto con un importante nudo ferroviario, que fue cabecera del ferrocarril que unía las Cinco Villas, desde la localidad de Sádaba, con el valle del Ebro, además de haber sido la sede de la primera Escuela Militar de pilotos de caza de aviación española.
La construcción de la Parroquia de San Pedro se inició en el S.XVIII. Su estilo es neoclásico. Su cabecera posee restos de iglesia barroca, del S.XVII. Su torre cuadrada fue construida en 1944 en ladrillo siendo remodelada, y dotándola de un cuerpo más en los años 1992-1993. El interior de la nave consta de cuatro tramos, con bóvedas de luneta de proporciones altas. Entre los contrafuertes se encuentran ubicadas las capillas que poseen planta cuadrada y bóvedas de aristas comunicadas entre sí. En el altar mayor destaca la talla de San Pedro, y en el coro el órgano. Muy cerca de la iglesia hay un mirador que permite observar el cauce del río, el puente de hierro y la llanura que se extiende hacia Tauste. Desde aquí desciendo al cauce y cruzo el río por el Puente de las Arcadas, construido en hierro pintado en color verde. Es una de las obras arquitectónicas identificativas del municipio. Su paso es vía por la que trascurre la carretera Gallur-Sanguesa.
Las fotografías aparecen por orden de ruta.
Serafín Martín.
Fuentes propias y:
http://www.enciclopedia-aragonesa.com
http://www.rialebro.net/
© Cheluy -Sera 2006