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Ruta 14.- Pantano de Joaquín Costa, Graus, Capella, Lascuarre, Torrelabad.
EL 9 de Septiembre De 2006 llego al Pantano de Joaquín Costa, cercano a Graus dejo el coche a la sombra de sus arboledas y me dirijo a Graus por un camino que bordea el pantano, las lluvias han sido tan escasas que apenas hay agua, las fotografías lo dicen todo, La presa de Joaquín Costa se encuentra situada en el río Ésera, en el termino municipal. de Graus , y Puebla de Castro, en la provincia de Huesca.este pantano en un año de lluvias normales puede almacenar un total de 92,20 hectómetros cúbicos y su superficie inundada, llega a los 692,70 Ha. La cota normal del embalse es de 448 metros de altura. Riega una superficie de 98.402 Ha. Abastece a una población de 191.185 habitantes. También produce 20.000 KW de energía. Esta presa se terminó de construir en 1932. Joaquín Costa fue eminente jurista e historiador del Derecho, experto en agricultura y reformador social. Vinculado al grupo krausista y la Institución Libre de Enseñanza, es la voz más fuerte del regeneracionismo del 98. Nació en Monzón, Huesca, el 14 de septiembre de 1846. Hijo de una familia de labradores. Organiza a la Liga de Contribuyentes de Ribagorza que deriva en movimiento político de inclinaciones sociales. De ahí surgen varias campañas por todo el Alto Aragón (1892 en adelante), con el fin de potenciar la producción agraria gracias al regadío y mediante obras hidráulicas que debe hacer el Estado, en opinión de Costa. En 1905 se retira definitivamente e instala en Graus, donde morirá el 8 de febrero de 1911. Joaquín Costa, aunque nacido en Monzón, recibió el apelativo de «el León de Graus»,
Llego a Graus Villa de la provincia de Huesca que comparte con Benabarre el papel de núcleo organizador de la comarca de Ribagorza. Dista 33 kilómetros de Barbastro, ciudad de la que depende inmediatamente, y 84 de la capital provincial. Se encuentra situada en el valle del Ésera, en el punto donde confluyen las aguas de este río y las del Isábena, y también donde se juntan los caminos que tradicionalmente han comunicado ambos valles. Esta situación, en un cruce de caminos, entre las tierras del Somontano y las de la montaña, ha favorecido históricamente el papel comercial de Graus.La villa está emplazada a 469 m. de alt., La población en el año 2000 era de 3.232 habitantes., con el caserío al pie de la peña del Morral y de la basílica de la Peña,.sobre terrazas fluviales y ascendiendo por una ladera bajo el santuario de La Peña. La población debió de agruparse primitivamente en lo que hoy se llama el Barrichós, el barrio de abajo, que estaba rodeado de muralla. Posteriormente, en los últimos siglos medievales, se ensanchó hacia la actual plaza porticada, y ya iniciado el Renacimiento, surgió en la parte alta el barrio de San Lorenzo, y en la parte baja el de San Joaquín o Las Pueblas. El barrio de Santo Domingo surgió en el siglo XVIII y se amplió en el XIX. Casi en nuestros días han aparecido los modernos edificios de la Manzanera, la Partida Coscolla y las Casas de los Camineros. Estos enclaves siguiendo las carreteras de Campo y Capelia, parecen señalar los nuevos ejes de crecimiento urbano. En la lucha contra los celtíberos fue capital de los ilergetes. Tuvo un castillo árabe sobre la cima del Morral. Ciudad amurallada, Ramiro I murió al querer conquistarla. En 1415 llegó, a Graus, San Vicente Ferrer, de paso para Francia; En 1567 se registraron grandes disturbios entre los ribagorzanos, que quisieron sacudirse el yugo del conde de Ribagorza, don Martín de Gurrea y Aragón. Felipe II dispuso en Graus un centro de espionaje contra los hugonotes. En 1705, la villa sufrió la invasión de las tropas de Felipe V. Lo primero que veo es su puente medieval de tres arcadas. A la izquierda diviso en lo