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Ruta 024. Cortes de Aragón, La Hoz de la Vieja, Armillas.

 

El 22 de diciembre de 2007 salgo de Cortes en dirección a la Hoz de la Vieja, por la carretera A-222 (los datos de Cortes los omito, porque ya aparecen en la ruta 023). El día está nublado y amenaza lluvia. Lo primero que llama la atención es su  castillo o torre fortaleza del Siglo XIV, que se alza como un fortín sobre las rocas, cara a la sierra.

La Hoz de la Vieja es lugar de la provincia  de Teruel,  situado en el piedemonte suroriental de la sierra de Cucalón (Sistema Ibérico), próximo al río de la Cantalera (afluente del Martín), a 932 metros de altitud. Su población, en 1998, era de 139 habitantes.; en 1978, 286 habitantes.; en 1950, 783 habitantes.; cuando en 1900, eran 909 habitantes. Estamos una vez más en clara recesión demográfica.

La etimología nos aclara su origen latino. Bien pudo nacer del 235 al 220 a de J.C. de un destacamento romano emplazado a la espalda de las fuertes plazas cartaginesas de Amílcar Barca, Asdrúbal y Aníbal. En su encarnizada lucha por las minas de Akra Leucé (Montalbán), Armeillas (Armillas) y Segórbiga (Segura). Formarían su campamento de invierno al abrigo de sus montañas en el desfiladero u hondonada del actual La Hoz. Que le dio nombre "Faux" (del latín, que significa garganta o estrecho producido por un río).Sin embargo es tradición que el lugar tomó el nombre de una anciana que poseía una hoz de gran tamaño, no de las utilizadas para la siega, sino de las de podar.

Tres barrancos confluyen en la Hoz de la Vieja: el Chorradero, el Vadillo y el Barranquillo. Cuatro palancas se encargan de enlazar las orillas entre sí. El grueso del casco urbano se halla orientado al mediodía, al pie de la torre que llaman castillo. La Cingla, nombre dado a una prominencia rocosa, da escolta al pueblo, frente al castillo.

 

Comienzo la ascensión hacia lo más alto del pueblo y me sitúa en la falda rocoso que sirve de sostén al castillo, pero, decido no subir hasta la misma fortaleza, ya que, el tiempo está bastante amenazador, por lo dejo la visita al castillo para otra mejor ocasión. Desde esta posición hay una hermosa panorámica del pueblo.

En 1.361 pese a la tregua, aprovechando que el Rey de Aragón está en la guerra del Rosellón, entra Don Pedro "El Cruel" a sangre y fuego por tierras aragonesas. La capital de Teruel se entrega al invasor; traición que castigará Pedro IV "El Ceremonioso" anulando sus fueros, y dando título de Villa a La Hoz de la Vieja.

El Rey Pedro, al retirar posteriormente el titulo de Villa les conservó ciertos privilegios, entre ellos el de peaje para paso en barca por todos los ríos del Reino de Aragón.
Evitando pagar tributos para la fortificación de Montalbán, los vecinos de La Hoz de la Vieja, edificaron en 1.363 su propio castillo.

La Torre –castillo está bien conservada, con remate de almenas oteando los horizontes. El rey Pedro concedió numerosos privilegios a los vecinos de la Hoz de la Vieja, entre ellos el de que la población no podría separarse de las comunidades bajo ningún concepto. Sin embargo, el privilegio más curioso de todos es el de peaje para el paso de la barca sobre los ríos aragoneses, hasta Fraga, vigente desde la Edad Media.

Su forma es rectangular de 8x 6´50 metros y tiene solo dos aristas, reforzadas por piedras de sillería, ya que las otras dos son redondeadas para una mayor resistencia a impactos, esto la convierte en una construcción singular.  Esta en muy buen estado, conservando almenas y saeteras enmarcadas con piedras más oscuras. La puerta esta ligeramente apuntada. 

