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Ruta 019.
Calcena, Purujosa, Beratón, Cueva de Ágreda.
Para llegar a Beratón deberemos subir un pequeño puerto durante el cual disfruté de una naturaleza salvaje que me llenó de alegría ver tantos Rebollos, Chopos y Carrascas en grandes cantidades. En la entrada al pueblo se alza a mi izquierda de la marcha un crucero de piedra o humilladero, o cruce de caminos en las afueras del pueblo, marcando el camino hacia Purujosa, Borobia, y Añón.
Beratón es un municipio de la provincia de Soria, perteneciente a la Comunidad Autónoma de Castilla y León enclavado al pie del Moncayo, a una altitud de 1395 metros sobre el nivel del mar, es el núcleo poblacional más alto de la provincia de Soria. Según el INE del año 2006 tiene 27 habitantes y censados 45 habitantes, su gentilicio es Beratonenses, Beratoneros. Beratón tiene el privilegio de ser el lugar de nacimiento de los ríos Isuela y Araviana; el primero en el "Prao del Hoyuelo", sale hacia Zaragoza por Purujosa; en cuanto al histórico Araviana, también llamado en la zona Diluvial y Cascajal, nace en el "Collado del Puerto", a más de mil cuatrocientos metros de altura.
Su economía está basada en la ganadería lanar, y agricultura principalmente. Cuenta con una pequeña fábrica de embutidos artesanos. La Ermita de San Roque situada a la entrada del pueblo al lado de la carretera que se dirige a Cuevas de Ágreda. En la plaza principal hay en su centro un Pairón en buen estado de conservación. Su Iglesia de San Pedro Apóstol, es una pequeña construcción gótica.
No se puede precisar cual fue
el origen de Beratón, los datos materiales ó escritos que tenemos no nos
aportan más que testimonios indirectos. En el Museo Numantino de Soria,
constituyendo esto la noticia más antigua, se cuenta con material lítico
datado sobre (1300 d.C.). Las primeras menciones a esta población se hallan
en los epígramas de Marcial que hacen referencia al "bosque de Burado",
ubicado en las faldas del "Mons canus", el Moncayo. Marcial, escribiría un
epígrafe donde la mención a Varadón nos daría nuevas pistas sobre el pasado
del pueblo. El mismo Marcial sitúa el robledal sagrado de los celtíberos en
el término de Beratón. Es fácil, dado lo agreste de nuestro territorio,
imaginar bandidos escondidos en la espesura de nuestros robledales. Bagaudas
ó bandidos asolaron las tierras de Tarazona al final del imperio romano y
durante el dominio visigodo. Según Vicente García de Diego su topónimo es de
origen vascoibérico, compuesto de "bara" (árbol), con el sufijo "doi", que
indica agrupación. (Antonio Ruiz Vega, "Las relaciones entre Soria y Euskadi").
La llegada de los musulmanes ofreció un renacimiento de toda la comarca. En
este contexto entorno al siglo X, ocurrió la famosa leyenda de los infantes
de Lara y su trágica muerte en uno de nuestros valles, Araviana.
El tiempo cabalgó de nuevo por la comarca alta del Isuela y nuevos señores
aragoneses, castellanos y bearneses, navarros... fueron destruyéndose unos a
otros en las sucesivas batallas de Araviana y dieron paso al Beratón del
siglo XlV, tal como cita Jerónimo Zurita. Restos quedaron del antiguo
pueblo, pero de entre las piedras la vida volvió a brotar.
Beratón es famoso por un hecho ocurrido el 8 de febrero de 1872 cuando un grupo de ladrones encabezados por "El Chupina" entró a robar a las casas del pueblo mientras los vecinos escuchaban misa en la iglesia. Romance de Beratón.
El siglo XX comenzó con el máximo de población, alcanzando en los censos de 1910 los 400 habitantes. Dada la estructura de reparto la tierra y la ganadería, la situación era insostenible, y ello provocó los primeros movimientos de emigración, en especial, hacia las minas de hierro de los alrededores de Bilbao (Gallarta). Posteriormente, en los años 20, se realizaron roturaciones de nuevas tierras, en el pie de la Sierra, fijándose la población en alrededor de 300 personas. La Guerra Civil dejó bastante huella en la población. La mayoría de los mozos del pueblo se vio obligada a combatir en el bando "nacional", dado la ubicación de la provincia dentro de las zonas controladas por éstos. Durante esos años, fueron las mujeres quienes realizaron las tareas del campo, de la casa, de la huerta, sin perder de vista a los maridos, hermanos, novios o padres que andaban por el frente. La crisis económica de los años 40, la famosa autarquía, reinició la emigración, debido a la economía de subsistencia habida en el pueblo. En 1997, un grupo de jóvenes, descendientes de nacidos en Beratón, decidieron que era el momento para iniciar un trabajo de recuperación de las costumbres, fiestas y oficios tradicionales de Beratón. El primer paso fue la creación de esta Asociación, que a fecha actual, 2007, sigue en funcionamiento, siendo por ello una de las más antiguas de la comarca que sigue en activo. Beratón ha sido Ruta de Gustavo Adolfo Bécquer, quien ubicó allí alguna de sus narraciones ( La Corza Blanca).
Parto a Cuevas de Ágreda también pueblo de Soria, pasando por paisajes como la dehesa de Cueva de Ágreda compuesto de rebollos centenarios, desgraciadamente decido retornar a Calcena ya que el tiempo empeora y estoy a mucha distancia, por lo que decido emprender el regreso, y me comprometo a volver por estas tierras castellanas maravillosas, de regreso me sorprendió un chubasco que me caló hasta los huesos.
Las fotografías aparecen por orden de ruta.
Serafín Martín.
Fuentes propias y : www.beraton.com; http://soria-goig.com; www.guiapueblos.es
© Cheluy -Sera 2008