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Ruta 051.-Mallén, Cortes de Navarra, Novillas, Buñuel,
Ribaforada, El Bocal del Ebro.
El 10 de Octubre de 2009 llego a Mallén con un total de
3510 kilómetros.
Mallén deriva del nombre romano de persona Manlius
,Mallén es una Villa de la provincia de Zaragoza, perteneciente a la Comarca
Campo de Borja y
situada en la Depresión del Ebro, sobre
depósitos cuaternarios, entre los ríos Huecha y Ebro, próxima al límite con
Navarra, a 293 metros de
altitud. Su población actual es de 3.680 habitantes: en 1998, eran 2.935
habitantes.; en 1978, 3.024 habitantes.; en 1950, 3.141 habitantes.; en
1900, 2.403 habitantes; en 1897 2.325 habitantes; en 1877 tenía 2.552
habitantes.
Mallén fue una ciudad ibérica que prosperó notablemente durante la
dominación romana;
Si la ceca de Caraues estuvo en Mallén, acuñó monedas prerromanas
en su término municipal. Se encontraron monedas y medallas que se conservan
actualmente en el Museo de Zaragoza.
La villa actual ocupa una amplia llanura sobre la ribera derecha del río
Huecha, rodeando un monte llamado El Castillo
Esta villa fue conquistada en 1119 por el Rey de
Aragón, Alfonso I el Batallador
y
en 1127 este mismo rey instaló en ella a parte de los
mozárabes que trajo consigo tras su expedición a
Andalucía, a quienes en 1132 concedía un fuero con los mismos privilegios y
franquicias que se disfrutaban en Zaragoza y Tudela. En torno a estos años
fue concedida conjuntamente a las órdenes del Temple y de San Juan de
Jerusalén, de la misma forma que García Ramírez les concedía Novillas en
1135, por lo que se efectuó un cambio entre ellas y quedó Mallén enteramente
para los Hospitalarios, y Novillas para la orden del Temple. Este acuerdo
fue ratificado por Ramón Berenguer IV en 1151. Mallén quedó convertida en
encomienda sanjuanista adscrita a la Castellanía de Amposta.
En junio de 1201 esta villa fue el lugar elegido para el encuentro que
tuvieron Pedro II y Sancho VIII de Navarra para solucionar sus diferencias.
En 1354, tras una sentencia arbitral, el vecindario fue autorizado a elegir
libremente su propio concejo, aunque teniendo que prestar homenaje al
comendador. En 1452 su castillo sirvió de prisión a don Carlos Príncipe de
Viana, por orden de su padre Juan II.
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles se ofrece, en su
exterior, como obra moderna relativamente, del siglo XVIII. La torre es de
ladrillo. El interior del templo sorprende por su interés, ya que constituye
una bella muestra de iglesia gótica del siglo XIII. El ábside es
semicircular por lo que respecta a su cuerpo inferior, románico de cantería,
en tanto que el cuerpo superior es poligonal, de ladrillo. Guitart Aparicio
habla del desaparecido castillo, el cual, junto a la iglesia, perteneció a
la orden de San Juan desde 1151, después de haber sido del Temple.
La ermita de la Virgen del Puy de Francia, de estilo barroco de fines del
siglo XVII tiene planta de cruz con bóveda cubierta de lunetos.
Mallén fue Villa, en 1495 y
1785.
Encomienda de la orden del Hospital (1178). Sobrecullida de Tarazona
(1446-1495). Vereda de Tarazona (1646). Corregimiento de Borja (1711-1833).
Ayuntamiento (1834). Partido judicial de Borja. Se incorpora (1965) al
partido judicial de Zaragoza.
Otros núcleos: caserío La Marga.
Propiedad de la tierra:
En junio de 1132 Alfonso I de Aragón dio fueros a los mozárabes que fuesen a
poblar Mallén (MUÑOZ, Colección de fueros, p. 503).
El año 1149 se señala que Mallén había sido recibida por la orden del
Hospital después de su conquista. En esa fecha los Hospitalarios de Mallén y
los Templarios de Novillas llegaron a una concordia sobre límites (LACARRA,
Documentos, nº. 360).
En 1414 era de la orden del Hospital (ARROYO, División, p. 98).
En 1610 era de la encomienda de San Juan de la orden del Hospital (LABAÑA,
p. 14).
Señorío de las Órdenes (1785).
Obispado de Zaragoza. Parroquia dedicada a Nuestra Señora de los Ángeles
(gótica, del siglo XIII). Convento de franciscanos (1615). Ermita de la
Virgen del Púy (finales del siglo XVII).
Evolución de la población: 121 maravedís (1414); 156 fuegos (1495); 156
fuegos (1543); 156 fuegos (1609); 162 fuegos (1646); 317 vecinos (1713); 195
vecinos (1717); 196 vecinos (1722); 182 vecinos (1787); 581 vecinos (1797);
400 casas, 390 vecinos y 1.852 almas (Madoz); 2.887 habitantes (N 1857);
3.161 habitantes (N 1970).
De la obra de Antonio SERRANO MONTALVO,
La población de Aragón según el Fogaje de 1495,
Tomo II
(Institución Fernando el Católico, Gobierno de Aragón e Instituto Aragonés
de Estadística, Zaragoza, 1995), en las páginas 44, 45 y 46
dice
sobre Mallén:
MALLEN,
156 fuegos, [-, Z], (Noviembre, 23), [Villa. O. M. de San Juan de Jerusalén]
Mossen Martin d'Eza, capellan. AL: Miguel Cuello. J: Felices. V: Johan de
Sarria - Juan de Cercel. TT(Testigos): "los mas cerqua..."
El Justicia, Martin Quayran, Johan Dalquendi,
menor, Pascual Andres
Pedro Guisonbar, pobre, Johan de Ondeano, Johan Tomas, capatero
Viban el Viexo, Miguel Andres, Margarita de Puellas, Johan Lorent, soguero,
Pero de Azo, Pero Arnal, Martin Leon, pobre, Pero Benit
Johan Dalquerin, tecedor, Pascual Diaz, Anton Dalmorent, Pero de Taraçona,
La de Matéu, La de Johan Carat, Camora,Johan Deça
Anthon Jaymes, La Viuda de Barrachina, Ferrando Ezquerra
La Viuda de Benedit Miguel Ezquerra, La Viuda de Pero López, Pascual Danciso,
Mossen-Martin Deça Johan de Sarria,
Johan de Cerçel, Martin Carretero, Pero Caluo el Jouen
Johan de Fuentes, Martin Carrasquo, pobre, Jayme Andres,
Martin de Teruel, Jurdan de Manbles, Martin de Verdun,
Pedro Dondues, La Guasca, pobre, Mosse Cebollero, La Viuda de Mossen
Cebollero, Mossen Johan de Sinues, Diago el Molinero,
Johan Carrasqua, Gil d'Aranda, Anthon Loppez, Johan de Maguanya, Pero Texero,
Sebastian Lorent, pobre, Ferrando, pobre
Grabiel de Medina, La Dazemblero, que le demandan por Dios
Johan de Torres, mayor, La Viuda de Mossen Bertol,
Johan de Santa Maria, Pero Perez de la Rabera, Pero Caluo, mayor, Martin
Caluo, El Corredor, Moncayo, Mossen Pero Sanz,
Colau Danciso, Anton de Bisimbre, Johan Brun, Martin el Lancero, Jayme Leon,
Martin Cortes, Johan el del Prior, Martin Noualles, pobre, Pascual Gil.
