|
|
Ruta 107.- por Asturias
Lastres, Colunga, La Riera, Agüera, L a aldea del Cuotu y por fin llego a Libardón.
El 6 de Septiembre de 2005 salgo de Lastres en dirección a Colunga, donde me hago una foto con la iglesia de fondo, y parto a La Riera, de 155 habitantes .Lugar y parroquia del mismo nombre. Se sitúa en la zona central del municipio, a una altitud de 36 metros en la ribera izquierda del río Libardón, a 3 Kilómetros de Colunga atravesada por el río Libardón, Comprende, según el Nomenclátor, los lugares de Pis, y La Riera, a los que hay que agregar las aldeas de Agüera de Abajo y el Monte, y las caserías de Peandi y El Valle. Al sureste del mismo se alza El Castiellu, castro de vigoroso sistema defensivo, compuesto por varios fosos y terraplenes. La Riera es muy bonita pero me entretengo poco ya que el tiempo amenaza lluvia, continuo a La Aldea de Llera del concejo de Colunga, cuenta con 10 vecinos. Aquí me tengo que refugiar debajo de un Órreo porque comienza llover, sigo con la amenaza de la lluvia, más adelante cojo un desvío a la derecha para subir a la aldea del Cuotu, donde vuelve a llover y me refugio debajo de unos árboles antes de llegar a la aldea de la que hago una fotografía a unos cien metros de ella, regreso a la carretera y llego a Libardón donde lo primero que veo es una casa de Indiano, luego las casas siguen alineadas a lo largo de la carretera, pero de nuevo llueve y cuando estaba llegando al alto de la Llama comienza de nuevo a llover y me veo obligado a refugiarme en el bar de Libardón ,donde me reconforto con un café con coñac ya que la temperatura ha bajado estoy empapado, Libardón Lugar y parroquia del mismo nombre, situada en las estribaciones del Suave. La parroquia de Santa María de Libardón tiene una superficie de 16,3 Km2 y engloba las siguientes entidades de población: Carrandena, Eslabayo, Fano, Libardón y Raicedo. El lugar de Libardón cuenta con 146 habitantes y se emplaza sobre una ladera, a 280 metros de altitud media, en la margen izquierda del rio Libardón, que nace más al sur, en El Alto La Llama. La historia de Libardón, cuya principal actividad económica es la agricultura y la ganadería, está muy vinculada a la emigración hacia tierras chilenas. La colonia libardonense chilena, contribuyó en la medida de sus posibilidades al desarrollo local mediante la creación de la Sociedad Fomento cuyos resultados fueron la realización de diversas obras de carácter público y social (escuelas, casa de médico...), así como su sostenimiento. En Libardón vivió gran parte de su vida, al casarse en ese pueblo con María Caravera, Ramón García Tuero, natural de Arroes y conocido como el Gaiteru de Lliberdón, que paseó por todo el mundo, especialmente en América, los sones de la gaita asturiana y de nuestra tonada, como artista de enorme popularidad, que le llevó a ser el primer intérprete asturiano en grabar un disco. Muere en Octubre de 1.932 a los 68 años en medio del reconocimiento tanto nacional como internacional. El núcleo urbano principal con la iglesia esta unos metros más debajo de las construcciones que hay a lo largo de la carretera por lo que decido no bajar al mismo ya que el tiempo amenaza lluvia constantemente, aprovecho un descanso de la lluvia y desciendo rápidamente sin parar hasta llegar a Lastres. Llego a mi querido Lastres con el cielo encapotado. Bello lugar y puerto éste del concejo de Colunga, hermoso núcleo marinero, enclavado en un fuerte declive al borde del mar, de callejas empinadas, estrechas, de pintoresco aspecto y casas escalonadas en áspera pendiente desde el borde del mar hasta la ermita de San Roque situada en la zona alta del pueblo, desde donde se divisa una panorámica inigualable. Cuenta con 947 habitantes y su iglesia parroquial de Santa María de Sábada se localiza a 92 metros sobre el nivel del mar. La