Pulsar en la foto

Click to enlarge
 
prev | next
 

Ruta  077; por el Matarraña 4.- Calaceite, Arens de Lledó, Lledó, Cretas,

El 1 de mayo de 2011 llego a Calaceite con un total de 5644 kilómetros.

Los datos de Calaceite los expongo en la Ruta 076. Aún así dejo constancia de una breve reseña de este maravilloso municipio.

Calaceite es una población perteneciente a la comarca del Matarraña, situada a 22 kilómetros de Valderrobres, con la que comparte la capitalidad comarcal. Hay que destacar los cultivos de Melocotón de Calanda, y olivos para la elaboración de Aceite de Oliva, productos ambos que cuentan con Denominación de Origen.

Su nombre procede de la fortaleza árabe que coronó el cerro donde se asienta la localidad, Qal'at Zayd (castillo de Zayd). De esta etapa se conservan numerosos huertillos con pozo de noria y molino aceitero o los azudes del moli Nou y moli Vell.

De su casco antiguo, declarado conjunto histórico-artístico, destacan edificios particulares de estilo barroco, que lucen balcones con balaustres de piedra o de hierro forjado, y ventanales góticos y mudéjares, que crean fachadas de hermosas proporciones.

Entre las construcciones principales podemos destacar la que alberga el ayuntamiento. Se data en 1610 y presenta tres plantas, siguiendo el modelo de las casas-palacio renacentistas aragonesas: la inferior consta de dos enormes arcos de medio punto; tres vanos adintelados en la planta noble y la típica galería de arquillos en la superior, bajo un amplio alero de piedra. En la escalinata de su interior encontramos la clave mayor de las bóvedas góticas de la vieja iglesia, mientras que en su salón de actos guarda un hermoso Cristo renacentista en una hornacina.

En sus calles hallamos las notables capillas-portales del siglo XVIII del Pilar y de Sant Antoni, ubicadas sobre las antiguas puertas de la muralla. Se apoyan sobre pilastras, arcos de medio punto y bóvedas de aristas con claves labradas, que proceden de la antigua iglesia gótica que ocupaba el solar de la barroca actual. Ésta, dedicada a la Asunción tiene fachada barroca y una torre colosal e imponente.

En cuanto a las ermitas, son dignas de mención la de San Cristóbal y la de Santa Ana, ambas del siglo XVIII, y la de San Antonio. Todas destacan, además de por su interés arquitectónico, por el paraje donde se encuentran emplazadas.

Próximos se hallan diferentes yacimientos arqueológicos, de los que sobresale el poblado ibérico de San Antonio, declarado Bien de Interés Cultural en 1931. En él se halló un ajuar funerario perteneciente a un guerrero del siglo V antes de Cristo. Presenta elementos muy interesantes, como un thymiaterion, o quemador de perfumes, que se guarda en el Museo Arqueológico Nacional. También destacan diversas pinturas rupestres y construcciones de carácter religioso, sin olvidar yacimientos de época romana, como La Valleta, Val de la Cabeza y Camino de Santa Ana.

La localidad es famosa por ser el lugar que han elegido numerosos artistas, aragoneses y catalanes principalmente, para fijar su residencia, como la ceramista Teresa Jassà o el escritor chileno José Donoso. Del propio Calaceite era el arqueólogo Juan Cabré, al que se le rinde homenaje en el Museo Juan Cabré. En este lugar, ubicado en una antigua vivienda restaurada, se exponen las piezas que pertenecieron a la colección privada del arqueólogo, junto con muestras de antiguos aperos de labranza y espacios destinados a exposiciones temporales de arte.

Quiero ir a Arens de Lledó pero me equivoco de carretera, al irme en dirección a Gandesa, por lo que  debo volver de nuevo a Calaceite, por lo que salgo de éste con  un parcial de 2´57 kilómetros.

De nuevo en Calaceite tomo la carretera A-1413 en dirección a Cretas.

En el Kilómetro 6´72 paro ante un peirón precioso junto a la carretera, tiene forma de urna y en su interior hay una cerámica con la imagen de la Virgen del Pilar.

En el Kilómetro 7´31 me desvío por la carretera  TE-V-3341 que se dirige a Arens de Lledó, que dista desde aquí 9 kilómetros.