mayor, Mossen Guasqui, Belenguer Ortiz,
Johan Lorenz, mayor, Martin el Ferrero, Marquo, Martin Menjon,
La Viuda de Menjon, Pallaranco, pobre, Anton Doblitas, Anthon Maner, Johan
Gomez, pobre, Theresa Danciso, pobre, Garcia Benito, pobre, Johan Carretero,
Domingo el Fustero pobre, Valero,
Matheu Azemblero, Johan de Calmedina, Bernat de Magallon
La Viuda Dazemblero, Johan Rey, Pere Guaxqui, Sancho Lisana
Mossen Domingo Deço, La Viuda de Quintana, Garcia Quintana
Johan Texero, pobre, Miguel Gomez, La Guisonbartes
La Viuda decolau Menjon, pobre, Johan Romeu, Pero Çimorra
Gil d'Arnedo, pobre, Cathalan, pobre, La de Pascual Gil, pobre
Pero de Puey, mayor, Martin de Calmedina, Johan d'Aynçon
Johan de Sant Johan, pobre, Sauastian de Nouillas
El Capatero valenciano, de por Dios, Mossen Anton de Mur
Pero Manyes, El Prior, Johan Thomas, Miguel Cortes
Sancho Cortes, Pero Cortes, viudo, Samper, Fortunyo Barbero
Sauastian de Torres, Johan Sotes, Miguel de Enyego, Mossen Johan
Pero Sarria, Johan Perez, Miguel Deço, Johan Cuayran
Martin de los Arquos, La Viuda de Val, pobre, Mossen Sotes
Miguel Guallart, Pero de Val, de por Dios, Berto de Guisonbart
Martin de Buendía, Miguel d'Alfaro, Anton Calbo
Maria la Tienda, pobre, Johan Tarin, pobre, Johan de Torres, notario
Mossen Johan Gomez, Pero el Sastre de Alberti, Domingo Siluestre
Johan Dalquerin, mayor, Martin Cortes, menor,
La Viuda de Sancho Ruyz, Bertol de Guisobart, mayor, Martin Ruyz, Miguel
Danciso, Mossen Pero Perez, La de Sancho Cruz,
Ferrando Reualle, pobre.
Terminada mi visita a Mallén parto hacia Cortes de Navarra.
Cortes es un municipio situado en la Comunidad Foral de Navarra en la merindad de Tudela, situado a una altitud de 254 metros, sobre terreno llano con algunas ondulaciones en el lugar llamado Cabezos. El Ebro discurre por el extremo nororiental del término, mientras que el Huecha lo hace junto al casco urbano. Los canales de Lodosa, Tauste e Imperial, junto con una complicada red de acequias y canales, llevan el agua hasta el último rincón, no es de extrañar por ello que sea importantísima su riqueza agrícola y sobre todo la hortícola. En 1900 se contabilizaron 1.140 habitantes, siendo la apertura del canal de Lodosa la principal causa del desarrollo demográfico, que ha hecho ascender la población a las 3.361 personas en la actualidad. Gentilicio: Cortesino/a.
El profesor Malurque ha afirmado rotundamente que
Cortes es el poblado de la
Edad de Hierro
española más completo y cuyo estudio se halla más avanzado. El Cerro de la
Cruz se ha hecho famoso entre todos los historiadores de la
Edad Antigua.
Estuvo poblado desde finales de la
Edad del Bronce
y principios de la
Edad del Hierro, y su
excavación ha permitido documentar seis poblados utilizados durante 500 años
a partir del
siglo IX a. C. Las
moradas más antiguas son chozas tanto redondas como cuadradas, sustituidas
por otras rectangulares de
adobe, divididas en
dos salas con un hogar central, y también se levantó una muralla de adobe
protegiendo el pueblo. La necrópolis es tradicional, con urnas. Hay
evidencias de que posteriormente fue poblado por los romanos.
Su reconquista se debió a
Alfonso I el Batallador,
Rey de Aragón, que a principios de 1119, que la dio a su hermano Rotrou de
Alperche.
Carlos III
donó la villa, su castillo, hombres y mujeres,
cristianos, moros y judíos, pechas, rentas, casas, bailíos, medios y
homicidios a su hijo Godofre, fundándose el
condado de Cortes, que le fue arrebatado por
Juan II de Aragón.[]
En el año 1353 contaba el pueblo con 50 familias
cristianas y 80 musulmanas. Estos últimos representaron un papel importante
durante toda la Edad Media y quedan muchos vestigios suyos. El inventario
fiscal realizado tras la invasión castellana del
Reino de Navarra
en
1512,
reflejaba que la mayor parte de su población era musulmana ( XLIIII casas de
moros y XXXIII casas de cristianos).[]
Mallén perteneció durante muchos años, a los condes
de Villahermosa, cuyo palacio todavía se alza airoso.
Felipe IV le
otorgó el aprovechamiento de las
Bardenas Reales en
1664.
La Parroquia de San Juan Bautista, debe su estructura
fundamental a la segunda mitad del s. XVI en que se construye la nave
central de estilo gótico-renacentista. - Un plan de nave única con cuatro
tramos, jalonados por pilares y arcos de medio punto, y cabecera pentagonal;
la cubrición se realiza mediante bóveda estrellada en el presbiterio y
bóvedas de nervios mixtilíneos en la nave. - En el s. XVIII se amplía el
edificio con dos naves laterales cubiertas por bóvedas de arista. -
Finalmente, en 1892 se añade la Capilla del Cristo, según datos extraídos
del Archivo Parroquial; la capilla está adosada al primer tramo de la nave
del Evangelio tiene planta central cruciforme y bóveda de arista. Al
exterior presenta la iglesia muros de ladrillo, fachada principal abierta a
la Plaza, a la que se ha añadido un cuerpo moderno con un relieve de San
Juan Bautista del escultor tudelano Loperena. La torre de ladrillo adosada a
los pies, en el lado del Evangelio, tiene un primer cuerpo primitivo cúbico
decorado con rombos de tradición mudéjar, y dos cuerpos superiores del s.
XVII que culminan en un chapitel bulboso.
Me llama poderosamente la
atención que en pleno casco urbano, esté el castillo. Este
se
encuentra en buen estado de conservación y
fue restaurado a finales del siglo XIX. En la
actualidad es de propiedad privada, y se usa como vivienda particular.
Los orígenes del castillo de Cortes son muy antiguos, pudiéndose remontar a la época de dominación musulmana anterior a la reconquista de la villa. Las primeras noticias de su existencia datan de los años 1128, fecha en que fue confiado a don Ramón - hermano del Conde Rotrón de Alperche- señor de la villa recién conquistada.
Por los años finales del reinado de Sancho el Fuerte lo poseía doña Toda Ruiz, hija de don Rodrigo Abarca y, a partir de 1234, fue propiedad de la monarquía navarra, la cual nombraba sus alcaides y cobraba los tributos haciéndose cargo de las reparaciones; dicha propiedad la conservó la Corona hasta 1462 con el paréntesis de los años 1413 a 1428 que perteneció a don Godofre; hijo bastardo de Carlos III, que se tituló Primer Conde de Cortes.
