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Ruta  17.-Alcalá de Gurrea, Ortilla,  Lupiñén, Casas de Nuevo, Plasencia del Monte, Aniés.

 

El 2 de Junio de 2009 aparco el coche en Alcalá de Gurrea, el cuentakilómetros de la bicicleta marca un total de 2881 kilómetros.

 

 

 

Llanas y profundas a la vez las tierras de la Sotonera reciben más de quinientos litros de agua de lluvia al año en cada metro cuadrado rinden casi todos los años por encima de los 2.500 kilos por hectárea de trigo o cebada, la avena y sobre todo el centeno son de otra época. Tierras aptas para cereales de invierno que se siembran en otoño, no necesitan guardar barbecho (año de descanso) acaso por su fertilidad. Otrora fueron extensos viñedos, pero hoy dan al paisaje sotonero la luz el calor y la textura siempre cambiante del ciclo de la mies.

 

“pues persona muy verídica me ha asegurado que un cahíz de trigo del castillo de Anzano pesado en Huesca en Noviembre de 1795 manifestó 12 arrobas aragonesas menos algunas onzas de peso. Igual aprecio merecen la cebada y paja que en sentir de algunos militares son las mejores de España para la cavalleria.”

 

Alcalá de Gurrea. En plenos Llanos de la Violada se asienta este bonito municipio oscense de la comarca de La Hoya de Huesca. A él se asocian la localidad de Tormos. Está situada en las márgenes del río Sotón a una altitud de 416 metros sobre el nivel del mar. Su población: en 1998, era de 342 habitantes.; en 1978, tenía 554 habitantes.; en 1950, 1.344 habitantes.; en 1900, 632 habitantes. Comprende la entidad de población de Tormos. Gentilicio: Alcalaínos. En esta villa podemos ver sólidas construcciones civiles como las de Lasierra o Sarasa. Magnífico edificio, igualmente el de los Ribas (1907), en la plaza, con escudo de armas y el empaque señorial de la casona.

La historia de la Iglesia de San Jorge se divide en tres fases. Comienza la edificación de la nave principal en el siglo XII en estilo gótico, llegando hasta el tercer tramo. Los arcos que articulan las bóvedas góticas se distinguen por su decoración floral. No será hasta el siglo XVII cuando se construyan el resto de los tramos de la nave, el acceso meridional porticado y también la torre en el ángulo sureste. Finalmente en 1925 se levantaron la cabecera, la sacristía y el crucero. Los diferentes elementos decorativos del exterior, secuencias de diferentes arquillos y el material utilizado, ladrillo o piedra, facilitan la distinción de estas tres diferentes etapas.

La torre proyectada sobre una planta cuadrada, consta de tres cuerpos con decoración de estilo mudéjar distinta en cada uno de ellos. Loa dos primeros cuerpos presentan como ornamento series de diferentes arcos ciegos. Sobre el tercer piso, el cuerpo de campanas, se sostiene un chapitel apuntado de sección octogonal. En el cuerpo superior podemos observar cómo la cerámica se ha integrado perfectamente en la fábrica, como un elemento ornamental más. Las plantas adosadas refuerzan todos los muros a la vez que proporcionan a la torre un gran dinamismo visual.

 

Este templo parroquial emplazado en lo más elevado de la población, se construyó a partir de las estructuras de un antiguo castillo musulmán bajomedieval. Es edificio exento y su fábrica se compone de sillares de distintos cortes y ladrillo. Nave de ocho tramos con planta de cruz latina, seis de ellos se cubren de los pies con bóvedas de cañón apuntado apoyado en arcos fajones con molduraciones. El crucero y sus brazos están cubiertos con crucería y la capilla mayor con cañón apuntado. Coro emplazado a los pies en alto, con frente adintelado. Entrada en el lado de la epístola mediante arco de medio punto. Prevalecen de la época gótica los tres primeros tramos contiguos al crucero. En su exterior, se corona la fachada por galería de arquillos doblados de ladrillo que rebajan las aristas mediante un cuarto de bocel. Guarda la talla románica de la Virgen de Astón, poblado que quedó bajo las aguas del embalse de La Sotonera.