En la plaza de la iglesia destaca un olmo que suma varios siglos, ya que lo plantaron —con otros dos que ya se han secado— al mismo tiempo que construyeron la iglesia. El tronco está horadado en el centro y sirve de lugar de juego para los niños, mientras que la rugosa corteza sigue distribuyendo su savia vital por todo el árbol. También está en esta plaza la Lonja o almudín con dos arcos de ladrillo , abiertos hacia la calle ,que descansan sobre una pilastra , sobre la lonja hay dos plantas.

Tengo la suerte de que estando contemplando  el exterior de la  Iglesia a Nuestra Señora de las Nieves, que data de los siglos, XV –XVI, aparece el párroco, que me invita a visitar el interior del templo. La fábrica de la iglesia parroquial es bastante irregular; sólo el ábside, de forma poligonal, tiene un estilo definido, con una hermosa ventana gótica. Toda esta parte es de piedra de sillería, de color rojizo, casi granate. La iglesia de La Hoz de la Vieja, data de finales del s. XV principios del Siglo XVI. Dedicada a Nuestra Señora de las Nieves, ha sido declarada monumento histórico-artístico. La iglesia es de estilo gótico y con algunos elementos añadidos posteriormente barrocos. Parte de de una nave central con dos capillas laterales, la del Rosario y la del Santo Cristo. La bóveda es de crucería-estrellada y una ventana gótica. Sobre el tejado encontramos dos torres, ambas de estilo románico-mudéjar. El capitel de la torre del campanario de forma piramidal tiene un toque gótico. Hay dos campanas y una de ellas esta realizada con la mitad de una bomba de la guerra civil. La segunda torre es de forma octogonal. En el coro donde antes solo podían estar los hombres, había un órgano, destruido, igual que muchas otras piezas durante la guerra civil.  

Parte de la iglesia fue pintada por el pintor Juan de Leví, representante del estilo gótico internacional en Aragón. Dentro podemos encontrar, en la nave central frescos y rosetones. Frescos con la técnica barroca del trampantojo, cuadros, imágenes, una gran pintura sobre lienzo representando a San Antón, la única pieza que sobrevivió a la guerra civil y tres retablos del s. XVII. En el Archivo Histórico Nacional de Madrid se conserva en la sección de clero un legajo de papeles históricos, en su mayoría de la Edad Moderna, procedentes de la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves de esta localidad turolense. Aunque el patronazgo de la localidad lo ejercen la Virgen de las Nieves y San Cristóbal, las fiestas mayores tienen lugar el 15 de agosto, en honor de la Asunción de la Virgen. A la entrada del pueblo existe una pequeña ermita dedicada a Santa Ana; sin embargo, no se va allí en romería, sino al eremitorio de la Virgen de la Aliaga, en término de Cortes de Aragón. Salgo de nuevo a la carretera A-222 y comienzo un ascenso de unos dos kilómetros hasta el desvío a Armillas, que tomo a la derecha junto a una parada de autobús, el camino o pista es de tierra y como ha llovido la bici no agarra bien, el recorrido por este camino es muy bonito, me acompañan carrascas, y abundante musgo que coloniza las piedras y rocas.

Llego a Armillas, me recibe en soledad un impresionante silencio, no ¡no hay nadie!. Actualmente este lugar de la provincia de Teruel es  pedanía de Vivel del Río Martín, y está situado a una altitud de  1.156 metros.; En 1885 Armillas estaba habitado por 342 personas.En el año 1980 contaba con 106 habitantes, y en poco más de una década, en el año 1991 pasó a tener tan sólo 10 habitantes, en la actualidad no vive nadie, aunque como tantos otros pueblos, sus antiguos vecinos regresan los fines de semana, los veranos o fiestas importantes. Según  descripción hecha por Tomás Galve Fleta, descubrimientos neolíticos realizados por Bardaviú, se recogen hachas, pulidores, y restos de cerámica en las canteras de piedra que lindan con Segura.
Asentamientos iberos en la zona. Lugar de paso en su huida hacia Montalbán de los cartagineses, Asdrúbal y Aníbal, tras la derrota en Belchite, donde cayó Amilcar Barca, s. III a.C. Según Miedes el nombre del pueblo tiene su origen en el asentamiento griego en la zona. "Almure" significa salado, y por deformación "Almyrillas" significaría saladillas, haciendo referencia a la posible explotación de las minas de sal que existen en Armillas.  Durante el control cartaginés, la zona es lugar de batalla de las Guerras Púnicas, por el control de Levante español. Montalbán es un sitio fuerte para los cartagineses y es lugar de batallas con los romanos comandados por los Escipiones, durante el s. IIIII y s. II a.C. Zona interesante por la existencia de minas, plomo y plata en Segura, sal muy codiciada en la época en Armillas, y manganeso, sin duda explotadas bajo el control romano. Se encuentra encuadrada en la región de Tarraco, y en el convento o distrito de Caesaragusta.