alto , la basílica de Nuestra Señora de la Peña ,entro en Graus por el portal de Chinchín, recibe su nombre de uno de sus antiguos moradores, aunque también se le conoce como Puerta de Barbastro ya que se abre al camino que conducía hacia esa importante población. Su situación se corresponde con una de las entradas mas antiguas del conjunto amurallado. A pesar de que se desconoce su aspecto anterior, parece ser que fue reedificada en 1589, en 1858 se hizo una importante remodelación en la que se rehabilitó la parte superior como vivienda. En la edad media Graus formaba parte de las posesiones del Monasterio de San Victorian/Beturián, en Sobrarbe., al que fue entregado tras su conquista en 1083 por el Rey Sancho Ramírez. Por ello, la hornacina situada sobre el arco exterior de la entrada servía para cobijar una estatua de San Victorián, y en el escudo de Graus contiguo, usado hasta el siglo XVIII, todavía pueden distinguirse la mitra y el báculo, símbolos del citado monasterio. Ir “a esperá la gaita” es la expresión que se utiliza para denominar el acto que marca el comienzo de las fiestas mayores de Graus Todos sus habitantes se reúnen en el Puente de Abajo para recordar la llegada de los antiguos “Gaiteros de Caserras” y, después entran en la villa a través del Portal de Chinchín formando una procesión de carácter festivo. Pasada la Puerta de Chinchín llego a una amplia plaza que fue el emplazamiento del más antiguo mercado o zoco público de Graus, en ella contemplo la fachada de “Casa Fantón” su nombre procede de una deformación de la palabra “infanzón” que se empleaba para designar a una persona de la nobleza. Este hecho se confirma al comprobar la presencia de un escudo nobiliar sobre el arco de entrada en el que se pueden identificar los símbolos de dos ilustres familias infanzonas aragonesas, los Mur y los Foncillas, así como los de las casas reales de Aragón y Francia. A pesar de ser un edificio noble con detalles muy significativos en su fachada como el arco de entrada, los dinteles monolíticos de las ventanas o la hermosa aldaba de la puerta principal, Casa Fantón presenta el interior típico de la gran mayoría de las casas grusinas. Estas casas solían tener una bodega y sobre ella un patio de acceso y una pequeña cuadra en la planta baja. En los pisos superiores estaban la cocina, los dormitorios y las alcobas. El hueco bajo el tejado estaba ocupado por el desván o falsa, que se orientaba siempre hacia el sur con el fin de facilitar la conservación y secado de los productos del campo, atravesando su casco urbano, apenas alterado, y protegido desde 1975 en lo que afecta a la plaza mayor y calles adyacentes por la declaración de conjunto histórico-artístico, llego a la plaza de Coreche donde se encuentra la casa nobiliaria de los Mur. Es del siglo XVI, construida en piedra de cantería, de dos pisos, y con detalles ornamentales como los montantes de las ventanas, moldurados y labrados en piedra, los escudos familiares y las inscripciones epigráficas en los dinteles con el mote cifrado: Rodrigo ama a Marica (que también aparece grabado en una de las puertas interiores del palacio del cercano lugar de La Penilla). La plaza del ayuntamiento es de forma rectangular irregular, con pórticos en todos sus lados, soportados por columnas de piedra y vigas de madera y entradas de las calles por los ángulos. Y en ella destacan algunas casas por el mayor cuidado artístico puesto en sus fachadas, como la Consistorial, aunque excesivamente remozada, que es de la segunda mitad del siglo XVI, o la casa de Bardaxí, cuyo frente ocupa uno de los lados cortos, regulando con su severo diseño de tradición neoclásica la espontaneidad y expresividad de las restantes casas, de las que dos presentan una animada decoración pictórica mural, con escenas de ambientación dieciochesca en el alero de una