potencialidad económica de este lugar y parroquia se basa en tres puntales: agricultura, pesca y el turismo, que en los últimos años ha cobrado notable importancia. No pocas son las hipótesis acerca del nombre de Lastres, pero como cita Constantino Cabal, otro fue el nombre originario de este núcleo. La advocación que tiene la parroquia es la de Sta. María de Sábada, pero no hay nadie que la llame Santa María de Lastres en todo el pueblo, se llama hoy mismo, Santa María de Sábada, actual parroquia, que comprende los términos de Luces, Lastres, Astuera y Vistalegre. En los documentos remotos es éste efectivamente , el nombre del lugar. Se sabe que cuando los romanos abordaban en una país y no hallaban puerto conveniente escogían un paraje favorable para anclar, “ad anchoram stabat vel in statione tenebatur” (Tito Livio). Julio César, cuando maniobraba sus naves para evitar los verdaderos puertos en que pudiera acechar la fuerza enemiga, buscaba entre los peñascos una “quietam....stationem” en que podía tener seguridad, buscaban un sitio cómodo en el que poder estar tranquilamente y echaban el ancla en él. El ancla stabat, pues “in statione” y eso debió ocurrir con esa armada en la ensenada de Lastres, lo que dio nombre al lugar “Stabat” y de aquí “Sábada”.Un documento del rey Magno, en la era de 943, en el que otorga un importante número de bienes a la iglesia de San Salvador de Oviedo, “in territorio Maliaio” y sobre la misma costa en la que dice el rey “litore maris”, le otorga bienes “in Sátava”, luego Sábada. Según el coronel don Juan Antonio Suárez Victorero y Robledo, caballero de la Orden de San Juan , vecino de dicho puerto, que realizó un magnífico estudio titulado “Descripción geográfico –histórica del concejo de Colunga en el Principado de Asturias”, en dos libros, el primero alusivo a sus producciones en los tres reinos de la naturaleza y el segundo en el que dedica, como es lógico, una atención especial a su pueblo natal, titulado “ Noticias Históricas del puerto marítimo de Lastres”, en el año 1.837, a pesar de no constar por documentos la etimología de su nombre ni el origen de su fundación, se tiene la tradición vulgar , transmitida por los antepasado, de que formó el nombre de tres casas edificadas por tres familias, que, habiendo emigrado de otros pueblos de la provincia, consideraron muy adecuado el lugar para el ejercicio de su trabajo: la pesca. Por una serie de razones de tipo lingüístico fundamentalmente, sobre las que no nos extenderemos, parece una hipótesis bastante aventurada, y poco probable. Otra hipótesis , mucho más aceptada, parece que basa su origen en grandes peñascos lisos y bruñidos a los que se da el nombre de “laxas”, en lenguaje local, “llastres”, hipótesis más corroborada aún, siempre y cuando aparece un lugar, dentro de los términos de la parroquia, que aún conserva el nombre de “les llastres” . Las lastras –esto es- “les lastres”, según Constantino Cabal, dieron nombre a este pueblo bajo Roma, igual que se lo dan hoy. Lastres orientado al este, sus casas se asientan en pequeños rellanos aterrazados y dispuestos a lo largo e tortosas calles que le confieren un sigular carácter y una gran belleza, visto tanto desde tierra coma desde el mar. Antiguas capillas y ermitas, de las que varias se conservan, dan nombre a sus barrios: San Antonio, San José, El Buen Suceso, El Cristo, El Carmen, El Fontanín, El Piqueru... la iglesia moderna que también cuenta con extraordinarias joyas del arte barroco, fue construida entre los años 1791-1794, a expensas de don José Robledo y Colunga, coronel del Ejército en Lima y director del Real Tribunal de Minería del Perú, que redimió también cuantiosos censos que pagaba su pueblo natal.Las fiestas del Carmen, en julio, con procesión marinera, y las de San Roque, en agosto, gozan de tradición y fama.