En la época bajo el dominio musulmán, Armillas queda integrada en el reino Taifa de Albarracín, gobernado por la familia Aben Razín, dependiente del Califato de Córdoba, Siglos. IX y X, la cual es marca o frontera con los reinos cristianos, y por ello posee suma importancia. El Cid Campeador tras su disputa con Alfonso VI rey de Castilla, y su primer intento conquistador de Valencia, se traslada a la cercana Peña Cid, nombre debido a su ilustre morador, inexpugnable atalaya, y desde allí dirige saqueos por todo el valle del río Martín y por las tierras de Alcañiz y Montalbán.

La comarca es reconquistada en el Siglo .XII por las huestes cristianas del rey aragonés Alfonso II. Quedando encuadrada dentro de la Sexma del río Martín junto con otras poblaciones: La Hoz, Martín del río, Vivel del río Martín, Fuenferrada, Valdeconejos, Las Parras, y Villanueva del Rebollar. Se convierte así en zona de colonización y repoblación, en la cual Alfonso II de Aragón utilizará 10.000 mozárabes andaluces. Así pues en el pueblo convivirán las tres culturas profundamente enraizadas en la península: cristiana, judía y árabe. Todavía en el siglo XX se conserva una calle en el pueblo que reflejar claramente su influencia, la calle de la judería.

En el año 1276 Jaime I de Aragón cede, para su explotación, las Salinas de Armillas a su hijo D.Pedro Fernández de Híjar señor de Segura, convirtiéndose en proveedoras de sal para toda la Encomienda de Montalbán y para parte del Reino de Aragón. En 1388 las Salinas dejan de pertenecer a los descendientes de Pedro Fernández para ser propiedad de Francisco Pérez de Aranda, caballero mayor de Juan I de Aragón, y embajador del Papa Benedicto XIII, el Papa Luna. Frances de Aranda, como así se le conoce, las deja en testamento al morir en 1440, a la Santa Limosna de Teruel. A partir de entonces las Salinas se alquilarán a razón de 3.000 escudos anuales, los cuales se repartirán entre los más necesitados de la villa de Teruel según el reglamento denominado "Institución y distribución de Almoyna de Santa María de Teruel".

Los habitantes de Armillas seguirán conservando una era para su propia explotación. En 1447 el Arzobispo de Zaragoza, en visita pastoral, denunciará los abusos en el reparto de beneficios procedentes de la sal de Armillas. En el Siglo XIX, la familia Torán de Teruel adquiere las Salinas para su explotación que se realizará de forma ininterrumpida, salvo durante la Guerra Civil española, hasta 1966 que se abandonan. En 1982, Juan Jarque Mainar, natural de Armillas, las compra a pesar de ser ya inoperantes por el desuso.

A partir de 1396 la Sexma del río Martín, a la cual pertenece Armillas, pagará el diezmo a la Diócesis de Teruel, en vez de a la Encomienda de Montalbán. Durante un período de tiempo XV-XVIII este pago se realizará a la Diócesis de Zaragoza, a la cual pertenecerá el pueblo.

En 1495 son censadas en Armillas, 35 casas o fuegos, en población significa a razón de 4 habitantes por casa, unos 150 pobladores del pueblo. En el año 1500 se edifica una ermita dedicada a San Antonio de Padua, conocida como San Antón, dada la devoción del pueblo hacia el Santo, y gracias a la ayuda del cabildo. Desde entonces se ha celebrado una romería a la ermita desde el pueblo.