En 1462 Juan II lo donó a su hijo natural don Alonso de Aragón, duque de Villahermosa, cuyo retrato se conserva en una de las dependencias del castillo. En 1533 se convirtió en marquesado, siendo su primer titular don Pedro Enríquez de Lacarra.
El castillo de Cortes está unido a la figura de Carlos III, quien se hospedó en él frecuentemente con motivo de sus cacerías. El castillo fue escenario de la histórica entrevista entre Carlos III y Martín el Humano, rey de Aragón, cuando éste eligió a doña Blanca para esposa de su hijo. En él, Fernando el Católico fue nombrado Lugarteniente General del Reino para Cortes de Zaragoza en el 1464, como recuerda una lápida incorporada en la fachada.
La construcción, de origen medieval, ocupa un amplio rectángulo amurallado, con jardines en la parte posterior. Como núcleo del mismo tiene un patio rectangular, el Patio de Armas, en torno al cual se organiza todo el conjunto, situándose la vivienda señorial en el flanco occidental y en el ángulo sureste una torre prismática coronada por almenas y matacanes. Poco tiene que ver con la construcción actual, a no ser la cimentación de la citada torre, sótanos, así como la rampa que conduce desde el Patio de Armas hasta la primitiva puerta de entrada. El castillo tuvo otras torres, lo sabemos por la documentación que fueron reformadas en 1434 y 1447 por los moros tejeros y carpinteros de Tudela, como la Torre del Homenaje, la Torre Blanca y otras dependencias. En el s. XVI se remodeló este castillo, adquiriendo aspecto de palacio señorial, iniciándose la obra en el invierno de 1562 hasta 1634 que tiene lugar "la tasación de la fábrica del castillo". El actual recinto amurallado, de mampostería y ladrillo, con macizos torreones semicirculares flanqueando la entrada, fue construido en la Edad Moderna. Con todo, el definitivo aspecto corresponde a la reforma del s. XIX, como bien delatan los arcos apuntados de algunas ventanas así como el ambiente romántico de los interiores neogóticos. Cuando se coloco sobre la portada principal un blasón barroco jaquelado, de la familia Jaureguizar. Una leyenda cuenta que en el antiguo castillo de la localidad vivía una niña llamada Victoria a la que cortaron los pies como tortura por malos comportamientos y que actualmente se pasea por el castillo a rastras con un vestido blanco. Tras las renovaciones del castillo y después de haber tirado múltiples paredes de este se han descubierto múltiples objetos de juego y básicos de la niña como una cuna de madera en la que se encontraba grabado el nombre de Victoria
El castillo de Cortes guarda en su interior una interesante colección de pinturas al óleo, de diferentes épocas, estilos y escuelas que cronológicamente abarcan del s. XVI al XIX.
La pieza cumbre, magnífico retrato de don Alonso de Aragón de gran tamaño, último tercio del Siglo. XVI; forma parte de la colección de retratos de la familia que Rolán de Mois - pintor de origen flamenco y uno de los miembros más representativos de la escuela aragonesa de la época-ejecutó para el Duque de Villahermosa, su protector.
Del Siglo XVII: - Dos lienzos italianos, de la Virgen de la Anunciación y San Gabriel, de la escuela tenebrista italiana, dentro del estilo de Andrea Váccaro. - Un retrato de tres cuartos de un personaje masculino de pincelada y colorido tizianesco, obra posiblemente de un autor flamenco por el realismo del rostro; lleva un pergamino en la mano derecha con una firma ilegible. - Un retrato que recuerda a Felipe IV, pincelada suelta y aire velazqueño, con luz centrada en el rostro y cuello. - Pequeño bodegón de caza, estilo tenebrista y desigual. - Paisaje con la Huida a Egipto, estilo ruberiano.
Finales del siglo. XVII. Dos lienzos gemelos que representan la Presentación en el Templo y los Desposorios de la Virgen, escuela sevillana, en segunda mitad del s. XVII.
Del siglo XVIII. Dos piezas italianizantes gemelas. - Dos copias de escenas de caza y eremitas. - Un lienzo pequeño con una riña de taberna, estilo de Teniers. - Adoración de los Reyes Magos, copia veneciana de estilo tizianesco. - Un cuadro costumbrista, copia veneciana de estilo de los Bassano.
Del siglo. XIX. Dos retratos: uno de doña Isabel Heredia y Luermori, condesa de Zaldivar, y otro de don José Hurtado de Zaldivar, Conde de Zaldívar, del año l843, con marcos del s. XVIII. - Un paisaje romántico de 1845.
Mantienen su cultura y folclore navarro-aragonés así como expresiones a la hora de hablar descendientes del antiguo romance navarro-aragonés y del que hoy queda la fabla aragonesa en Huesca. Cabe destacar la actuación del paloteao en las fiestas de San Miguel.
Me quedé asombrado de "El Parque" este cuenta con varios paseos, por donde paseé, pudiendo apreciar, la belleza de aves que hay en su estanque.
Fueron personas célebres de esta localidad. Mons. Carmelo Borobia Isasa, Obispo auxiliar de Toledo. Don Mario Gaviria, y Pepe Alfaro.
Terminada mi visita a Cortes
parto
hacia Novillas.
Novillas es un Lugar de la provincia
de Zaragoza, a 63 km. de la capital. Situado en
la Depresión del Ebro, sobre depósitos cuaternarios del río y junto al
límite con la provincia de Navarra, a 239 metros de altitud. Su población
en 1998, era de
699 habitantes.; en 1978, 822 habitantes.; en
1950, 989 habitantes.; en 1900, 916 habitantes.
Su primera cita en la documentación medieval data de 1133 cuando Fortún
Garcés Cajal concedía en su testamento unos bienes en esta localidad para la
Orden del Santo Sepulcro. En 1135 el rey navarro García Ramírez donó la
villa y el castillo a la Orden del Temple y a la de San Juan de Jerusalén
conjuntamente, al igual que el Rey de Aragón, Alfonso I había hecho con
Mallén Tras un acuerdo entre estas dos órdenes militares, se decidió la
posesión total de Novillas para los templarios, quedando Mallén para los
hospitalarios. Se creó, por tanto, en esta localidad una encomienda que fue
el origen de todas las casas del Temple en el valle medio del Ebro. La
importancia de esta encomienda, después de un primer período de esplendor
durante casi todo el siglo XII, fue disminuyendo ante el crecimiento de
otros enclaves templarios al desgajarse las encomiendas de Ambel, Luna,
Huesca y Boquiñeni. A fines del siglo XII sólo extendía su dominio sobre
Razazol y Cabañas, además de la propia Novillas. Durante el siglo XIII la
encomienda sobrevivió con escasas rentas y tras la suspensión papal a
principios del XIV pasó a ser administrada por la Orden de San Juan de
Jerusalén hasta su extinción en el siglo XIX.