En el Kilómetro 10´42 llego al desvío, que señala la pista hacia la ermita de San Hipólito, desde este punto la ermita está  a una distancia de 1,1km., por un camino asfaltado en un primer tramo, continuado por pista blanca hasta llegar a la ermita, a la que llego con 11´42 kilómetros. La Ermita San Hipólito pertenece al municipio de  Arens de Lledó.  

La ermita, conocida en la zona como San Pol, ocupa una posición privilegiada en lo alto de un pequeño cerro, paso obligado del antiguo camino entre Calaceite y Arens, desde el que se dominan los términos municipales de varias poblaciones de la comarca y la muralla natural que forman los Puertos de Beceite. El actual edificio se construyó en el siglo XVIII, aunque el culto se remonta a fechas anteriores. En 1647 el alférez italiano Carlos Auruch se retiró a este lugar como ermitaño, portando a la ermita varias imágenes religiosas entre las que destaca la de la Virgen del Refugio, patrona de Arens de Lledó junto a San Hipólito. La talla fue robada de la ermita en el año 2000.

El primer sábado de mayo se celebra una multitudinaria romería a la que acuden habitantes de todas las localidades vecinas. Algunos todavía conservan la tradición de llegar a pie por los antiguos caminos para asistir a misa y la posterior comida popular.

A la construcción de planta rectangular y una sola nave, se accede a través de una puerta de arco de medio punto dovelado y enmarcado por dos  pilastras. Encima de la portada, una sencilla espadaña alberga la campana, casi de igual tamaño y anexa a la ermita está la casa del ermitaño, actualmente habilitada para uso social, con un amplio salón con hogar de leña en el piso bajo.

En la subida a la ermita hay una pieza poligonal tallada en arenisca con de4coración de palmas en relieve en todas sus caras. En una de ellas aparecen las siglas INRI, que corresponden a la inscripción ordenada por Poncio Pilatos, Iesus,Nazarenus Rex Ludeorum. (Jesús Nazareno Rey de los Judios) A partir del Siglo XIII se utilizaron solo las siglas encima del crucificado.

En los alrededores existen todavía varias Mases, formados por vivienda, corrales, pajar y eras donde se realizaban las labores de trilla. En una de las viviendas aparece una fecha grabada (1886) y todavía se conserva el aljibe que proporcionaba agua para uso domestico.

Ermita emplazada en lo alto de un cerro, cuya obra actual es del siglo XVIII. La planta es rectangular y de una sola nave, a la que se accede por una portada de medio punto formada por dovelas. Sobre la portada, se encuentra una pequeña espadaña. Adosada a la ermita, se encuentra la vivienda del ermitaño.

Terminada mi visita a este lugar inicio el regreso a la carretera a la que llego con 12´43 kilómetros. Por esta carretera abundan los bosques de pino carrasco.

Un poco más adelante la carretera inicia un fuerte descenso hasta Arens de Lledó, al que llego con en el Kilómetro 16´98.

Arens de Lledó  es una Localidad turolense, ubicada a 25 kilómetros de Valderrobres y a poco más de doce de Calaceite, capitales de la comarca del Matarraña. Arens de Lledó se encuentra en el área oriental de la comarca y del territorio aragonés, situada en el valle del río Algás, en el límite con la provincia de Tarragona, a 381 metros de altitud.

Su población en 1998, era de 240 habitantes.; en 1978, 335 habitantes.; en 1950, 584 habitantes.; en 1900, 762 habitantes. Gentilicio: Arenienses/Arenyols

 

Los orígenes de su poblamiento parecen remontarse a la I Edad del Hierro, de la que se conocen algunos poblados y restos de necrópolis tumulares, de las que podemos citar: San Pol, Vinya d´en Valle, Camí de Calaceit, Mas d´en Vaque, Pla amb Aigua, Mas de Toribio; en esta última partida se encontraron siete túmulos, la mayor parte del tipo de cistas con losas.

Iglesia Parroquial de la Asunción de Nuestra Señora

La iglesia parroquial de Arens, dedicada a la Asunción, es de estilo gótico y fue construida durante el segundo cuarto del s. XIV, cuando la villa estaba bajo el dominio del Obispado de Tortosa por la donación del rey Pedro II el Católico en 1209. En la misma época y estilo se construyó también una iglesia en Lledó y en Calaceite, poblaciones vecinas que pertenecían al mismo obispado.   