A final del s. XV, y debido a las injusticias sufridas por el pueblo aragonés desde la unión con Castilla, se producen altercados en toda la Corona de Aragón. Sirva como ejemplo la acción de Juan de San Miguel, natural de Armillas, que representando a un grupo de paisanos se dirige a las Cortes de Aragón denunciando el agravio comparativo frente al pueblo castellano, y la no observancia de las leyes propias del Reino, los Fueros de Aragón. Como consecuencia de todos los altercados, D. Juan de Lanuza, Justicia de Aragón, muere asesinado por orden de Felipe II rey de España.

En 1714, y como consecuencia del apoyo brindado por los aragoneses al archiduque Carlos de Austria durante la Guerra de Secesión, Felipe V mediante sus "Decretos de Nueva Planta" abolió los Fueros de Aragón.

Durante la invasión francesa las tropas de Napoleón, comandadas en la zona por el general Suchet, asediarán los castillos de Montalbán y Segura, plazas fuertes de los españoles, así pues el pueblo sirvió de paso de las tropas francesas, así como de los bravos guerrilleros españoles que utilizaban la zona como refugio debido a su accidentada orografía.

Tras la Guerra de la Independencia, Armillas quedará encuadrada en la recién nacida provincia de Teruel, e integrada en el partido judicial de Segura. Como antesala a la 1ª Guerra Carlista, se producen enfrentamientos entre los leales a la monarquía, y los seguidores de la república, al estilo de la vecina Francia. En 1823 se produce un enfrentamiento armado en Armillas, quedando en el campo de batalla un centenar de muertos, y saliendo victorioso el ejército leal a los monarcas comandado por León.

Durante la 1ª Guerra Carlista, 1833-1840, la comarca fue reconocida zona carlista, por donde actuó el general Cabrera, el Tigre del Maestrazgo. Salvo Montalbán que defendía los derechos al trono de los Borbones, otros pueblos como: Armillas, Segura, La Hoz, Utrillas, o Muniesa, se decantan por los ideales carlistas. El cuartel general en la zona de Cabrera se ubicaba en el castillo de Segura, plaza fuerte e inexpugnable, mientras que los isabelinos quedaban recluidos en Montalbán.

Las tropas borbónicas intentaron asaltar el castillo defendido por Cabrera, pero salieron derrotados, y en su huida hacía Montalbán, a su paso por Armillas quemaron la iglesia, la cual no fue restaurada hasta 1854. En 1839 Cabrera vigilaba todas las acciones de sus tropas desde la cercana Peña Cid, que debido a su gran altura permitía observar y defender el sitio, tal y como lo hiciera el Cid Campeador ocho siglos antes. En este mismo año, Armillas pasa a pertenecer al partido judicial de Montalbán, hecho ininterrumpido hasta que en 1966 pasa al de Calamocha, continuando así hasta nuestros días. La 2ª Guerra Carlista no afecto al pueblo, a pesar de que la comarca de alzó en armas defendiendo nuevamente las ideas carlistas.

 Recorro sus calles, con casas que un día tuvieron su propia historia, y linaje, la plaza del ayuntamiento, con el ayuntamiento trinquete, lonja o almudín , con dos arcos abiertos al exterior, que descansan sobre un pilar de piedras, la fachada es de mampostería, con las esquinas reforzadas con piedras mas gruesas de distintos tamaños e irregulares, toscamente labradas y de color rojizo, el edificio tiene la planta calle dedicada a la lonja , más dos plantas. Cuando se fundó a principios de siglo la escuela del pueblo, esta se ubicó precisamente  encima del trinquete, en la que aprendieron a leer y escribir los niños de Armillas. Llego a una amplia plaza  donde se alza majestuosamente la iglesia parroquial de San Juán Bautista, o más bien lo que queda de ella, me impresiona, tiene un aire fantasmal. Fue terminada de construir en 1765, Se trata de una edificación de estilo neoclásico, de tres naves muy elevadas, con paredes lucidas en yeso según la costumbre de la época. En la cubierta se sitúan tres cúpulas, claro exponente de la grandeza del edificio, en el crucero, en el altar del Sto. Cristo, y la tercera en el altar de San Ramón Nonato. En un principio fue proyectada con dos torres adosadas a las naves laterales. Finalmente, desconociendo porqué la segunda torre no levanto más allá del primer cuerpo, sólo se construyó la izquierda, de belleza sin igual en toda la comarca por el enladrillado del segundo cuerpo hasta el campanario, muy al gusto de la época como en Sta. María Magdalena de Zaragoza. La iglesia tenía un coro espacioso a los pies de la nave central, y sobre él otro donde se ubicaba un órgano de 21 registros.