En el escudo de la localidad figuran dos novillas, que fueron, sin duda, las
que dieron origen al nombre
El casco urbano se extiende en la margen derecha del
Ebro, sobre una llanura regada por el Río Huecha, que desemboca allí cerca,
y el Canal Imperial No hay tierras de secano. Existen edificios notables,
entre los cuales destaca uno que recibe el nombre de castillo, sin serlo, ya
que se trata de una casa-palacio de estilo renacentista aragonés. Sirvió, en
tiempos, para albergar la encomienda de la Orden Sanjuanista. A orillas del
Ebro existe un pequeño fuerte, que se levantó con fines defensivos. Novillas
perteneció al feudo navarro, antes de 1174.
Hasta época reciente, Novillas tuvo que hacer uso de la barca para cruzar el
cauce del río, toda vez que el término municipal se extiende también sobre
la margen izquierda.
La iglesia parroquial está dedicada a Nuestra Señora de la Esperanza y es de
estilo neoclásico. Los retablos del interior pertenecen a los siglos XVI y
XVII.
En el kilómetro 6´59 atravieso el Canal Imperial de
Aragón.
Llego
a Buñuel.
Buñuel es una
villa y un
municipio
español de la
Comunidad Foral de Navarra,
situado a 242 metros de altitud en la
Merindad de Tudela,
en la Comarca
Ribera de Navarra .Su
población en 1840
era de 811 vecinos; en 1860 tenía 1.300 vecinos;2009
fue de 2.404 habitantes (INE).
Gentilicio Buñuelero.
Los orígenes de Buñuel, podríamos encontrarse en el
neolítico,
(4.500 a 5.000 años AC)., y en las primeras estribaciones de los montes de
Las Bardenas,
próximos a lo que entonces era el cauce del
río Ebro, donde se
hallaron unos fondos de cabañas, las cuales estuvieron habitadas por los
primeros pobladores de la península,
Iberos y
Celtas. Con la
llegada de los
romanos a la
península, durante el
siglo I de nuestra
era y siendo emperador
Calígula, descubrimos
un asentamiento romano de esta centuria a poca distancia del núcleo actual
de la villa, en el término de La Fontaza, llamado así por haber un manantial
permanente. Este poblado está desaparecido totalmente. Era un pequeño núcleo
habitado por varias familias y restos de edificaciones en piedra labrada,
con sus pavimentos, molinos de piedra,
trujales y abundante
cerámica sigillata hispana, cuyo enclave tenía como explicación el
encontrarse en la margen derecha del
río Ebro y a pocos
metros de lo que pudo ser una variante de la conocida
calzada romana La
Legio VII y que dividiéndose en
Mallén, recorría la
margen del río hasta llegar a
Tudela.
La creación de Buñuel como pueblo y su
asentamiento, surgió tras la
Reconquista
del
valle del Ebro en el
siglo XII, por el rey
de Aragón,
Alfonso I el Batallador,
como lo fue de igual forma, de una gran parte de los pueblos de esta
Ribera de Navarra,
Cabanillas,
Fustiñana,
Ribaforada,
Cortes
entre otros. Tras la reconquista del Valle del Ebro a
finales del Siglo XII y principios del XIII. La Orden Hospitalaria de San
Juan de Jerusalén fundó Buñuel. Dando ello lugar a la instauración del
primer Concejo de Buñuel, que ya existe documentalmente en el año
1261. Esta
Orden Hospitalaria ya instalada y los que con ella arribaron, construyó la
primera iglesia en honor de
Santa María, hoy
desaparecida, creó la cofradía de
San Antón con su
ermita dedicada al patrón de la villa, también desaparecida e instaló la
primera barca fluvial para cruzar el
río Ebro a su margen
izquierda, dando lugar, a disponer en el
siglo XII y como
enseña del Concejo de Buñuel, un escudo o emblema donde hay una barca con su
mástil rematado en una cruz y en su cabecera la cruz de la
Orden de Malta. Este
escudo que en la actualidad se sigue usando de manera oficial por el
municipio y cuyo
blasón simboliza el privilegio de la villa de cobrar los derechos de paso a
cuantos atravesasen el
río Ebro
dentro de los límites de su término. Esta barca dio servicio durante siete
siglos, desde el año 1260
al año 1965, en
el
que se construyó un moderno puente sobre el Ebro, la Junta de la Barca dejó
de gestionar este servicio y comenzó el proceso de desaparición de un
símbolo y de parte de la historia de la localidad. Conjuntamente y con los
cofrades de la mencionada Orden asentados en
Cabanillas,
consiguieron en el año de
1252 del rey
Teobaldo I de Navarra,
los permisos necesarios para la construcción de la Acequia del
río Ebro hasta los
términos de Buñuel, siendo esta la primera obra hidráulica realizada en
Europa y que
actualmente se conoce como
Canal de Tauste.
En el año
1351 el
Concejo de Buñuel tenía una población de 93 vecinos, de los cuales 20 eran
hidalgos o
infanzones, 67 eran
labradores y
clérigos había 6.
Tenemos que destacar que en estos primeros años y entre sus habitantes, los
primeros moradores fueron
francos, no hubo
vecinos
moros ni
judíos, como en la
mayor parte de las poblaciones limítrofes, pues
Navarra era un reino
autónomo con reyes de la
monarquía francesa.
En el
siglo XV el
Concejo de Buñuel tenía ejidos propios desde las mugas de
Fustiñana y
Ribaforada, siguiendo
por el campo de Carratudela a la muga de
Cortes y de
Mora, volviendo por
la muga de La Dehesa, del lugar llamado el Ginestar, hasta el mismo lugar y
de allí por la huerta, hasta el
río Ebro que torna a
volver a la muga de
Fustiñana; pero
debido a los continuos años de sequía habidos en aquellas épocas, el
Concejo viejo de
Buñuel se había quedado reducido a treinta vecinos. Ror eso en
1496 dicho
Concejo, hace un
ofrecimiento de sus bienes comunes a todas aquellas personas que quisieran
asentarse en su villa, cuyo ofrecimiento se baso en repartir vecindades y
tierras a aquellos labradores del
reino o fuera de él,
para lo cual se creó un
Concejo Nuevo que se
hizo cargo de esos nuevos asentamientos.
Después
Conquista de Navarra
por
Fernando VI el Católico,
a comienzos del
siglo XVI, se
producen en esta zona abundantes conflictos con pueblos tan cercanos como
Tauste y
Tudela, por los
derechos de aguas para riego agrícola, tanto en la margen izquierda del
río Ebro como en la
margen derecha. Por el lado izquierdo, el emperador
Carlos I concede en
1529 a la villa de
Tauste, permiso para
ensanchar y alargar la Acequia del
Ebro hasta
Tauste y que se
denominará desde ahora
Canal de Tauste y por
la margen derecha, la iniciativa aragonesa apoyada también por el emperador,
de construir un nuevo canal que deberá partir desde
Tudela para llevar el
agua a
Zaragoza, conocido
como
Canal Imperial. En
ambos proyectos, se plantearon conflictos graves con los habitantes de
Buñuel y que en el transcurso de los años se fueron superando, por las
mejoras que dichos proyectos dieron.
El disfrutar del derecho de pastos y leña en Las
Bardenas Reales de Navarra
le pertenecía a Buñuel por derecho propio derivado de la costumbre, siendo
reconocido oficialmente por una sentencia dada el año
1541 en que se le
concede el título de congozante con una participación en extensión de
seiscientas hectáreas de terreno de secano que son las que actualmente tiene
y disfruta.
