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Ruta 039. Ruta 2 por el Maestrazgo.

 

Aliaga, Pitarque, nacimiento del Río Pitarque

El 2 de Julio de 2007 llego a Aliaga, los datos de esta localidad los expongo en la Ruta 21, aún así anoto una pequeña reseña.

Aliaga, es una Villa de la provincia de Teruel. Situada en el piedemonte de la sierra de San Just, en la confluencia del río Aliaga con el Guadalope, a 1.105 m. de altitud. Con una población en 1998,  de 422 habitantes; cuando en 1900, tenía 1.786. por lo que su evolución demográfica es claramente regresiva .Comprende las entidades de población de Aldehuela, Santa Bárbara, Campos, Cirugeda y La Cañadilla. Considerada como el jardín del Maestrazgo. El pueblo aparece dividido en dos por una calle amplia y larga; de esa calle Mayor arranca otra, importante y porticada, que lleva a la iglesia arciprestal, un tiempo vinculada a la orden de San Juan de Jerusalén. Otra calle conduce al santuario de Nuestra Señora de la Zarza, al que los aliaguenses acuden procesionalmente cada 8 de septiembre. Se conservan las ruinas del castillo medieval y un puente románico. Hay cronistas que afirman que es la antigua Laxta, ciudad celtibérica que fundó y fortificó Amílcar para defender de los romanos dicha comarca. En la dominación árabe, se le denominó Alulgha, «valle torcido» (como en realidad lo es). Su primera mención es en 1118, cuando Alfonso I dio Aliaga con todos sus términos a Lope Iohannes de Tarazona. La ocupación cristiana debió ser meramente militar y cesaría a la muerte del Batallador. Fue reconquistada definitivamente por Alfonso II. En 1163 Sancho de Tarazona la donó con sus términos a la Orden del Hospital. Hacia el año 1180 se constituyó en encomienda, figurando este año como comendador G. de Vetula. De esta encomienda dependieron los lugares y castillos de Pitarque, Fortanete, Villarroya de los Pinares y Soplaventos. Alfonso II la favoreció en diversas ocasiones, concediéndole un mercado semanal. En 1462 fue ocupada por el señor de Híjar, partidario de la causa del Príncipe de Viana, y finalmente, tras su reconciliación con Juan II, recibió el condado de Aliaga y Castellote. En 1487 los señores de Híjar recibieron el título de duques de Aliaga. En nuestra última guerra civil, fue cuartel general de las fuerzas gubernamentales republicanas y nudo de abastecimiento de las mismas cuando la batalla de Teruel. Fue ocupada por las fuerzas nacionalistas el 23 de Abril de 1938, al iniciarse la ofensiva de Levante. Cabeza de partido judicial del mismo nombre, desapareció al quedar anexionado al de Teruel en 1966. Me dirijo hacia la huerta de Aliaga regada por el Río Guadalope, que atravieso por un precioso puente que me lleva a la Ermita de la Virgen de la Zarza construida en el Siglo XVII, cuenta la tradición que la Virgen se apareció en una zarza. Su emplazamiento a la orilla del río es un vivo ejemplo de la unión del patrimonio histórico-cultural y el natural, una filosofía presente en el Parque Cultural del Maestrazo. Desde esta ermita comienzo una subida suave de unos 2´8 kilómetros de subida, por pista asfaltada, en la cima a la izquierda, hay un peirón dedicado a la Virgen del Pilar, enfrente de este Peirón está la PR a Villarroya de los Pinares.Desde  aquí  la pista sigue en ascenso otros  1´5 kilómetros que está en obras, con maquinaría de obras públicas por todas partes y bastantes camiones para acondicionar esta pista, ya que sería  la ruta más corta entre Aliaga y Pitarque. Pasadas las obras la pista discurre por un altiplano, salpicado de sabinas, pinos y de vez en cuando charcas que recogen las lluvias de las torrenteras, lo que convierte esta zona en un paraíso natural, para los amantes de la naturaleza. Después de 12 kilómetros por el altiplano, la pista se asoma abruptamente y comienza el descenso a Pitarque por una pista infernal plagada de curvas muy cerradas, a lo que hay que sumar que la grava hace que la bici patine en las frenadas, con el riesgo de caída. Por fin estoy de nuevo en este  maravilloso lugar llamado Pitarque.