 

La torre es una interesante muestra de mudéjar y constituye uno de los mejores ejemplares que se conservan en la comarca de la Hoya de Huesca. Totalmente construida en ladrillo, con el cual se trazan y elaboran todos los motivos decorativos, consta de tres cuerpos de planta cuadrada y rematada con chapitel octogonal.

El interior del templo parroquial guarda bellas muestras del arte barroco, como son los retablos: Mayor de san Jorge, compuesto por sotabanco, predela cuerpo central con tres calles, columnas salomónicas y ático. Retablo de San Francisco Javier de tema único, con gran lienzo en el cuerpo central con hornacina y ático con otra pequeña hornacina, separando ambos cuerpos un entablamiento sostenido por estipites sobre los que se asientan angelotes. Retablo de San José con la calle central prominente predela  de tres paneles de roleos vegetales, cuerpo de tres hornacinas planas con venera, su entablamiento se interrumpe por doselo de planta poligonal y un ático con pequeña talla.

El museo parroquial constituye una sencilla muestra de las pequeñas obras de arte que el sentir del pueblo hizo ofrendar al templo.

Por ello y dentro del sentido religioso para el que fueron creadas, se exponen por su valor artístico y cultural en esta población.

Está población contó con un gran  espacio amurallado de gran entidad, una defensa que nos aproxima al siglo X, siendo la entrada principal la que se sitúa en lo que hoy da paso al eje viario vertebrador de la localidad que se conoce como Avenida de la Virgen de Astón. Siguen los lienzos de esta muralla por la Avenida de San Jorge, la calle de Don Joaquín Costa, el Camino Gallo y las afueras de la calle de San Bartolomé.

Los lienzos conservados tienen diferentes longitudes, siendo el de  mayores dimensiones de 30 metros. Todos ellos están construidos con sillares de 09´40 metros de altura por 0´50 metros de longitud, aunque se encuentran incluso algunos que llegan a los 0´70 metros, son de piedra de yeso, de textura rugosa y veteada en blanco, si bien resulta muy blanda, cumplió con su cometido.

Saliendo de Alcalá de Gurrea a la izquierda hay una cruz de término.

En el kilómetro 2´28 salgo al cruce de la carretera que viene de Almudébar y que discurre paralela al Canal de Monegros. Aquí tomo la izquierda.

En el kilómetro 5´32 llego al cruce con la carretera que por la izquierda se dirige a Tornos que queda a 1 kilómetro y el Pantano de la Sotonera y de frente se va a   Lupiñén, Ortilla, Motmesa, Esquedas esta última localidad está a 20 kilómetros yo sigo de frente de, por la carretera A-1207 cruzando el Canal de Monegros.

En el kilómetro 7 llego al muro de contención del pantano de la Sotonera kilómetro, hoy esta el pantano lleno, debido a las abundantes lluvias primaverales. El embalse de la Sotonera  está emplazado en el término municipal de Alcalá de Gurrea, sobre el curso de los ríos Astón y Sotón. Terminado en 1961, presenta tres núcleos que abarcan unos volúmenes de presa de 2.720.000 m.3, 1.024.000 m.3 y 1.540.000 m.3 respectivamente. El agua embalsada se destina al regadío. El embalse de La Sotonera se ha convertido en el reclamo turístico más visitado de la zona, aquí además de disfrutar de un apacible marco natural se pueden llevar a cabo numerosas actividades náuticas.