La primitiva iglesia fue construida en el
siglo XII por
la
Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén
bajo la advocación de
Santa María y se
mantuvo en pie hasta principios del
siglo XIX en que se
declaró su estado de ruina, por lo que el
Ayuntamiento, el
Clero y los vecinos,
dependiendo de la Prelatura de la Orden Hospitalaria, deciden construir un
nuevo templo a partir de
1855, año de la
aparición de la
Desamortización de Mendizábal,
y en el lugar que actualmente se encuentra la dedicada a
Santa Ana como
patrona de la villa, siendo finalizadas las obras a comienzos de
1871. En torno a
1958 se realizó una
ampliación y se añadieron dos naves laterales cubiertas con arista y la
fachada actual. En su interior se conserva un
Cristo Crucificado,
obra de Juán Biniés (1619),
de estilo romanista y ya con rasgos naturalistas.
En
1500 ya
existía el patronazgo a
Santa Ana en el
pueblo, puesto que se ordenó al pintor
Pedro de Oviedo,
autor de varias obras famosas de la zona, realizar un trabajo para pintar un
retablo de 5 a 6 metros de alto por 4 de ancho y así cubrir el testero de la
nave del templo de la Orden Sanjuanista, con la invocación a
Santa Ana en el Altar
Mayor. En
1604 el visitador de
la Orden de
San Jerónimo mandó
hacer la sacristía de igual forma que tenía la de la iglesia de
Cabanillas que
también pertenecía a la Orden de
San Juan.
Edificio del antiguo Hospital:
Se trata de un amplio edificio situado en el centro del pueblo de propiedad
municipal. En el
siglo XIX Buñuel ya
tenía un hospital para enfermos y peregrinos que posteriormente se trasladó
en
1908 a este edificio
donado por la familia Ramírez Figueras.
Palacio de los Condes de Altamira:
Este edificio fue construido en el
siglo XVIII. Tiene una
portada de estilo
barroco. En él destaca
su galería de arquillos en el ático. Anteriormente, este edificio fue
habitado por la
Orden de San Juán de Jerusalén.
La villa padeció como todos los demás pueblos de
España las
continuas tensiones sociales y políticas de las monarquías imperantes, así
como enfermedades como
la peste,
el cólera morbo, que
mermaron su población. En
1707 y en plena
Guerra de Sucesión,
el párroco manifestaba el día 12 de mayo lo siguiente: “Este fue el día que
salimos del cautiverio de los ladrones del Archiduque, porque bajaron los
soldados de
Felipe V (que Dios
guarde), nuestro rey, a Magallón”.
Con la creación de los nuevos
canales de Tauste
e
Imperial, las tierras
agrícolas propias del secano, pastos, cereales,
viñedos y
olivar, fueron
dejando poco a poco sitio a nuevas roturaciones de terrenos aptas para el
riego y en definitiva para los cultivos propios del regadío. Es entonces
cuando la población de la Villa va aumentando lentamente con la llegada de
nuevos vecinos, principalmente de pueblos y villas próximas a su territorio,
estableciéndose con sus familias, todos los cuales contribuyeron a un mayor
desarrollo de ella en años posteriores y dando un avance considerable en
población,
Terminada mi visita me dirijo hacia Ribaforada.
En el kilómetro 15´77 cruzo de nuevo el canal.
En el kilómetro 19´73 llego a
Ribaforada. Llamándome enseguida la atención
la
antigua Iglesia de San Blas del Siglo XII.
Ribaforada
es un municipio con el título de
Villa de la
Comunidad Foral de Navarra
(España)
situado a
265 metros de altitud, en la
merindad de Tudela y
en la comarca de la
Ribera de Navarra.
Gentilicio Ribaforadero. Además de ser bañado por el
río Ebro, también lo
es por el
canal Imperial de Aragón
y el Canal de Lodosa.
Ribaforada es un nombre que procede del
latín y que se
compone de dos términos: Riba-forada. Ambos son polisémicos, así y según los
estudios léxicos, puede proceder de varias referencias:
Riba, Riva o Ripa[]
: cuyo sentido haría referencia tanto al montículo donde originariamente se
produjo el primer asentamiento urbano de la localidad como a la cercanía de
éste con la orilla del río
Ebro.
Fórum[]
o Porus[]
(del
griego
Phoros): término que haría referencia tanto a la característica porosidad de
la tierra que presenta el montículo como a las primeras normas comunitarias
establecidas por los primeros moradores.
Así, jugando con el significado de los dos términos
podemos dar un sentido unitario que varía según las interpretaciones. Los
más comunes son: montículo oradado, montículo con leyes, ribera oradada o
ribera con leyes. Históricamente Ribaforada ocupa el lugar de varias
pequeñas
pedanías:
Azut, Espedolla, Estercuel y Ribaforada, estas dos últimas separadas por un
barranco, que da popularmente nombre a la actual calle (Caballeros
templarios) que divide el municipio en dos. En la actualidad es un único
municipio denominado Ribaforada. Su casco urbano, de estructura alargada,
linda al este con el
canal Imperial de Aragón
y al oeste con la línea de
ferrocarril.
Los inicios de Ribaforada se pierden en el tiempo. Los restos arqueológicos más antiguos que se han hayado pertenecen a un asentamiento pre-romano localizado en las lindes del actual término municipal con Fontellas. Según la información del Fuero de Sobrarbe de 1119 los asentamientos del hoy término de Ribaforada eran: Azut, Espedolla y Estercuel. Éste último coexistió de forma independiente (al norte del "barranco" y -Ribaforada al Sur-) hasta fundirse administrativamente con ella posiblemente a finales del siglo XIV. Su fundación oficial -como villa ya constituída con el nombre de Ribaforada- suele datarse en 1157, durante el reinado de Sancho VI de Navarra apodado el Sabio, cuando los Caballeros Templarios levantaron su convento fortificado en el punto más alto de la superficie rodeado de viviendas. Desde mediados del siglo XII fue señorío de la Orden del Temple, tras cuya supresión en 1313 pasó a pertenecer a los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén hasta la desamortización. Iglesia del siglo XVI de estilo mozárabe. En la década de los noventa su espadaña fue reconstruida quedando así restaurada la parte más alta del edificio y expuesta a las inclemencias del tiempo así como a la erosión de las cigüeñas, palomas y otros animales que en ella moran.
Celebra sus Fiestas patronales en
honor a San
Bartolomé: 24 de agosto. En estas fiestas hay
que destacar una de las tradiciones más antiguas que se conserva en la
villa,
el paloteado en
honor a San Bartolomé, una representación
folclórica y teatral que pasa revista de la actividad local. Sin lugar a
duda, el plato fuerte de estas fiestas es la suelta de vaquillas. También se
vive la fiesta en las calles, en las peñas y en los bares.