La obra, de piedra de sillería, está situada en la parte alta de la población, delante de donde se ubicaba el castillo. Es de una sola nave de planta rectangular con bóveda apuntada y ábside recto con bóveda de crucería. En el s. XV se añadió la sacristía y en el s. XVII se abrieron dos capillas en el lado del evangelio. De la decoración escultórica destaca la ventana con tracería gótica y el petril de piedra del coro elevado con dibujos que parecen un criptograma. En el interior se conservan cuatro tablas procedentes del retablo de la ermita de San Pol.

Adosada al ábside se edificó, posteriormente, la Abadía y anexo a los pies, donde actualmente hay un jardín, estaba el cementerio viejo que fue utilizado hasta finales del s. XIX.

Durante la Guerra Civil (1936-39) se destruyeron las imágenes, el retablo y las campanas. Además, el templo fue utilizado como almacén de la colectivización anarco-sindicalista. A mediados de los años 50 (s. XX) un rayo que entró por el campanario fundió la cruz que lo coronaba y recorrió el interior del edificio mientras hacían misa sin herir a nadie.

Los fondos documentales de la iglesia parroquial de La Asunción, consistentes en un legajo de papeles de época moderna, se custodian en Madrid, en el Archivo Histórico Nacional, sección de clero.

En la plaza de la iglesia hay un excelente mirador desde donde contemplo la Ribera del Río Algars.

La población de Arens ha tenido desde siempre una estrecha relación con el rio Algars, de cuya proximidad deriva el nombre de la villa que significa Arenal, playa de arena del rio. Antiguamente el rio era un lugar muy concurrido por los vecinos para buscar el agua, de abrevar los animales, lavar la ropa,, pescar..Del rio también se han regado los huertos a través de la acequia que sigue en paralelo su curso, la cual todavía está en uso y podría tener su origen en la época musulmana. En la actualidad, el río es muy frecuentado en verano como zona de baño. El Algars es afluente del rio Matarraña, nace en los puertos de Beceite y Arenés y después de un recorrido de unos 70 kilómetros desemboca en Nonaspe. Es un rio de régimen pluvial por lo que está sujeto a las irregularidades de las estaciones; puede tener fuertes crecidas y también periodos de3 estiaje. Como se puede ver a su paso por Arens, este rio forma muchos meandros y también pozas. En la vegetación de ribera predominan los chopos negros, los álamos, los fresnos y varias clases de sauces.

El recorrido comienza en la pista que nace en la carretera de circunvalación de Arens y que da acceso a unas granjas y al cementerio, coincidiendo ésta durante un centenar de metros con el camino que se dirige a Calaceite.  Poco a poco, el camino se va instalando en la margen izquierda del río. Pasear por la ribera del río Algars permite contemplar la vegetación autóctona de la comarca del Matarraña/Matarranya. Este río, de caudal torrencial, goza de una urbanización fronteriza entre el territorio catalán y el aragonés.

El Antiguo Convento.  Originalmente este edificio fue un convento franciscano construido en el s. XVI siguiendo el estilo renacentista de la época.  En la primera mitad del s. XIX, durante las desamortizaciones de los bienes de la iglesia del ministro Mendizábal, pasó a manos privadas y en la actualidad, se encuentra dividido en tres viviendas particulares.
A pesar de las  transformaciones sufridas, todavía se puede observar algunos elementos de la arquitectura monumental del antiguo convento, construido en piedra de sillería.  En la fachada norte, delante de la iglesia, se observan los restos de una posible torre vigía y un escudo con símbolos franciscanos coronando el arco de medio punto de grandes dovelas que ha sido cegado en la parte inferior para subir el nivel de la plaza, denominada popularmente “lo planet”.  La fachada sur es la que más cambios ha sufrido: se han añadido dos entradas, se han transformado dos ventanas en balcones y se ha deshabilitado un gran balcón del que se conserva parte
del solado y las ménsulas. 

La orden religiosa de los franciscanos tenía también otro convento de la misma época en la vecina población de Horta de San Juan.  En el s. XVIII se construyó en Lledó una ermita dedicada a una de las santas más populares en la devoción franciscana, Santa Rosa de Viterbo.  Seguramente, estas comunidades estaban comunicadas entre sí dado que, además, las tres poblaciones pertenecían por aquel entonces al obispado de Tortosa.