Pitarque es una Villa de la provincia de Teruel. Situada al pie de la sierra de la Cañada, próxima a la rambla del Mal Burgo (Guadalope), en la comarca del Maestrazgo a 999 metros de altitud. Su población: en 1998, era de 113 habitantes.; en 1978, 159 habitantes.; en 1950, eran  658 habitantes.; en 1900,  tenía 904 habitantes. Gentilicio: Pitarquinos. A orillas del río que le da su nombre, sobre un irregular terreno calizo. Pitarque se encuentra en plena sierra del Maestrazgo turolense, metido en la  grandiosidad del paisaje. Nos encontramos ante un perfecto ejemplo de soluciones arquitectónicas ante un accidentado terreno. Pitarque, nombre de procedencia árabe derivado de "Abu Tariq o Tareq", su traducción aproximada puede ser: "Padre de la acequia", y dado que la acequia principal fue realizada por los árabes cabe pensar que se le diera ese nombre debido a la importancia de dicha acequia. Se desconoce quién pudo ser "físicamente" el fundador de Pitarque, pero se tiene constancia del pueblo a partir del año 1214. Se sabe, sin embargo, que el primer asentamiento en lo que hoy llamamos Pitarquejo, fue realizado por los íberos que, más tarde, queriendo protegerse mejor, se internaron en loe hoy en día es el pueblo de pitarque. Posteriormente el pueblo como tal desapareció convirtiéndose en bosque (lo cual sucedió por tres veces) para, resurgir por último, como el pueblo que hoy conocemos. Fue también un asentamiento árabe; la actual iglesia de Pitarque está asentada sobre lo que fue el castillo árabe. Paseo  por sus  calles enmarcadas en arquitecturas populares de adobe, tapial y madera para los vanos y balconadas. Destaca la iglesia parroquial de Santa María La Mayor, construcción neoclásica principios del siglo XIX, se construyó en mampostería de una sola nave con cabecera poligonal y cubierta de bóveda de cañón con lunetos. Tiene una sola torre situada en el ángulo del Evangelio de la zona de los pies, combina ladrillo y piedra sillar. En el Archivo Histórico Nacional de Madrid, se custodia en la sección de clero un legajo de papeles históricos de la época moderna procedentes de la iglesia de Nuestra Señora de esta localidad turolense. Las fiestas patronales son en honor a la Virgen del Rosario, patrona de Pitarque, que se celebran durante cuatro días, incluyendo éstos el primer fin de semana completo del mes de octubre, y la romería a San Pedro de la Roqueta, en Montoro de Mezquita, que tiene lugar el primer lunes de mayo después de Santa Cruz, son las dos únicas celebraciones populares que se han resistido a desaparecer con el paso del tiempo aunque han sufrido modificaciones propias de las exigencias actuales. El nacimiento del río se encuentra a unos cinco kilómetros del casco urbano. El quejigo o rebollo es la especie arbórea predominante en este medio natural, pero... no podemos olvidarnos de especies tan interesantes como la encina, el acebo, el boj, avellano, guillomos, y un largo etcétera.  Durante el primer tramo del recorrido, hasta aproximadamente su mitad, se encuentra la zona ancha del valle formada por material aluvial dejado por el río durante la reciente era cuaternaria; estas ricas tierras son, o más bien eran, aprovechadas para el cultivo de campos y huertos. El paisaje aquí esta muy humanizado, -nogales, avellanos, manzanos, azarollos, etc.- contrastando con el que encontraremos más adelante.