En el kilómetro 25´80 llego al
puente de Formigales, puerta de acceso a las instalaciones del Bocal (que
forma parte del Camino de Santiago y el Camino Natural del Ebro ,GR-99)
dirigiéndome
hacia el
Bocal Real, al que llego
con 27´36 kilómetros. El Canal Imperial de
Aragón tiene su nacimiento entre los sotos de El Carrizal, El Raso y Belver,
este último conocido como el Bocal Real. De las dos partes en que está
dividido el conjunto, la primera se emplaza junto a la actual presa de 1790,
con 232 metros de longitud y 4´6 metros de alto, y la casa de las
Compuertas, de 1780, que fue impulsada por Pignatelli. Una carrete4ra
conduce a la segunda parte, donde se dispone el palacio del gobernador (Hoy
de Carlos V) obra de Gil Morlanes, levantada en el siglo XVI y reformada en
el XIX. Este arquitecto se ocupó también de la presa y de una casa de
compuertas, ambas arrasadas por la avenida de 1722. En este barrio destaca
un
majestuoso roble, declarado Monumento natural de
Navarra, en el jardín de palacio. Sin olvidar un laberinto de setos, una
iglesia, el `poblado de los encargados del mantenimiento, una posada para
los viajeros y un merendero
Canal de riego y navegación construido en el último
tercio del siglo XVIII entre Fontellas, cerca de Tudela (Navarra), y
Zaragoza. Mejoró los riegos que hasta entonces daba su antecesor, la antigua
Acequia Imperial de
Aragón ; llevó el agua del Ebro hasta
Zaragoza, lo que permitió extender considerablemente el regadío en la
ciudad, y estableció un servicio de transporte de viajeros y mercancías
entre Tudela y Zaragoza. Fue proyectado hasta
Sástago
(Zaragoza.) con el fin de regar una amplia zona entre
Zaragoza y esta localidad y, sobre todo, para poder disponer de un canal que
permitiera navegar el
Ebro
en toda su longitud, evitando el difícil curso medio.
Este utópico plan nunca llegó a ser realidad.
Las obras y servicios principales del Canal
(financiación y construcción del cauce y fábrica, extensión del riego,
establecimiento de la navegación) fueron creados en el s. XVIII; se trata,
por tanto, de una obra pública proyectada y realizada en el
Antiguo Régimen
, y hubo, pues, de sufrir profundas
transformaciones para adaptarse a las necesidades actuales, distintas de las
de entonces. Los antecedentes de la obra, las circunstancias que la hicieron
posible y los primeros y agitados años de su construcción han sido ya
detallados al hablar de la
Acequia Imperial de
Aragón , su ilustre antecedente, y de
Badín y Compañía
, la sociedad que la inició. El proyecto de
hacer el Canal navegable explica sus grandes dimensiones, y es lo que
encareció mucho la obra. Dos aspiraciones se materializaron en él: a) un
utópico plan de la
Ilustración
para construir canales en España a imitación de
Inglaterra y Francia, utópico porque no tenía en cuenta el coste real y las
condiciones naturales del país, que lo hacían imposible; según el plan, el
Canal Imperial, al salvar los meandros y azudes del tramo medio del Ebro, lo
haría navegable, y el Ebro había de comunicarse con el Atlántico por los
ríos Zadorra y Deva (Guipúzcoa) o por Laredo (Santander), con el Duero por
el Canal de Castilla, y con el Mediterráneo por el canal de Amposta a San
Carlos de la Rápita (Tarragona), y b), la vieja idea aragonesa, estudiada
por las Cortes de Aragón a fines del s. XVII y apoyada por la
Real Sociedad
Económica Aragonesa de Amigos del País en el
Siglo XVIII, de conseguir para el reino una salida al mar que le permitiera
exportar directamente sus productos, principalmente los agrícolas. En la
segunda mitad del s. XVIII el crecimiento económico de Cataluña, la
elevación de precios agrícolas en el Principado y la liberalización del
comercio con América (R.D. de 2-II-1778 y 16-III-1778) hicieron la coyuntura
particularmente favorable, ya que a estas dos zonas habían de ir
preferentemente las exportaciones aragonesas. A ello se sumó una clara
expansión económica aragonesa, sobre todo en el sector agrícola, y el
considerable peso político que por entonces tenía en la Corte de Madrid el
«partido aragonés» (Conde de
Aranda
).
De todo este gran proyecto, sólo una parte se llevó a
cabo. La obra fue realizada principalmente por el canónigo zaragozano y
primer protector del canal (1772-1793) Ramón de
Pignatelli
y Moncayo, entre 1776 y 1790, quien en esos años
acabó el gran acueducto del
Jalón
(1780), el cauce hasta Zaragoza (1784), el puerto de
Miraflores (1786), las principales dependencias de la empresa (oficinas,
viviendas, talleres, astilleros, cuartel, almacenes) en la zona del hoy
destruido cuartel de Torrero en Zaragoza, el monumental
azud
de El Bocal (1790) y multitud de puentes y
almenaras
, las esclusas y molino de Casablanca, y siete
esclusas más, aguas abajo, para la navegación. Las obras, que durante años
ocuparon a varios miles de campesinos de toda la Ribera, a presidiarios y a
varios regimientos del ejército, llevaron el agua hasta unos 2 km. aguas
abajo de Torrero. A partir de allí hay un largo tramo de terreno (20 km.)
muy poroso por la existencia de capas de yeso, contra el que se estrellaron
los esfuerzos de Pignatelli y los de quienes le siguieron en la dirección de
la empresa. El sucesor de Pignatelli, el conde de Sástago (1793-1799),
levantó la actual iglesia de San Fernando de Torrero. Años después, en 1826,
el descubrimiento en la zona de ricas vetas de arcilla, necesaria para
revestir la obra y proseguir el cauce, permitió reiniciar los trabajos, los
cuales siguieron de forma intermitente a lo largo del s. XIX. El Canal nunca
llegó a su destino; no obstante, la idea de navegar el Ebro no desapareció y
ha pervivido casi hasta nuestros días. Hoy sigue en pie la idea de prologar
el cauce, pero para extender el riego.
Esta magna obra pública, orgullo de la monarquía
ilustrada, fue costeada por el Estado casi totalmente. El capital inicial se
consiguió por
Badín y Compañía
mediante la emisión de obligaciones al 6 %
en Holanda, pero en 1775 el Estado, siendo ya responsable directo de la
empresa, renegoció la deuda y en 1779-1782, disuelta ya esta compañía
concesionaria, negoció en Holanda tres créditos de 52 millones de reales de
vellón que englobaron la deuda anterior y fueron la base financiera del
proyecto. Las obras superaron rápidamente el coste previsto y para acabarlas
fueron necesarias dos emisiones (7-VII-1785 y 30-XII-1788) de vales reales
(Vales de la Acequia Imperial de Aragón y Canal Real de Tauste) al 4 %
anual, por importe de 99 millones de reales de vellón.
Deuda pública y financiación exterior fueron, pues, los medios para
construirlo ya que, como muestra el cuadro A, los demás ingresos no tuvieron
relevancia en el conjunto; la diferencia que se observa en él entre ingresos
y gastos corresponde casi en su totalidad a intereses, renegociaciones de
créditos y giros de letras y supone, sólo en esos años, el 38,53 % del
capital. El coste absoluto fue mucho mayor merced sobre todo a que los
créditos apenas fueron amortizados y pasaron a formar parte de la deuda
pública; en 1869 los intereses, que eran pagados por el Tesoro, seguían
ascendiendo a casi 6 millones de reales de vellón anuales. A partir de 1790
las obras y el dinero quedaron prácticamente finalizados, y desde 1794 los
fondos para obras y mantenimiento fueron aportados por la Hacienda real
(6.000.000 de reales de vellón al año) y por Aragón; para ello fue aumentado
el equivalente o contribución que el viejo reino pagaba al Estado, entonces
de 6 millones de reales de vellón, en uno más (que por eso fue llamada
«contribución del millón»).