En el kilómetro 9´58  muy próximo al pantano, paro  junto a la carretera, para visitar la Atalaya de Tornos, o Atalaya de las “cuatro esquinas,” un enclave defensivo, levantado en lo alto de un cerro que hoy domina todo el embalse de la Sotonera, contaba con una excelente panorámica sobre el prepirineo, tratándose de un puesto de guardia o atalaya de vigilancia. Escondo la bicicleta entre los arbustos y asciendo directamente por la colina plagada de aliagas que me destrozan las piernas. Este conjunto fortificado, presenta unas medidas de 6,5 x 6 m. conservando en buen estado tres de sus muros. Construido en torno al año 1000, posiblemente tuvo origen musulmán, formando parte junto al de San Emeterio y Mondoz del sistema defensivo de los territorios musulmanes al norte de la península. Una de las primeras noticias que se tiene de este castillo, data de época cristiana, es una cesión firmada en 1091 por sancho Ramírez y su hijo Pedro a los hermanos Fortunio y Sancho Aznárez. En 1127. Alfonso I daba su propiedad a Sancho Garcés de Navascués, encomendándole la repoblación de la zona tras la reconquista bajo condición de que no pasara el lugar a manos del monasterio de San Juan de la Peña si moría sin descendencia. En 1178 era de Sancho de Tormos y pasó más tarde a los García Romeu. Posteriormente fue propiedad de la baronía de Ayerbe y desde principios del siglo XV pasó a los de Gurrea. La zona se despobló paulatinamente como consecuencia de las luchas de propiedad entre esta  familia y los Urriés por temas relacionados con regadíos. Los restos del conjunto fortificado se componen de una atalaya de gran envergadura y un pequeño recinto fortificado de forma ovalada que rodeaba la meseta para su defensa y del que hoy apenas pueden apreciarse restos. Exteriormente la torre presenta un parámetro9 liso y homogéneo. Está construida en excelente obra de sillar ligeramente almohadillado, de poco relieve y con la cara vista repicada. El acceso de la torre se realiza desde el muro oeste y está situado a cierta altura.- Esta portada es de pequeñas dimensiones, se abre exteriormente de forma adintelada bajo un arco semicircular de descarga con el tímpano hueco, y al interior se presenta abocinada. Interiormente la torre muestra unos arranques sólidos y se alza con dos plantas de altura. En la planta baja se observan cuatro pequeños nichos, dos en el muro este, y uno por cada paño que queda en pie, sin que se sepa cual podía ser su función. El resto de la obra es de mampostería y sillarejo. Terminada la visita me aguarda una bajada difícil, entre arbustos, aliagas y terreno suelto, hasta llegar a donde dejé escondida la bicicleta.

En el kilómetro 14´57 cruzo el río Sotón.

En el  kilómetro 15´70 llego al desvío de Motmesa, que queda  2 kilómetros a la izquierda y a la derecha  Esquedas a 10 kilómetros  dirigiéndome a este último.

En el  kilómetro 16´37  muy cerca de Ortilla abandono momentáneamente la carretera, por un camino situado a la derecha para visitar la ermita de la Nuestra Señora de la Garganta de estilo popular que antecede al cementerio. En su interior se puede contemplar un  bello retablo con imagen de la Inmaculada.

De nuevo en la carretera, en el kilómetro 17´24 llego a Ortilla, población situada en la llanura de la Hoya de Huesca, hacia el pantano de la Sotonera, en los denominados Llanos de la Violada.. Su caserío se asienta en la vega del río Sotón, a 467 metros de altitud. Ortilla comparte municipio con Lupiñén, e  incluye en su municipio los lugares de Montmesa y Las Casas de Nuevo. Como dato curioso hay que citar su estación de ferrocarril, situada a dieciocho kilómetros y compartida con la localidad zaragozana de Marracos.

Ortilla  es mencionada documentalmente en el año 1118. Define su viario en una llanada al borde de una pequeña vaguada por la que corren las aguas de una surgencia fuente que abastece al pueblo (a partir del año 2000 existe una nueva conducción de agua desde el cercano embalse de Tormos). Sus calles y edificios bien acondicionados, presentan excelentes detalles de arquitectura tradicional fechada entre los siglos XVI y XX,  que se ciñen a las premisas constructivas de la zona. Casas de sillería y sillarejo bastante homogéneas. Casa Vitalla y Casa la Rubia son de las más antiguas de la zona. Casa Asunción, Casa Lloro y Casa Otal presentan espléndidos escudos de armas.