La mitad del camino hasta el nacimiento nos lo marca la ermita de la Virgen de la Peña.

Paro a visitar  la ermita, una pequeña edificación de una nave de planta rectangular, de mampostería encalada, y tejado a dos aguas, huella de su paso por estas tierras de los caballeros hospitalarios. Tiene reservadas una romería por San Pedro y otra por las Fiestas Patronales pero cuenta con la visita frecuente de los lugareños.

En este punto podremos aprovechar para hacer un alto en el camino y descansar contemplando los enormes cortados calizos a ambos lados del río. En el lado donde nos encontramos, unos espectaculares farallones o escarpes rojizos, habitados por el buitre leonado que tiene aquí una numerosa colonia a la que debemos respetar. Al otro lado del río, Peñarrubia, con sus 1453 metros, domina el paisaje. A pocos metros de la Ermita encontramos un camino ascendente que nos llevaría a la cima de los cortados, pero nosotros seguiremos el camino que desciende. Paso al lado de una vieja central eléctrica y al pie del salto de agua. El camino casi desaparece durante unos metros, reapareciendo de nuevo tras cruzar unos campos hoy prácticamente incultos. En este punto observaremos que la vegetación ha cambiado. Discurre ahora entre una fronda exuberante que parece querer cerrarnos el paso. Helechos, serbales, fresnos, arces, y otros árboles forman un pasillo estrecho. Hiedras, musgos, demátides, violetas y hepáticas, fresas silvestres, polígalas y aguileñas. El río Pitarque permite observar, además del encajamiento erosivo del mismo y de algunas zonas de terrazas fluviales (depósitos relativamente recientes del río), unas llamativas surgencias o manantiales, que vierten, sobre todo tras épocas de lluvias, directamente sus aguas al cauce desde cierta altura; constituye un buen ejemplo de forma de emisión kárstica y dan lugar al nacimiento del río en cuestión, cayendo desde los escarpes de calizas cretácicas subhorizontales, que jalonan el cañón por el que discurre el cauce. Por el camino hacia el nacimiento del Pitarque es fácil observar el buitre leonado. Sus paredes rocosas contienen a una de las colonias más importantes de la provincia de Teruel.

El camino termina al lado de unas enormes plantas euforbias. Cruzo un puente de cemento sobre el río y continuo por el lado de la roca viva, una enorme oquedad que forma un impresionante abrigo natural; paso junto a una especie de tubo o chimenea que en años húmedos vierte con estruendo un enorme chorro de agua, el agua aflora de las rocas, dando vida a un espectáculo de singular belleza. Solo quedan unos metros hasta el manantial. Hay que subir a una roca mediante unos escalones de hierro incrustados en ella, como no llevo calzado adecuado prefiero no subir hasta el lugar donde mana el agua subterránea en estruendosa torrentera. Intento darme un baño pero la temperatura del agua no me lo permite, me como el bocadillo y descanso al lado de la lagunita que forma el nacimiento.

El regreso a Pitarque lo realizo por el mismo camino, procurando no dejar huella de mi paso. Repongo líquidos en la maravillosa fuente de este pueblo y comienzo el ascenso por la nueva pista, que en estos momentos como ya he dicho está en obras, el desnivel que debo salvar es brutal pitarque está a 999 metros de altitud y debo llegar hasta los 1200 metros de altitud que es donde sitúa aquí el altiplano por donde discurre la pista en suave descenso a Aliaga

Las fotografías aparecen por orden de ruta.

Serafín Martín.

 

Fuentes propias y:

 

http://perso.wanadoo.es/web-pitarque; www.pueblos-espana.org/aragon/teruel/pitarque/;

http://www.aquiaragon.com/es/municipios; www.naturalezadearagon.com/geologia/;

www.redaragon.com.; http://espaciosdelmaestrazgo.blogspot.com. www.enciclopedia-aragonesa.com

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