de ellas, y en la otra dos grandes estampas alegóricas de vivos colores decoran por completo la fachada. Desde aquí me dirijo a visitar la Iglesia de San Miguel Esta iglesia parroquial de San Miguel fue románica, pero sucesivas remodelaciones de los siglos XIV, XVII y XVIII desfiguraron profundamente su planta y fábrica, algunos de cuyos muros, restaurados recientemente, han puesto a la vista sillares y canecillos de la primitiva construcción. En la actualidad aparece como de una sola nave, con crucero cubierto con cúpula y presbiterio rectangular de bóveda de lunetos, pero en el costado meridional, desde la puerta hasta los pies de la iglesia, conserva una corta nave, de tres estrechos e irregulares tramos de bóveda de crucería con los nervios moldurados y decorados con escudetes; obra que correspondería a una primera reforma del siglo XIV. De las dos capillas que forman el crucero hay que destacar la del lado norte o del Santo Cristo, construida hacia 1739, con una cúpula decorada con relieves de estuco pintado que representan escenas de la Pasión. Aquí se venera un pequeño crucifijo en madera que, según la tradición recogida en una inscripción epigráfica a la entrada de la capilla, fue entregado por San Vicente Ferrer al pueblo de Graus el 27-VI-1415, con ocasión de su predicación. Se trata de una imagen del crucificado, de cuatro clavos y de ejecución simplificada y plana, acentuando los aspectos más expresivos. Por una cuestecica bordeada por un mirador esplendido y bien cuidado comienzo la subida a la Basílica de la Virgen de la Peña ,subiendo a la derecha me encuentro empotrados en la pared dos sarcófagos de piedra con escudos nobiliarios y protegidos por arcos de medio punto a modo de capillas laterales a la intemperie, estos dos sepulcros pertenecen a Rodereico de Mur y Marca y a su esposa, que habitaron el anteriormente mencionado Palacio de los Mur en la Plaza Coreche y a los que, al parecer, se refiere una bella leyenda de amor. Llego a un crucero de piedra y por fin a la basílica esta está cobijada por la peña del Morral donde se situaba el antiguo castillo que vigilaba Graus desde lo alto y se asoma sobre el casco urbano se levanta la basílica de la Virgen de la Peña que goza del título basilical y privilegios similares a los de la romana de San Juan de Letrán, bajo cuya vinculación se obtuvo el permiso de erección en 1538. Esta fecha aparece bajo una de las columnas de la portada .La puerta de entrada me lleva a un pasillo estrecho, en pendiente, con una galería de arcos de medio punto abierta y con un balcón maravilloso, este termina en una puerta con un gran arco por el que se accede al patio interior descubierto a partir del cual se accede a las diferentes dependencias monacales. El antiguo albergue de peregrinos, la capilla de San Juán de Letrán, La propia Basílica y lo que más me gustó la espectacular galería mirador delimitada por columnas de relieve Helicoidal. El templo es de una sola nave situada sobre una cripta y cubierta por bóvedas de crucería estrellada muy comunes en el siglo XVI. Sobre ésta se alza la torre-campanario, cuadrada en la base pero poligonal en su desarrollo. Su interior estuvo adornado con varios retablos y altares que, al igual que la imagen de la virgen titular desaparecieron durante la guerra civil de 1936. En el muro de la derecha del presbiterio hay una lápida funeraria, fechada en 1650, que recuerda el enterramiento del obispo de Huesca Esteban de Esmir (+ 1654), a quien parece corresponder la estatua orante, labrada en piedra, que se halla alojada en el hueco de la ventana. Al exterior su portada es una buena muestra del trabajo de los canteros y escultores que introdujeron el estilo renacentista en esta zona. En ella se aprecian claramente los motivos ornamentales característicos de este estilo, como las guirnaldas de flores