El Ayuntamiento.  Con la entrada en la Edad Moderna se construyeron en las poblaciones de la Comarca del Matarraña/Matarranya edificios monumentales de estilo renacentista destinados a la Casa Consistorial, como símbolo del aumento del poder municipal en detrimento del señorial y eclesiástico. El ayuntamiento de Arens se enmarca dentro de este movimiento arquitectónico aunque su edificación, ya entrado el s. XVII, fue posterior y de dimensiones más reducidas.
En la planta baja presenta tres arcos de medio punto: el de la izquierda (con dovelas más grandes) fue la entrada principal original; el de la derecha se abrió a finales del s. XX aprovechando una apertura anterior y el arco de la pared lateral, cegado, podría haber sido inicialmente abierto formando una lonja.

En esta planta también había una pequeña cárcel que en el s. XX fue habilitada como barbería. El primer piso es la planta noble y acoge las dependencias del Ayuntamiento, también en la actualidad. En ella destaca el gran balcón corrido, haciendo esquina, construido posteriormente.
Durante la Guerra Civil (1936-39) el archivo municipal fue quemado y sólo pudieron salvarse los libros del registro civil.
La plaza Mayor, donde está situada esta Casa Consistorial, es el centro neurálgico de la población. Se accede por un paso cubierto, llamado “lo Cobert”, y desde aquí parten la calle Mayor y dos calles que suben hacia la Iglesia.

Casa l'Escolà o de la tía Soledad. A principios del siglo XX se construyeron en Arens varias casas de estilo modernista, de cuatro o más plantas, con balcones de forja y una galería con arcos en la planta superior. Dentro de esta corriente artística las construcciones combinan la estética con la funcionalidad, con mucha decoración, sobretodo de elementos vegetales, integrada en la arquitectura.

Casa l’Escolà es la obra modernista más destacada de Arens por la abundancia decorativa y por ser la casa más alta del pueblo, con cinco alturas. Sigue el estilo del modernismo catalán, cuyo máximo exponente fue Antoni Gaudí, ya que su autor fue el arquitecto barcelonés Enrique Isern. El nombre de la casa proviene de su primer propietario, llamado popularmente el tío Escolà. Posteriormente, fue adquirida por el secretario del Ayuntamiento y pasó a ser conocida por el nombre de su esposa, la tía Soledad. En la actualidad, se la denomina casa la Lourdes en referencia a los actuales propietarios.
En la escultura decorativa de la fachada destacan las figuras cariótidas en los dinteles de los balcones de la primera planta y la ornamentación vegetal, diferente en cada planta, de los dinteles de los vanos y de las ménsulas que soportan los balcones. La separación entre cada piso está destacada con una imposta que en la planta baja tiene motivos geométricos. Los vanos con arcos apuntados en el solanar, planta superior, servían para dejar entrar el aire para secar los frutos y embutidos.

Portal de Baix. Este portal formaba parte de la muralla de la población en su última ampliación realizada en el siglo XVIII, según consta en el escudo que preside el arco, fechado en 1788.
El núcleo de Arens se originó encima de una muela en donde se ubicaba el castillo (situado -según la memoria oral- frente al jardín anexo a la iglesia, donde ahora está la casa Xixon), el cual encontramos documentado desde la conquista cristiana (entre el 1158 y el 1167) aunque ya existía en época musulmana. Esta primera fortificación tuvo diversas fases de ampliación a medida que la población fue creciendo pendiente abajo formando un entramado urbano escalonado.

Esta puerta enmarca la entrada a la villa por la parte baja de la población. Recibe el nombre de portal de Baix (abajo) por su ubicación y por oposición al portal de Dalt (arriba), otro portal de la villa situado en la parte alta (en la actual calle de Calaceite) el cual fue derribado a principios del siglo XX para facilitar el acceso del tránsito rodado a la villa. Por este mismo motivo, también aquí se rebajaron las piedras de uno de los lados del portal que actualmente se conoce simplemente como “Lo Portal”.

La construcción consta de un arco de medio punto adovelado en la parte extramuros y un arco rebajado en el interior. Está coronado con una hornacina vacía.

Celebra Fiestas, el 17 de enero se celebra San Antonio. El 17 de octubre, la Virgen del Refugio.

Terminada mi visita parto hacia Lledó por la carretera TE-24.