El proyecto del Canal Imperial tuvo, además un coste
político hasta hoy prácticamente ignorado. En efecto, la financiación del
mismo fue posible gracias fundamentalmente a cuatro personas: el conde de
Aranda, Ramón de Pignatelli, Juan Bautista Condom y el conde de
Floridablanca, sobre todo los dos últimos. Condom era un importante
comerciante madrileño que traficó con América y gestionó, entre otras
empresas, una fábrica de hilados de seda en Vinalesa (Valencia), fue el
socio capitalista de Badín y Compañía y tesorero del Canal durante su
construcción (julio de 1771 a julio de 1791); él hizo posible el proyecto
compensando y regularizando las frecuentes dificultades de tesorería de las
obras, aportando personalmente grandes cantidades de dinero. Su gestión fue
posible gracias a José Moñino, conde de Floridablanca, primer secretario de
Estado (1776-1792), uno de los principales reformadores ilustrados y el más
importante impulsor y realizador de la política de canales y obras públicas
de la
época de Carlos III
. Floridablanca fue en Madrid el apoyo
político y económico de Pignatelli y Condom, concediendo a este último en
diversos años, en recompensa por sus muchos servicios, algunos privilegios
de exportación de productos.
En 1791, Condom, que poco después manifestaría tener
problemas en sus negocios, vendió al Estado su participación en el Canal,
que conservaba todavía de la época de Badín y Compañía, y dejó la tesorería
de la empresa, que fue ocupada por una sociedad prestamista del gobierno y
estrechamente vinculada a él, los Cinco Gremios Mayores de Madrid. Siguiendo
órdenes de Floridablanca y por cuenta del Estado, Cinco Gremios se encargó
de pagar a Condom su participación y además, siempre por orden de aquél, le
adelantó diversas cantidades a cuenta de las gracias de exportación que le
habían sido concedidas años atrás y que Condom por circunstancias diversas
parece que no había podido aprovechar plenamente. El 28-II-1792,
Floridablanca fue destituido fulminantemente de su cargo y poco después
conducido a prisión y procesado (julio de 1792 a noviembre de 1795), y
simultáneamente fue procesado Juan Bautista Condom (hasta marzo de 1801); el
núcleo de ambos procesos incoados por los
Cinco Gremios
y los enemigos políticos de Floridablanca fueron
las entregas de dinero y las gracias que por orden de Floridablanca recibió
Condóm por su apoyo a las obras del Canal. La caída y procesamiento de
Floridablanca tuvieron una gran importancia política, ya que marcaron el fin
de la apertura de la Ilustración tras el inicio de la Revolución francesa
(1789), y el giro hacia una política más conservadora e inmovilista.
La traída del agua a Zaragoza con el Canal Imperial y la reforma del de
Tauste (asimilado a la empresa por R.O. de 12-VIII-1781), tuvieron como
consecuencia principal una reforma agraria, llevada a cabo por Pignatelli en
medio de múltiples dificultades, lo que constituye su mayor timbre de
gloria. Para comprender su importancia es necesario tener en cuenta que en
la comarca, por entonces los principales medios de producción (tierra y agua
sobre todo, ganado, capitales) estaban en manos de una oligarquía compuesta
por la nobleza terrateniente y la Iglesia en la zona rural, y por la
burguesía y la Iglesia en el regadío de Zaragoza, y que, frente a ella, la
reforma benefició de forma principal a las clases populares: campesinos
pequeños propietarios y arrendatarios de la zona rural, y jornaleros de
Zaragoza.
Su incidencia social se produjo, en primer lugar,
gracias a la extensión del riego: éste permitió a todos asegurar y
regularizar las cosechas evitando las crisis de subsistencias o de
alimentos, muy corrientes en la época; también permitió poner en cultivo y
repartir tierras incultas: sotos y terrenos comunales ribereños de Fontellas
a Boquiñeni, en el
Canal de Tauste
algunos grandes latifundios señoriales hasta
entonces incultos o destinados a pastos de los ganados del señor, y en
Zaragoza sobre todo los grandes secanos comunales de Miralbueno,
Garrapinillos y Miraflores. Según cálculos efectuados, las tierras puestas
en riego en el entorno de la capital aragonesa desde 1781 a fines de siglo
hicieron aumentar la zona regable en Zaragoza entre un 30 y un 250 %. Las
tierras comunales fueron sorteadas y repartidas entre los vecinos, hecho que
tuvo gran importancia en Zaragoza, en donde había muchos jornaleros sin
tierra; en las particulares se procuró que sus propietarios las regaran,
cosa que no siempre se consiguió. En ningún momento se planteó redistribuir
la propiedad de la tierra; en la época ilustrada muy pocos se atrevían a
plantear abiertamente esta posibilidad.
La ocupación y cultivo de las tierras fue a veces lenta, ya que los colonos
normalmente no disponían de capital suficiente (mulas, aperos) para poner en
cultivo sus lotes. Económicamente, las consecuencias fueron menores de las
previstas, ya que las tierras de regadío siguieron cultivándose en año y vez
y no se produjo una intensificación importante de los cultivos; mayores
fueron los efectos sociales ya que el riego revalorizó las tierras hasta
entonces en secano o incultas, elevó en Zaragoza los salarios agrícolas (en
virtud de que muchos jornaleros agrícolas dispusieron ya de tierra para
cultivar), y modificó los precios de los arriendos de tierras en toda la
zona regada. El Canal cobraba por el riego una contribución en especie,
sobre todo trigo. Desde Pignatelli, en vez de vender este trigo en el
mercado local al mayor precio posible, como entonces hacían todos los que
manejaban grandes rentas agrícolas en especie (Iglesia, nobleza,
comerciantes de granos), la empresa lo dedicó a hacer préstamos a los
labradores para la sementera en excelentes condiciones económicas. Esto
palió en parte la falta de crédito agrícola y aumentó los beneficios
sociales de la extensión del riego.
La acción agrícola del Canal suscitó una gran oposición entre una parte de
la oligarquía dominante, especialmente la Iglesia, y un sector de la
nobleza, que consideraron afectados sus intereses. A los hechos y efectos ya
mencionados, sin duda los más importantes, hay que sumar que la extensión
del riego eliminó varios acampos del concejo zaragozano, que suponían pastos
de verano baratos para sus ganados, agrupados en la Casa de Ganaderos. En
general, los grandes terratenientes encontraban con frecuencia más cómodo
dejar sin cultivar ciertos terrenos y destinarlos a pasto extensivo de sus
ganados; éste fue otro de los motivos de oposición al riego.
Pero lo que mayor oposición suscitó fue el reparto de los diezmos, tributos
en especie sobre la cosecha que percibía principalmente la Iglesia y de los
cuales el rey, y en su nombre el Canal, patrimonio real, debía percibir una
parte: la que correspondía a lo que las tierras producían de más al pasar de
baldíos o secanos a regadío. Este asunto fue probablemente el de mayor
importancia por dos motivos: a) sin solucionarlo, el Canal no podía reformar
la contribución por el riego (las alfardas que se pagaban eran muy variadas
según zonas y algunas databan de la Edad Media) y conseguir una autonomía
económica; y b) porque, al afectar a casi todas las tierras y ser uno de los
tributos más importantes que pagaba el labrador, si el canal lo englobaba en
la contribución por el riego usando el privilegio real tenía en su mano
rebajar la presión tributaria del labrador y hacer posible el éxito de la
empresa.