y los detalles de origen clásico entre columnas y entablamentos. La capilla de San Juan de Letrán fue edificada sobre la cueva en que fue hallada la imagen original de la Virgen de la Peña, siglos después de que fuera escondida por algunos habitantes de Graus que huían de los musulmanes .Fue precisamente bajo la vinculación a la basílica romana de San Juan de Letrán que se obtuvo permiso de construcción del santuario, quedando unido a ella y disfrutando de similares privilegios. En su interior hay un cuidado jardín y se respira una gran tranquilidad. El Santuario cuenta con un Museo de Iconos Ortodoxos de procedencia Griega, Rusa, Bizantina, Ucraniana y Serbia, hay aparte de los consabidos iconos, cruces, trípticos, este museo promueve la paz y la unidad católica y ortodoxa. Desciendo al casco urbano de Graus y me encuentro en un de las calles adyacentes a la plaza del ayuntamiento, con los Gaiteros de Sena, Sena es un pueblo de la comarca de los Monegros, y cuna del dance oscense, junto con Sariñena y Pallaruelo. Su maravilloso sonido lo conseguían con Gaitas, acordeón y percusiones, las melodías que escuché fueron “dale de betún” y “el jardín de la fama” este grupo formaba parte del festival “Cardelinas y Calandretas” que se celebraba los días 8 y 9 de Septiembre en Graus, el día 8 , habían actuado por la noche en la Plaza Mayor los Aragoneses Biella Nuei y los Occitanos Coriandre y Verd e Blue. En dicho festival además de los gaiteros de Sena actuaron más grupos aragoneses como, los Gaiters d´o Somontano, Gaiteros de Tarazona, Gaiteros de la Tierra Plana, Gaiteros de Graus y los Ball de Totxes de Camporrells; de Euskadi Hala Dzipo; de Cataluña L´Home del Sac; de Asturias Risca L´Alba; de Galicia A Irmandade Galega de Rubi; de Occitania, Coriandre y Carlamusa y de Bretaña Breizh en Oc. Salgo de Graus por el Portal de Linés, o de Benasque. Situados sobre el trazado de la antigua muralla llegó a ocupar durante los últimos siglos de la Edad Media, los tres portales de Graus son conocidos por el nombre de las casas bajo las que se sitúan. Son las de Linés, Chinchín y del Barón. Su forma monumental y sencilla al mismo tiempo es de un sobrio arco de medio punto que en el Portal de Chinchín se acompaña de algunos elementos ornamentales como un escudo y una hornacina para resguardar una imagen sagrada. El Portal de Chinchín y el de Linés se encuentran al comienzo de los caminos que llevaban a Barbastro y a Benasque/Benás, respectivamente, por lo que estos portales recibieron también el nombre de dichas poblaciones. El portal del Barón, que también era llamado de Jabonero por su cercanía a la casa del mismo nombre, debió ser el último en abrirse en la muralla con el objetivo de poner en comunicación la villa con loa cercana ciudadela de la Peña. Salgo de Graus cruzando el Ésera y por la A-1605 llego a Capella, aquí me limito a contemplar su puente románico sobre el Río Ésera pero no subo al casco urbano que se sitúa sobre un promontorio cercano al río. Este puente data del Siglo XIII, pero es probable que fuera paso de una ruta transpirenaica utilizada desde tiempos prehistóricos por íberos, romanos, musulmanes y después, por peregrinos cristianos que realizaban el camino de Santiago y procedían de la zona de Bonansa, siguiendo hasta Graus, Barbastro, Huesca, Murillo de Gállego, Sádaba etec. Hasta la década de 1970 el puente siguió abierto al tráfico (incluidos tractores y cosechadoras por imposible que parezca) y la construcción del puente nuevo frenó el deterioro del antiguo permitiendo la recuperación. De este paso histórico para el disfrute personal. El puente tiene una anchura de 2’80 metros, una longitud de 95 metros, la luz de su ojo central es de 20 metros y la altura del ojo central de 12, el pretil tiene un grosos de 25 centímetros, está construido en sillares de buena calidad