En el Kilómetro 19´30 me desvío hacia Lledó.

En el Kilómetro 23´07 paro para contemplar “La Fuente del Pueblo” de Lledó. (Font de la Vila)  

En 1915 se adecuó la font de la Vila o del Poble  (fuente de la villa o del pueblo) para dar servicio a la población y como símbolo de modernidad y prosperidad en aquella época. Aunque la construcción actual se realizó en esta fecha, muy probablemente la fuente ya se aprovechaba anteriormente.

El conjunto aparece limitado por un muro de mampostería de forma circular que impide la inundación de la fuente en caso de riada y la entrada de la vegetación y los lodos que transporta el barranco. Se observan en la pared las argollas para sujetar a los animales cuando la cola de gente para buscar agua era larga. En la entrada a la fuente, encontramos en el muro circular una pila de piedra que se llenaba de agua para abrevar las caballerías.

Esta fuente se abastece del agua de lluvia de una zona de hasta unos 50 km2  de alrededor, comprendida entre las poblaciones vecinas de Cretas, Arnes y Horta de San Juan y los cerros de els Raconals y la Moleta. La población de Lledó, al igual que la poblaciones de su alrededor, descansa sobre materiales de arcillas y calizas con niveles de areniscas. La gran permeabilidad de los materiales calizos y areniscas ayudan a la filtración subterránea de la lluvia y, con la ayuda de capas impermeables de arcillas, el agua circula y aflora. Ésta se filtra desde alturas de entre los 500 y 600 metros y llega hasta este punto a unos 420 metros de altitud. La media de la pluviometría en esta zona se sitúa entre 400 y 500 litros/año.

 

Con 23´50  Kilómetros  llego a Lledó.

Localidad turolense ubicada en el límite oriental de la comarca del Matarraña, junto al río Algás, a 458 metros de altitud, lindando con la provincia catalana de Tarragona. Dista unos 18 kilómetros de Valderrobres y otros 18 de Calaceite, ambas capitales comarcales. Según los expertos en toponimia, Lledó procede de “LLedoner” que es un árbol frutal de unos 10 a 12 metros de altura.

Su actividad económica principal la constituyen los cereales, la producción de vino, el cultivo de almendras, de Melocotón de Calanda, y olivos, de los que se obtiene Aceite de Oliva, éstos dos últimos cuentan con Denominación de Origen.

Su población: en 1998, era de 210 habitantes.; en 1978, 282 habitantes.; en 1950, 417 habitantes.; en 1900, 570 habitantes. Gentilicio: Lledenses.

A diecisiete kilómetros de Valderrobres, el casco urbano de Lledó se levanta sobre terreno escabroso, lleno de accidentes. El río Algás baña el término de este municipio turolense, que tiene su mayor fuente de riqueza en los cereales, vino, aceite y almendras.

Esta pequeña localidad de carácter agraria, asentada sobre una colina en cuya cima se encuentra la Plaza Mayor, la iglesia parroquial y el ayuntamiento. Se considera que antiguamente en este lugar había un castillo que fue conquistado a las tropas árabes y paso a dominios de la Orden de Calatrava y bajo obispado de Tortosa hasta el año 1955. También sufrió importantes saqueos durante la Guerra del Segadors y de Sucesión.

Los castillos de Lledó y Arenys formaron parte de la encomienda de Calaceite, la cual se había desgajado del extenso territorio, cuya cabecera era Alcañiz, concedido por Alfonso II a la orden de Calatrava. En 1205, esta misma orden otorgaba a Rolando de Cambrils y Dalmacio de Canyelles el castillo de Calaceite, con los términos de Lledó y Arenys, para que los poblaran. Sin embargo, esta empresa no debió de tener éxito, pues, en 1209, Martín Martínez, maestre de Alcañiz, entregaba estos términos a Pedro II, quien unos días más tarde los concedía al obispo e iglesia de Tortosa, con el fin de reactivar su repoblación. En octubre de 1210, el obispo de Tortosa, Gombaldo de Santa Oliva, otorgaba carta de población a los nuevos pobladores de Lledó, a quienes se concedían casas y tierras.

Los habitantes de este lugar tomaron partido a favor del príncipe de Viana, en la lucha que éste sostenía con Juan II, por lo cual fue ocupado y reducido por las tropas de Jaime Ram, sobrino del arzobispo de Tarragona.