El asunto, técnicamente complejo, suscitó un largo expediente en Madrid
(1788-1806) para reformar la complicada y desigual contribución que pagaban
las tierras, y desde 1781 largos pleitos entre el Canal y los perceptores de
diezmos. En ambos casos Pignatelli se manifestó constantemente por un
reformismo agrario que beneficiaba a los campesinos y a la empresa frente a
la nobleza y la Iglesia. La reforma de la contribución nunca se llevó a cabo
y en el asunto de los diezmos el Canal, que hubo de evitar las argucias de
algunos perceptores, en algunos casos consiguió dejarlos reducidos a sus
justos términos. De cualquier forma, fue la institución la que los pagó,
descargando al labrador de esta obligación; el hecho es de gran importancia
social y le supuso ingresar por el riego bastante menos de lo previsto. En
este sentido, la asimilación del Canal de Tauste (1781) tampoco fue buen
negocio, ya que allí el reparto de los diezmos se hizo en términos muy
desfavorables para la empresa y siempre le reportó grandes pérdidas.
Para todos los asuntos de aguas el Canal había heredado de la antigua
Acequia Imperial una jurisdicción privilegiada que estuvo a cargo de un juez
privativo, asistido por un juez subdelegado para Navarra con el fin de
respetar los fueros del reino vecino. Las sentencias de este tribunal eran
recurribles directamente ante la más alta magistratura del Estado, el
Consejo de Castilla. Esta jurisdicción privativa desapareció en el s. XIX
(R.O. de 17-X-1836).
El otro objeto para el que el Canal fue proyectado, la
navegación, nunca se vio plenamente cumplido, en principio ya que el cauce
no se alargó más allá de Zaragoza; en el siglo XIX se intentó en ocasiones
prolongar el cauce hasta Tudela y construir esclusas en Zaragoza para
comunicarlo con el Ebro, pero esta idea no llegó a realizarse. La navegación
del Canal, que ha perdurado hasta hace poco, fue establecida por Pignatelli
(R.O. de 21-XI-1788); comenzó a funcionar el 21-X-1789 y ofreció un servicio
muy efectivo de transporte de mercancías y viajeros en varias modalidades.
La existencia de aduana entre Navarra y Aragón dificultó el tráfico
interregional de mercancías; no obstante el Canal cumplió con efectividad su
mermado papel de vía de comunicación comarcal. El tráfico alcanzó un cierto
volumen en los últimos años del s. XVIII y quedó hundido por bastante tiempo
con la
guerra de la
Independencia . A mediados del s. XIX ya
estaba recuperado, pero el establecimiento en 1861 del ferrocarril Zaragoza-Alsasua,
con un recorrido paralelo al del Canal, hundió el tráfico, y la construcción
de otras líneas (de Zaragoza a Barcelona, Reus y Tortosa) hicieron perder
fuerza a las ideas de prolongar el canal y hacer navegable el Ebro; no
obstante, ninguna de las dos desapareció.
En la reciente postguerra la navegación fue restablecida, y por unos años
(1940-1953) abasteció a Zaragoza con el trigo de las Cinco Villas en
combinación con el ferrocarril Sádaba-Gallur. Terminada mi visita inicio el
regreso a Mallén por la GR-99.
El Ministerio de Medio
Ambiente y la Confederación Hidrográfica de Ebro auspician , a propuesta de
la Federación Española de Montaña y Escalada (FEDME), la elaboración de un
proyecto senderístico, coordinado y redactado entre todas las Federaciones
Autonómicas de Montaña que tienen al Ebro como referente geográfico:
Cantabria, Castilla-León, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña.
Este largo
sendero balizado ha convenido en llamar:
CAMINO DEL EBRO GR-99.
De manera respetuosa, sin grandes movimientos de tierra, con el objetivo
claro de recuperar el patrimonio vial tradicional más próximo al río, se
propone señalizar un recorrido pedestre que discurra entre el nacedero del
Ebro en Fontibre y su desembocadura, acotada por la isla de Buda y la Balsa
del Garzal. En ocasiones por senda abrupta, a veces por camino ancho, por
una o ambas orillas, este gran recorrido completará alrededor de 1.150 Km.
señalizados.
Ello implicará
trabajos de desbroce y restauración ligera.
Se contará con la
conformidad asumida de más de un centenar de ayuntamientos y de siete
gobiernos autonómicos (Cantabria, Castilla-León, La Rioja, País Vasco,
Navarra, Aragón y Cataluña), que a la postre llegarán a ser los principales
valedores en el mantenimiento y conservación.
Va a ser, por lo tanto, una oferta de senderismo. El senderismo,
tradicionalmente asociado a zonas montañosas y a colectivos deportivos, es
actualmente una forma de relacionarse con el entorno a través de un
ejercicio tan elemental como es el andar. Caminar con la seguridad que
proporciona una señalización adecuada, caminar sin otra exigencia física que
el propio ritmo interno y personal, caminar con la mirada puesta en el
paisaje, caminar al encuentro amistoso de otras gentes: hacer de! camino un
ámbito de tolerancia, descubrimiento y placer.
Se persiguen objetivos culturales, educativos, turísticos, deportivos y
sociales. Una aportación más al desarrollo rural, a la salud personal, a la
protección de los valores naturales. No en vano el recorrido se acerca a
distintos entornos protegidos: un Parque Natural (Delta del Ebro), cinco
Reservas, seis Enclaves Naturales, tres Áreas Naturales Singulares, dos
espacios RAMSAR (Humedales de Importancia internacional) y numerosos
espacios ZEPA (Zonas de Especial Protección para las Aves) y LIC (Lugares de
Interés Comunitario) que llegan a completar casi todo el curso del Ebro.
"Por sus pasos contados y por contar, dos días
después que salieron de la alameda
llegaron don Quijote y Sancho al río Ebro, y el verle fue de gran gusto a
don Quijote,
porque contempló y miró en él la amenidad de sus riberas, la claridad de sus
aguas, el sosiego de su curso y la abundancia de sus líquidos cristales,
cuya alegre vista renovó en su memoria mil amorosos pensamientos"
[Don Quijote de la Mancha, capítulo XXIX] Miguel de Cervantes Saavedra
En el kilómetro 35´31 cruzo por la carretera que va a
Ribaforada.
En el kilómetro 44´3 llego a Los Sotos de Buñuel.
En el kilómetro 44´97 paso por debajo de un puente que
cruza el Ebro.
En el kilómetro 49´73 salgo de nuevo
a la C-NA-5.200
Paso
de nuevo por
Cortes y en el kilómetro llego a Mallén con
60´43 kilómetros.
Las fotografías aparecen por orden de ruta.
Serafín Martín.
Fuentes propias y:
(DOMINGUEZ, Numismáica prerromana, p. 148).
http://www.enciclopedia-aragonesa.com/
© Cheluy -Sera 2010