Tuvo su origen como torre vigía, destacando en altura sobre el resto del caserío se piensa que su origen se remonta al siglo XV, su factura actual corresponde al siglo XVIII, como indica la fecha inscrita en el reloj 1751.
La torre vigía ejercía la función de control del puerto, una prueba de ello son dos ventanales de arco conopial posibles restos de la primitiva torre del siglo XV. Localizadas en el segundo piso.
Posee planta cuadrada, con cuatro tramos separados por una línea de imposta que recorre todo su perímetro, predominando en ella la sencillez constructiva. Limitando los vanos al piso superior, el campanario. En la actualidad cumple la función de torre campanario.
En la base de la fachada sur de la Torre estaba la escuela donde estudiaron los niños de Lastres desde el siglo XVIII.
Situado en el barrio de la Fontana, en la calle Dr. Pedro Villarta, en esquina, fachada a dos calles, sobre una pendiente, con tres pisos en la parte delantera y dos en la trasera.
La fachada principal se desarrolla en horizontal, privilegiada la calle central, marcada por la alineación de la portada monumental, el escudo y el balcón volado. El recargamiento decorativo aumenta al ascender en altura, en el inferior ventanas enrejadas flanquean la puerta, con sencilla moldura plana, primer piso mismo número de ventanas, a eje con las ventanas inferiores pero algo mayores, con antepecho de sillar y recerco ornamental formado por un bocel quebrado en orejas en los ángulos. En el último piso cinco balcones, rasgados los de los extremos y con una repisa de piedra, corrida y moldurada, y antepecho de forja, los tres centrales, todos con una doble moldura quebrada más desarrollada. Esta moldura doble enmarca también la puerta principal, sobre ella se abre un óculo, en piedra y a su izquierda el escudo de armas de la familia Victorero, cuartelado en cruz primero y cuarto con un castillo de piedra, de tres torres, segundo y tercero dos líneas de cinco veros cada uno, coronado con un ampuloso lambrequín vegetal rizado en volutas.
Fachada enfoscada y pintada en blanco, línea de imposta de piedra separa el último piso de los inferiores. Se flanquea por cortafuegos de extremos moldurados y rematada por una cornisa de piedra y alero de madera muy volado.
Fachada lateral se adosa un cuerpo estrecho, de poca altura La fachada trasera con puerta central, estrecha y una ventana enrejada a cada lado. En el piso superior un balcón central volado con antepecho de hierro forjado, entre dos ventanas con alfeizar y dinteles en piedra, que se alargan hacia los lados.
Se cubre a dos aguas, y proyecta dos buhardillas de buen tamaño hacía ambos lados.
Consta que en 1.611 los pescadores del puerto de Lastres pagaban al cabildo ovetense por cada uno de los vecinos “seis” pescados grandes por cada casa y por la Chancillería de Valladolid en 1.613, se amparó a la iglesia en dicho tributo, que se anuló por nuevo fallo en 1.615.