La Plaza mayor que podemos contemplar desde aquí, es única e insólita y muy irregular, pues se sitúa en una fuerte pendiente. Aquí van a desembocar la mayoría de las calles de Lledó. En el flanco sudoeste, la casa de la villa destaca por su elegante porticada que sirve de lonja con tres arcos, conservándose una inscripción con fecha 1610.Este edificio se abre sobre si mismo, junto a un pasadizo en arco rebajado con una pequeña hornacina dedicada a San Roque. En la planta superior dispone de una galería con tres arcos de medio punto y cuatro ventanas de jambaje. La cornisa es de sillería con molduras de pecho de paloma.

El año 1210 el obispo de Tortosa otorgaba a los habitantes de Lledó la carta de población en la que se nombra al lugar, indistintamente, como castillo y villa. Este castillo referenciado podría ser la construcción originaria de esta iglesia ya que las ménsulas que hay en el exterior del edificio parecen los matacanes de un castillo o torre de defensa. Esta robusta construcción de gruesas paredes de sillares y poca iluminación interior parece, como la de la vecina población de Arens de Lledó, una iglesia-fortaleza.

Es una obra gótica construida en sillería, al final de la primera mitad del S. XIV, de la misma tipología que la Iglesia de la Asunción de Arens de Lledó. Tiene planta cuadrada de una sola nave con bóveda de cañón apuntada y cabecera recta con bóveda de crucería. En la clave de esta bóveda hay representado el Cordero Pascual. Tiene cuatro capillas laterales, dos a cada lado e insertadas en el muro, tres de ellas con motivos renacentistas. Resulta curiosa la ausencia de contrafuertes y que sólo una de las capillas sobresale en el exterior.

La portada es apuntada con siete arquivoltas y encima de ella hay una ventana con arco apuntado y tracería gótica que es el elemento con más ornamentación de este austero templo. A la izquierda de la fachada hay un cuerpo poligonal en forma de torreón que contiene las escaleras de caracol que conducen al coro y al campanario. En el lado derecho se sitúa el campanario de espadaña, que es un añadido posterior.

En 1936, durante la Guerra Civil, esta iglesia fue desmantelada. El año 2001 fue declarada Bien de Interés Cultural por su gran valor patrimonial.

El edificio de la Casa Consistorial consigue adaptarse a la inclinación del terreno generando dos espacios urbanos distintos: uno hacia el este, enfrente de la iglesia con un paso cubierto que comunica con la primera planta del ayuntamiento; y otro hacia el sur, delante de una plazoleta donde se abre la lonja con sus dos arcos de medio punto.

En la lonja se hacía el mercado, que aprovechaba la “fresquera” contigua con acceso por una pequeña puerta. En el s. XX se tapiaron los arcos para situar aquí las escuelas.

La Casa Consistorial también tenía una cárcel, cuyo acceso se sitúa debajo de la capilla de San Roque; constaba de dos salas: la primera, más cómoda, sería para el guardia y la segunda, más estrecha, para el prisionero.

Esta obra es de estilo renacentista y se realizó, al igual que el resto de casas consistoriales de la comarca, entre finales del s. XVI y principios del XVII. Se conserva una inscripción con la fecha de 1610, probablemente referida a su inauguración.

Al estilo del ayuntamiento de Ráfales, el de Lledó se ubica en uno de los accesos medievales a la población, seguramente el principal. El paso cubierto conecta con la calle de San Roque, que da entrada a la zona de la población con las edificaciones más antiguas, las cuales fueron construidas adaptándose a la inclinación de la colina.

La Casa Consistorial de Lledó continúa albergando las dependencias de la administración municipal.

Fiestas: Las fiestas patronales tienen lugar entre los días 3 y 6 de septiembre.

Salgo de Lledó con 23´91 Kilómetros

En el kilómetro 30 llego a Cretas.

Localidad turolense de la comarca del Matarraña, situada en el barranco de Calapatá , afluente del río Matarraña,  al noreste de la provincia, en el límite con la de Tarragona, a 563 metros  de altitud.

Su población en 1998, era de  631 habitantes.; en 1978, 808 habitantes.; en 1950, 1.353 habitantes.; en 1900, 1.562 habitantes. Gentilicio: Cretenses.