La  iglesia parroquial de San Gil Abad es de fábrica románica del siglo XII, presenta una sola nave, con diversas marcas de cantero a lo largo de toda la estancia., conserva la portada arquivoltada, el crismón y una singular bóveda de lajas de gran canto, solapadas entre si y solo visible por su parte superior. En el siglo XVII sufrió una remodelación edificándose en altura, Y en el siglo XVIII, se añadió los brazos del crucero a la altura de la cabecera. Al exterior destacan los perfiles de la torre, edificio posterior, en cuyo módulo inferior se encuentra la capilla cubierta por bóveda de terceletes, y en su parte superior se sitúa el campanario.

Una cruz de término de influencia gótica, jalona el viejo camino a Lupiñen. Terminada la visita salgo de nuevo a la carretera A-1207 en dirección a Lupiñén.

En el  kilómetro 20´06 cruzo el Río Riel

Llego a Lupiñen con 22´19 kilómetros.

Asentado en los llanos de La Violada y junto al río Sotón, a 469 metros de altitud, se levantan las viviendas que componen este núcleo poblacional. Lupiñén comparte municipio con Ortilla, ambos lugares de la provincia de Huesca. Comparte con Ortilla las entidades de población de Montmesa y Las Casas de Nuevo. Gentilicio: Lupiñenenses. En el 2005 tenía 181 habitantes. Este asentamiento está documentado en el año 1097. Lupiñen cuenta con una cruz de término renacentista del siglo XVIII en el viejo camino a Ortilla

Su casco urbano se extiende en un llano cerealista a partir de una calle encurvada, de este a oeste, de la que nacen una hacia el norte y otra hacia el sur. Sus edificios aunque muy renovados en general conservan buenos ejemplos de arquitectura somontana. Se trata de viviendas fechadas muchas de ellas entre los siglos XVII y XVIII siguiendo las características constructivas propias de la zona. De este modo nos encontramos  con escudos, portadas y rejas adornando  sus fachadas, con robustos zócalos y estructuras en piedra sillar, y tapial para los paños de cerramiento. Hay que destacar, muy cerca de la iglesia la el Granero de Casa Fabana, fechado en 1802 , antigua propiedad de la iglesia, donde se cobraban los diezmos y primicias, y siguiendo a un pequeño parque me encuentro la hermosa fuente pública de 8 caños, que salen de un frontal en piedra sillar. Otros edificios destacables son Casa Fabana, Casa Oliva del siglo XVIII, Casa Costas del año 1653, Casa Cavero del año 1764, Casa Abizanda del año 1678, y Casa Lloro del siglo XVIII. San Martín es el patrón de la localidad, y a él está dedicada la Iglesia parroquial. Obra con abundantes elementos románicos y góticos del siglo XVI. Presenta una planta de cruz latina y cúpula en el crucero, tanto al interior como al exterior se conservan diferentes marcas de cantero. La torre, de claros aires románicos se corona con amplio chapitel piramidal. En el interior podemos contemplar el bello Retablo Mayor del siglo XVIII con decoración barroca y tallas de San Pedro, San Juan Bautista o San Francisco entre otros, destacando la figura de San Martín en el cuerpo central y cobijado en una hornacina. Abandono Lupiñen  tomando a la izquierda un camino asfaltado, en dirección noroeste, que se dirige a Casas de Nuevo y Quinzano, llego a Casas de Nuevo con 26´70 kilómetros. Este Caserío de Lupiñen esta situado a 497 metros de altitud, su población en 1980 era de 20 habitantes, en  1991 eran tan solo 13 habitantes. Su trazado urbano esta formado por construcciones populares creando un entramado de calles anchas donde resalta el edificio de la iglesia, dedicada a San Salvador ,es románica del siglo XII, Esta iglesia es una excelente muestra de la claridad de las construcciones románicas, su interior y exterior pone de manifiesto la belleza de la sencillez de la arquitectura románica.Este monumento, con características que denotan su utilización como fortaleza, se debió construir entre los últimos años del siglo XI y 1103 en que ya se cita, en la documentación, como Ecclesia de Novo. Tras ser propiedad del monasterio de San Salvador de Oña, por donación del Rey Pedro I, acabó en manos del Hospital de San Juan de Jerusalén. Se trata de una construcción de nave única cubierta con bóveda de cañón románica, ligeramente apuntada. Tras cinco tramos bien diferenciados con sus respectivos arcos, apoyados en ménsulas, la nave concluye orientada hacia el este con una cabecera semicircular. También al exterior, como al interior, la Iglesia de San Salvador en las Casas de Nuevo destaca por su simplicidad. Otra de las características fundamentales de la arquitectura románica que podemos comprobar en este templo es el gran grosor de los muros perimetrales. Estos robustos parámetros tienen la función de sustentar la gran bóveda. En el caso de San Salvador solo tres ventanas abocinadas (mas anchas por la parte exterior que por la interior ) permiten iluminar el interior de la nave. El último tramo de la nave se halla reforzado con un contrafuerte aledaño a la puerta de ingreso. Se accede al interior a través de una portada formada por un triple arco de medio punto situado en el lado sur. Estas tres arquivoltas, a su vez, apoyan en tres sencillos capiteles lisos con forma de pirámide truncada los cuales, en origen se sustentaban en sendas columnas, hoy desaparecidas. Remata la portada un alero volado, que recorre todo el perímetro exterior, sostenido por modillones de rollos. Las dimensiones de la iglesia  corresponden a un núcleo histórico de más entidad que el actual.