El muelle, construido sin arte, no podía resistir los embates de una mar tan brava, y el comercio marítimo y la industria fueron en decadencia progresiva. En 1.773, por cédula de Carlos III, se mandó reedificar dicho muelle, cometiéndose el conocimiento y exclusiva intervención de la obra a los Regentes de la Audiencia, pero esta medida no tuvo buenos resultados, porque en los trabajos intervenían personas comisionadas por los Regentes, los cuales abusaban de su cometido. Cesó pues, en 1.807, por orden del Ministerio de Marina, desde cuya época fue destruyéndose por la violencia del mar, cuanto se había edificado y si bien en 1.815 por orden del mismo Ministerio se levantó un plano para la nueva construcción, no produjo resultado alguno por la oposición que experimentó en el Cuerpo de Ingenieros de la Real Armada. Finalmente, en mayo de 1.821, los habitantes de Lastres recurrieron a las Cortes con una minuciosa y sentida reseña de las causas de la anterior prosperidad y decadencia de su puerto y tampoco lograron remedio alguno hasta que, por fin, se construyó el pequeño muelle, hoy visiblemente ampliado por el moderno, uno de los mejores de la costa cantábrica en la actualidad, aunque parece que nunca llegará a alcanzar el pasado esplendor de los siglos XVII Y XVIII, donde como antes hemos dicho, era centro de operaciones mercantiles de ricos y activos armadores, en relación con otros puertos de la Península, de Francia e Inglaterra, centro industrial y comercial con tonelería, industria de escabeche y salazón , acopio de cecial, numerosa arriería y además se crearon instituciones piadosas y de enseñanza para primeras letras y Humanidades, ésta en la llamada “colegiata”, creando don Francisco Lue González una cátedra de Latinidad, además de haber cuartel de artillería con soldados para manejar los cañones de la batería existente.
En 1.557, estando el litoral asturiano amenazado por las escuadras enemigas, se ordenó por real disposición fortificar dos puertos de la costa, orden que fue comunicada a los colungueses para que cada vecino , según tuviere la hacienda y es costumbre en esta villa y concejo, recogiere armas y municiones, la milicia local puso centinelas en Lastres y La Isla y fueron nombrados veedores don Juan Alonso de Covián y Suero de Rivero y se creó el puesto de artillero de Lastres, con una retribución de dos ducados y medio al mes. Durante la guerra de Sucesión (1.701-1.714), Lastes sufrió el cañoneo de navíos extranjeros. Al paso del general Bonet, en 1.809 (Guerra de la Independencia), las tropas francesas saquearon la villa de Colunga y quemaron el archivo municipal, fortificándose en la altura de la iglesia, como también en 1.810 y además en Lastres. Aquí repararon los antiguos baluartes del puerto y utilizaban su artillería para impedir desembarcos de armas y pertrechos como los realizados en diferentes ocasiones por barcos ingleses para las fuerzas de Ballesteros y del animoso guerrillero don Salvador Escandón. En esta guerra combatió un regimiento llamado “Colunga”, creado en 1.808 al mando del cual estaba don Francisco Martínez Casavieja.
De todos es conocido la rivalidad entre Colunga y Lastres De todos es conocido que pueblo y villa sostuvieron, hasta no hace mucho, una tradicional rivalidad, de la que aún permanecen algunos destellos reflejados en bromas e ironías populares, de marcado carácter local, pero que en el siglo pasado y la primera mitad del presente fueron causa de lamentables desgracias.
De aquella enemistad es muestra este cantar de los de Colunga:
“Vale más una morena de
la villa de Colunga
que una tripera de Llastres
con toda la su hermosura.”
A lo que respondían los de Lastres con este otro:
“ Vale más un marinero
con los zapatos de lona
que veinticinco aldeanos
con la montera picona.”
Cuando en 1.758 visita el concejo D. Juan Manrique de Lara, obispo de Oviedo y Colunga y Lastres se disputan el honor que sólo en una de sus iglesias administre el prelado el santo sacramento de la confirmación, se canta en Colunga en los festejos organizados en su honor:
“Don Juan Manrique de Lara,
primo del Conde de Luna
aunque rabien los de Lastres
ha confirmar en Colunga.”
Pero como el obispo fuera a Lastres no se le perdona tamaño desaire y a su regreso a Colunga, le saludan de esta manera:
“Ilustrísimo señor,
¿cómo le fue por el puerto?
Estábamos esperando
cuando tocaban a muerto.”
Las fotografías aparecen por orden de ruta.
Serafín Martín.
Fuentes propias y : http://www.asturlink.com/concejos.
© Cheluy -Sera 2006