En la localidad se cultivan Melocotón de Calanda, y olivos, de los que se obtiene un buen Aceite de Oliva, productos ambos que cuentan con su Denominación de Origen.

El casco urbano, plagado de arcos apuntados, pasadizos y portales, se encuentra en la margen derecha del barranco de Calapatá y de él sobresalen construcciones de piedra sillar con un hermoso tono dorado. Son interesantes las capillas de San Antonio de Padua y San Roque y el portal-capilla de San Antonio. De los edificios civiles destacan casas-palacio como la de Turull y la de Sanz. En la plaza Mayor, contemplaremos la "picota", columna del siglo XVI en la que, se dice, terminaban sus días los condenados a la horca.

El ejemplo más significativo de su patrimonio religioso es la iglesia parroquial de la Asunción. El edificio que mejor define el perfil de Cretas es, sin duda, su impresionante iglesia dedicada a la Asunción de Nuestra Señora; si bien, la parroquia a la que pertenece está bajo la advocación de San Juan Bautista, hecho que a menudo provoca confusiones en su nomenclatura.

Es una construcción gótico-renacentista, con paredes de sillería, de una sola nave con capillas laterales entre contrafuertes y bóvedas estrelladas o de crucería.

Se levanta en el siglo XVI (con la fachada fechada en 1566), tomando el relevo a un templo anterior en la parte alta de la población y construido probablemente en el siglo XIII. La iconografía de la portada es muy interesante con varias representaciones.

Para su construcción se rompió el trazado de la antigua muralla y se ocupó el lugar de uno de los antiguos portales, siendo el maestro constructor Sebastián Deixado, que firma como “xado”.

Durante la Guerra Civil sufrió un considerable expolio en el que perdió gran parte de su decoración interior que se ha ido restituyendo poco a poco. Durante unos años, los habitantes tenían que donar un porcentaje de la cosecha de aceitunas para costear el nuevo retablo.

Su sólida construcción original y las numerosas restauraciones consiguieron que en el 2001 fuera declarada Bien de Interés Cultural.

La calle Mayor es una de las más importantes en la historia de la villa.

Entramos a ella pasando bajo el arco que se abre en la llamada casa Çapera o Sapera. Se trata de una antigua casa familiar construida probablemente en el siglo XV y que podría haber sido residencia del obispo Francisco Climent, también llamado obispo Sapera por su segundo apellido. Esta casa hace esquina con la calle de la Orden de Calatrava, conocida popularmente como la calle de la Carnicería ya que, al parecer, era el lugar donde el Señor de la Villa autorizaba las matanzas de los animales. Observamos hermosas ventanas góticas y en el número 7 encontramos en la fachada una figura esculpida que se halló en el interior de la casa, representa un soldado que podría ser de la época napoleónica o carlista.

Desde la casa Sapera hasta la Plaza Mayor, el trazado de Cretas sigue una estructura que bien podría remontarse hasta la ampliación medieval del trazado musulmán. Esta estructura consta de una calle central de la que se derivan otras más estrechas y originalmente sin salida, como la calle Serrano Aparicio, que desembocaba en la antigua muralla y que popularmente se conoce como calle de la taleca, parecida a un saco por su particular forma de estrecharse; y la calle San Roque que nos conduce hasta el portal-capilla dedicado a este santo.

Casa Turull recibe su nombre de esta ilustre y antigua familia, cuyos miembros formaron parte de la vida social de Cretas en los siglos XVII y XVIII.

Su fama les llegó por ser constructores de órganos para iglesias. En su taller de Cretas, y a lo largo de varias generaciones, los Turull reformaron el órgano de Fuentespalda y construyeron los de Vilafranca, Tarazona, Zurita y una larga lista más, entre los que destaca el órgano de la Iglesia de Morella.

Por lo que respecta a la arquitectura de Cretas, los Turull fueron directamente responsables de la construcción de ocho de los más relevantes edificios de la población, entre ellos: la casa Huesa, la casa la Notaría y, por supuesto, la gran casa solariega que nos ocupa, fechada en 1746 y con un espléndido balcón de ménsulas decoradas con figuras cariótidas.

Tampoco podemos pasar por alto la aportación de Felicísimo Turull a la hora de levantar la capilla de San Antonio de Padua, situada en esta misma calle, en agradecimiento al santo por no haber sufrido percances durante la construcción de los edificios mencionados.