unidos con argamasa de cal, agua y arena. Tiene 7 ojos formados por arcos de medio punto rebajado, que van creciendo en diámetro desde los extremos hasta el arco central y mayor coincidiendo con el punto de máximo caudal del río. A esta peculiar forma, a dos vertientes, se la denomina “lomo de asno” y su función principal es descargar peso de material del vértice hacia los extremos. Desde la estrecha calzada , en origen completamente empedrada, podemos observar un muro de protección (pretil) jalonado por pequeños ensanches que coinciden con el alzado de los tajamares y espolones triangulares (Los tajamares están situados contra corriente ,frenando el empuje de las aguas y los Espolones están situados a favor de la corriente, contrarrestando el empuje que sufre el puente). Se pueden apreciar perfectamente los huecos para el andamiaje de madera que permitió la construcción. Estos puentes eran de propiedad privada (de un señor feudal, de los concejos, de órdenes militares o del rey) y se establecía sobre el paso un impuesto denominado “pontazgo” o “pontaje” que se cobraba a mercaderes, arrieros, campesinos y demás transeúntes originando no pocos conflictos entre pueblos cercanos.habia un oficio asociado al puente y a su mantenimiento general; el pontero. Otras veces un capellán (y su capellanía) se ocupaba de estas tareas y no era rara la existencia de una iglesia en un extremo de los puentes. Existían también constructores de los puentes, que se organizaban en cofradías con normas y fines específicos y en ocasiones contaban con la colaboración de los habitantes del lugar. En la época de deshielo (entre abril y mayo), el río Isábena llega a triplicar el caudal y sus crecidas han arruinado huertos enteros. Esas mismas aguas han tenido bravura suficiente para mover un molino harinero, que se recicló con un generador a principios del Siglo XX y proporcionó electricidad a toda la población de Capella durante años. Situada en el Prepirineo, en el valle del Isábena, la villa ribagorzana de Capella asienta su casco urbano sobre una colina, a 526 metros de altitud arrancando de la carretera que discurre paralela al río Isábena. La iglesia, en la cota más alta del pueblo, tiene portada y ábside románicos. En su interior conserva un magnífico retablo compuesto por doce tablas, pintado por el portugués Pedro Núñez, en 1527. Reconquistada en 1080 cuando los aragoneses habían avanzado sus posesiones a lo largo del río Isábena. La posición de Capella fue fortificada, y se ha pensado que pudo estar allí instalada una proto-orden militar, pues aparte del sugerente nombre, conocemos la presencia de un tenente llamado Guillermo Siervo de Dios, al que encontramos actuando en diciembre de 1080 y que no vuelve a aparecer en época posterior. En 1900 eran ,988 habitantes; en 1950 778 habitantes, en 1978, 532, en 1996 tenía 406; en 1998 contaba con 402 habitantes y 387 habitantes en el padrón del 2004. Comprende las entidades de población de Laguarres que se incorporó a Capella en 1965 y que cuenta con 71 habitantes y Pociello que tiene 15 habitantes. La entidad de La Puebla de Mon se segrega de Capella en 1926 pasando a formar parte de Graus. En dirección a torrelabad a la derecha de la carretera está la ermita de San Ramón, de construcción muy sencilla. Sin tardanza me dirijo a Torrelabad para lo que debo subir una buena cuesta hasta llegar a este lugar, perteneciente al ayuntamiento de Graus del que dista 9 kilómetros, en 1980 contaba con 56 vecinos y en 1991, 22 habitantes. Tiene una pequeña iglesia con una torre claramente defensiva y a su lado un hermoso crucero hexagonal precioso y un casco urbano muy reducido. Desde aquí regreso al punto de partida.
Las fotografías aparecen por orden de ruta.
Serafín Martín
Fuentes propias y : www.chebro.es, www.enciclopedia-aragonesa.com.
© Cheluy -Sera 2006