Tal era el peso de la cubierta, con sus tres cúpulas, la elevada altura de las naves, y sus finas columnas, que gran parte de ella se derrumbó, teniendo que ser reconstruida en 1780. Se desconoce cuando se resolvió construir solamente una cúpula, la de San Ramón Nonato, sí en este percance o cuando fue incendiada durante la 1ª Guerra Carlista. En la iglesia se conservaban reliquias de varios santos que fueron traídas desde Italia por un fraile mercedario en 1624. En su amplia sacristía se guardaban utensilios, alhajas, y ornamentos para las liturgias, de oro y plata, valiosas obras de arte expoliadas a lo largo de los tiempos. Era tal la grandeza del edificio que albergaba ocho altares, además del dedicado al titular de la iglesia San Juan Bautista, dichos altares eran: Dolores, San Ramón Nonato, Rosario, San Vicente Ferrer, San Antonio de Padua, Purísima, Almas, y San Antonio Abad. Anexo a ella se encontraba el cementerio, a la manera de los cementerios de los conventos, dentro del casco urbano. Se desconoce el porqué de una edificación tan majestuosa en un pueblo que en el Siglo XVIII sólo lo habitaban aproximadamente 225 personas, ya que la edificación de mayores dimensiones que otras de pueblos con mucha más población. Quizás la respuesta sea la ubicación de algún convento en la zona que financiara las obras de la iglesia, la cual utilizaban para sus liturgias particulares, ya que como anteriormente se ha dicho existían numerosas órdenes eclesiásticas en la comarca. Además de la iglesia dentro del pueblo, se contaba con varias ermitas, la ya citada dedicada a San Antón, además de las de, el Pilar, la Purísima, y San Ramón Nonato. Durante la Guerra Civil la iglesia no resulto dañada en su estructura, pero si se perdieron los archivos parroquiales, en los que se reflejaba en transcurrir del tiempo en nuestro pueblo.

 

 

Hoy en día solamente en píe las dos primeras. Además gracias a las aportaciones económicas de los hijos del pueblo, y la ayuda de estamentos públicos se logra reabrir la iglesia para el culto, ya que en la década de los 80 amenaza ruina y debe ser cerrada, estado en el que no debería haber llegado a producirse, y que de producirse fue por la desidia de los estamentos públicos y la Iglesia, ya que fue declarada monumento histórico-artístico al inicio del siglo XX. Así pues se derriban las naves laterales, la sacristía, y su bella torre, permaneciendo intactas, la portada y parte de la nave central. Celebraba sus fiestas el 23 de abril, festividad de San Jorge, patrón del pueblo, pero han sido  trasladadas del 23 de Abril al primer fin de semana de Agosto, coincidiendo con las vacaciones de los veraneantes, llegados mayoritariamente de Zaragoza y Barcelona.

Decido ir a Vivel del Río Martín por una carretera local que va desde Armillas a la carretera N-211 Teruel Montalbán, esta carretera discurre por arbolado compuesto de carrascas y pino de repoblación, para su explotación forestal, cuando llevo unos cuatro kilómetros , decido volver sobre mis pasos ante la amenaza de lluvia.

Las fotografías aparecen por orden de ruta.

 

Serafín Martín.

Fuentes propias y:

www.lahozdelavieja.com

www.enciclopedia-aragonesa.com

www.pueblos-espana.org

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