La Plaza mayor. En la ampliación del casco urbano de Cretas de los siglos XV y XVI se proyecta la construcción de la Plaza Mayor que, a partir de ese momento, se convierte en el centro neurálgico de la vida social de la población.

El elemento más característico de la plaza es su magnífica columna central, originaria de 1584 y trasladada aquí en 1962. Se desconocen las circunstancias que motivaron su construcción, aunque la hipótesis más probable es que fuera destinada a la edificación de una casa consistorial que finalmente no se realizaría y de la que Cretas carecía en aquel momento por pertenecer administrativamente a Alcañiz. Originalmente, y hasta bien entrado el siglo XX, esta columna se ubicaba más allá de las murallas de la población, cerca de la capilla de San Roque donde puede que, aunque no fuera su uso original, se utilizara como picota para ajusticiar a los reos. Sobre la columna encontramos el antiguo escudo de la población, con los signos que nos hablan de su larga historia: la cruz de la orden de Calatrava, señores de la villa desde finales del siglo XII; el cordero pascual, símbolo eclesiástico posiblemente asociado al período de señorío del obispado de Tortosa; y las barras aragonesas que nos recuerdan su titulo de Villa real. El escudo moderno tiene la misma simbología, pero la colocación es distinta y ha pasado de ser redondo a romboidal. 

El resto de la plaza está formado por edificios nobles, de sillería, algunos pertenecientes al siglo XV, otros del siglo XVI, como el actual ayuntamiento, y otros más recientes en su construcción.

Desgraciadamente el tiempo empeora y no puedo terminar de visitar como yo quería el casco urbano de esta espléndida localidad, me veo obligado por la amenaza de lluvia en iniciar  raudo y veloz el camino de regreso, pero prometo volver y completar mi visita.

 

Con 31´64 Kilómetros, salgo de Cretas por la carretera A-1413, en dirección a Calaceite.

 

Alejada del núcleo urbano y rodeada de cipreses, encontramos la ermita de Nuestra Señora de la Misericordia, declarada Bien Catalogado en el 2005. Hoy la fotografío desde la carretera, sin embargo la vista es maravillosa, hay un gran manto de “Ababoles” que se extienden hasta ella.

Es una edificación gótico-renacentista, fechada en 1533 y construida en sillería con una nave de tres tramos, cubierta de bóveda de crucería y cabecera poligonal. Podría haberse construido reutilizando parte de los materiales del antiguo templo que se levantaba desde el siglo XIII en la parte alta de Cretas, el cual quedaría en desuso en el siglo XVI cuando se consagra la nueva iglesia. La existencia de elementos góticos en la ermita, como los capiteles de la portada, y su construcción contemporánea a la de la actual iglesia -el templo de la Asunción- favorecen esta hipótesis. Posteriormente, en 1741, se amplía el edificio con la construcción de la sacristía dada la importancia que estaba adquiriendo el lugar por la devoción comarcal a esta virgen.

En el recinto había un cementerio donde se enterraban las víctimas de las diferentes pestes que han afectado a la población, especialmente en el siglo XVII.

Para acceder hasta la Misericordia hay una “vía sacra” que conectaba el pueblo con la ermita y de la que son testimonio los viejos cipreses y las capillas que marcan las estaciones.  Adosado a la ermita, quedan los restos de una pared que correspondía a la casa del ermitaño, aunque del cuidado de este templo se encargaba un capellán residente en el pueblo.

Se trata de una de las ermitas más populares a nivel comarcal. Existe mucha devoción y el día de la romería, el segundo sábado de mayo, se reúnen multitud de personas de la población y del resto de pueblos de la comarca.

 

Llego a Calaceite con 43´13 Kilómetros

 

Las fotografías aparecen `por orden de ruta

 

Serafín Martín.

 

Fuentes propias y más información en:

Colección Rutas CAI - Nº 2 El Matarraña y los Puertos de Beceite Edita CAI – PRAMES.

Colección Rutas CAI - Nº 16 Caspe, el Mar de Aragón y el Bajo Matarraña Edita CAI – PRAMES.

http://www.fontdelpas.com/

Enciclópediaaragonesa.com

http://www.portalmatarranya.es/

 

 

 

MIS RUTAS

 

©  Cheluy -Sera 2011