Salgo de Casas de Nuevo en dirección a Quinzano, desde aquí el camino es de tierra.

En el kilómetro 27´80 llego al depósito de agua, aquí el camino a Quinzano sigue recto, yo tomo el de la derecha y que durante cerca de 1 kilómetro, discurre paralelo a las vías del “Canfranero”, al que fotografío en su viaje a Canfranc. En el kilómetro 29´43 cruzo por un paso a nivel sin barreras, las vías del “Canfranero” Tomando la pista dirección norte. En el kilómetro 31´50 llego a Plasencia del Monte. Plasencia del Monte es  Lugar de La Sotonera, de arquitectura apretada en una suave ladera junto a la carretera de Huesca Pamplona, a 539 metros de altitud entre los ríos Sotón y Riel. Su situación le ha permitido desde antiguo desarrollar actividades de parada y fonda que en la actualidad sigue ofreciendo a los viajeros. No descuida por ello su vocación agrícola basada en el cereal de secano y la horticultura de pequeña escala servida por una alberca que recoge diversas surgencias de sus alrededores. Su población era de 240 habitantes, en 1980; y 164 habitantes en 1991.

Su arquitectura civil se presenta  muy renovada, pero aún conserva buenos ejemplos del siglo XIX (Casa Bernués, del año 1815). Varios lagares de vino, actualmente en desuso, dan testimonio de la extensión que debió tener el cultivo de la vid en siglos anteriores al XX, “el territorio es muy corto, todo llano, con algunas colinas suaves, la mayor parte plantado de viña, el sobrante de vino va a las montañas vecinas” (Pedro Blecua y Paúl, 1792). La parroquial, dedicada a Nuestra Señora de la Corona, de tradición románica y rehecha en el siglo XVIII. Consta de una sola nave dividida en cinco tramos cubierta con bóvedas de lunetos. Todavía conserva restos que atestiguan su pasado románico. Al exterior destacan los volúmenes de la torre, realizada posteriormente, con campanario en su último cuerpo y rematada por un chapitel piramidal. En el interior se conservan retablos y piezas de orfebrería de los siglos XVII y XVIII. Junto a la iglesia lleno los bidones de agua y me refresco, un poste de cemento de los que conducen los cables eléctricos, esta pintado con mi querida “flecha amarilla”  en dirección norte, hacia Bolea, a la que me dirijo por una carretera estrechita pero sin tráfico.

En  kilómetro 36 llego al cruce con la cartera de Ayerbe Bolea, esta última la dejo a la derecha a escasos 500 metros, aún así dejo la visita a Bolea para otra vez.

Tomo la izquierda de la carretera A-   y en el kilómetro 38´12 tomo la derecha hacia Aniés por la carretera       

Llego a Aniés con 42´50  kilómetros.

Esta localidad perteneciente al municipio de La Sotonera, se asienta en las primeras estribaciones de la Sierra de Loarre cerca del cauce del río Garisa, a 761 metros de altitud. En 1980 eran 230 habitantes y en el año 1991, 176 vecinos.

La Iglesia parroquial, cuya torre nos señala desde lejos la presencia de Aniés, tiene su origen en un templo románico del que en la actualidad sólo se conserva su espléndida. portada que permite el acceso al templo. Como en otras muchas iglesias, en el siglo XVIII Aniés emprendió una reforma total de su iglesia con el fin de darle unas mayores dimensiones y adaptar su arquitectura y decoración al gusto de la época. De la iglesia románica tan sólo quedan varios fragmentos de muro, varios modillones que sostienen parte del tejado y una interesante portada, precedida de un pórtico abierto. La portada situada, situada en el lado sur se compone por seis arquivoltas, en las que se alternan molduras gruesas con otras más finas, que apoyan en unas columnas con capiteles decorados con sencillos grabados de motivos vegetales muy esquemáticos. En 1779 la cabecera fue reorientada y construida de forma poligonal y se proyectó un gran edificio de planta de cruz latina. La cabecera se cubre con bóveda de lunetos, el crucero con una cúpula ciega sobre pechinas y los cuatro tramos de la nave con bóveda de cañón con lunetos, igual que los brazos del crucero. Al exterior, su elemento más sobresaliente es su espléndida torre, también levantada en la reforma del siglo XVIII. Consta de un primer cuerpo cuadrado sobre el que apoya el cuerpo de campanas. Este es de forma octogonal y sus ángulos están marcados por pilastras entre las cuales se ubicaron los huecos de las campanas, algunos cerrados actualmente. Está rematado por otro cuerpo octogonal decorado por molduras y óculos.

Presenta una estructura urbana bastante regular tendiendo al modelo de retícula. Sus viviendas respondes a las características comunes en la zona, utilizando el mampuesto como principal material constructivo. Su pequeño casco conserva un envidiable conjunto de casas solariegas decoradas con imponentes escudos de armas, como Casa Bernués, Casa de los Forestales, Casa Pepeta, Casa Polo, Casa Fermín, Casa de la Abadía, Casa Urbané y Casa Mainer. Hacia lo alto del pueblo hay una hermosa alberca y el camino que parte de Aniés hacia el  impresionante santuario rupestre de la Virgen de la Peña encajado en lo alto de la roca de la sierra y mimetizado con el entorno en un paraje de singular belleza donde parece que se está colgada de las rocas de la sierra. Construida entre los siglos XVII y XVIII, cuenta con una nave cubierta por bóveda de lunetos. Después de descansar y comerme las viandas comienzo el camino de regreso, saliendo de Aniés acompañado por  una cruz de término. A partir de aquí no hago paradas hasta Alcalá de Gurrea a la que llego con un recorrido parcial de 79´33 kilómetros.

Las fotografías aparecen por orden de ruta.

Serafín Martín.

 

 

 

Fuentes propias y:

 

 

http://www.enciclopedia-aragonesa.com

 

Colección Rutas CAI - Nº 28 Hoya de Huesca/Plana de Huesca Edita CAI – PRAMES.

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©  Cheluy -Sera 2009