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Ruta.- 010. Morata de Jalón, Chodes, Arándiga, Nigüella, Mesones de Isuela, Tierga.
El 13 de enero de 2007 llego a Morata de Jalón, inicio de la ruta de hoy.
Morata de Jalón es una Villa de la provincia de Zaragoza, situada en el valle del Jalón, a 415 metros de altitud. Localidad correspondiente a la Comarca de Valdejalón.
Su población en 1998, era de 1.546 habitantes; en 1978, 2.076 habitantes.; en 1950, 2.726 habitantes.;y en 1900, contaba con 2.156 habitantes ,también comprende la entidad de población de Las Huertas.
Durante la Edad Media, se conocía como Morata de Iodes o Chodes, época en la que se ubicaba, cerca del lugar que ocupa la población actualmente, sobre el cerro de la ermita de Santa Bárbara, desde donde es posible contemplar una bella panorámica de la zona. De este asentamiento se conservan los restos de una fortaleza. Todavía se pueden apreciar algunos arranques de la muralla, de la que se conocían dos puertas: una, donde se encuentra el ayuntamiento y que conducía al palacio de Argillo o del conde de Morata; y otra, la más grande, en la actual calle Mayor Alta. Esta última, conocida como el "arco del portal", constaba de tres arcos y se mantuvo en pie hasta los años sesenta. La villa de Morata de Jalón fue lugar amurallado, como bien pregonaba el portal situado en la cabecera de la calle principal, que constaba de una puerta grande, con arco de medio punto, para acceso de carruajes, y de sendas puertas a los laterales, mucho más pequeñas, para la gente; todo en piedra de sillería, con remate de almenas. La construcción correspondía al siglo XIV y desde ella cabía contemplar la mejor panorámica urbana. Siguiendo lo que fue la Calle Mayor que ahora es carretera nacional y , que atraviesa el casco urbano de parte a parte, llegaremos hasta una plaza rectangular con un conjunto arquitectónico de una gran belleza , el conjunto cuenta con dos esbeltas torres una religiosa y otra civil.
La plaza está formada por los edificios de la iglesia parroquial, el palacio del conde de Morata y el Ayuntamiento con su torre del reloj. Sin duda es una de las plazas más singulares de Aragón, tanto por la grandiosidad del conjunto como por su estilo arquitectónico. El palacio renacentista de los Condes de Morata, fue construido a semejanza de los palacios italianos por el arquitecto Juan de Marca,
Predomina el ladrillo en la construcción, si bien en este caso se presenta «con zócalo y portadas de piedra arenisca de sillería con almohadillado rústico en los doseles de las portadas, pilastras de ladrillo de orden toscano, dos filas de balcones y alero muy volado sostenido por modillones de piedra decorados con atlantes y óculos para la iluminación de los desvanes superiores» (Abbad Ríos). En la fachada, sobre la puerta de acceso, se encuentra un tímpano encerrado en un frontón triangular muy decorado. Todo este maravilloso conjunto data de principios del siglo XVIII. Fue declarado Monumento Nacional en 1983.
La iglesia parroquial de Santa Ana se edificó en el siglo XVII y, al construirse el palacio, se le realizaron algunas reformas para incluirla en el conjunto, permitiendo que pudiesen seguirse los actos litúrgicos celebrados en el templo desde la vivienda.
La torre de la iglesia es de planta cuadrada, al igual que la del reloj municipal. La torre presenta el cuerpo inferior de planta cuadrada, construido en mampostería pero sus dos cuerpos superiores se convierten en octogonales y construidos en ladrillo.
El templo está dedicado a Santa Ana y consta de tres naves separadas por pilastras cruciformes. La decoración de la cabecera hasta la cúpula es de orden corintio, y el resto, toscano. Las pechinas de la cúpula ostentan los escudos de los condes de Morata.
Sobre el pueblo se eleva un pequeño monte con la ermita de Santa Bárbara. Desde ella es posible contemplar toda la panorámica urbana.
En 1550 fue nombrado primer conde de Morata de Jalón, Pedro de Luna, hijo de Jaime Martínez de Luna y Lanuza y de Catalina de Urrea e Híjar, nacido en 1492. Virrey de Aragón en 1540 y de Cataluña en 1554. Casó primero con su prima Marina de Lanuza en 1511 y luego con Inés de Mendoza en 1532. En 1550 eleva en Zaragoza su palacio familiar (actual Audiencia). Muerto en 1570 le sucede en el condado su hijo Miguel de Luna, de su segundo matrimonio, personaje poco ejemplar, virrey de Aragón, nombrado y destituido pronto por Felipe II. Le sucederá su hija Ana de Luna, casada con Antonio Manrique de Lara: residió poco en Aragón; recaerá el condado en su hija, Polonia de Luna, en 1642, nacida en Illueca; malbarató el patrimonio de la casa de Morata, vendiéndolo a Francisco Sanz de Cortes, primer marqués de Villaverde desde 1670.
Seguidamente me dirijo a Chodes por la carretera A-2302 .Chodes es una Villa de la provincia de Zaragoza y que dista de Morata 1’5 Kilómetros, Situada en el valle del Jalón, a 470 metros de altitud. Contaba con una población en 1998, de 126 habitantes.; en 1978, 200 habitantes.; en 1950, eran 504 habitantes.; y en 1900, 498 habitantes. Casi todo el casco urbano de Chodes se reduce a una singular plaza en forma de amplia circunferencia, con arcos de acceso bajo las propias viviendas. Este pueblo se construyó de nueva planta en la segunda mitad del siglo XVII por sus señores, marqueses de Villaverde y condes de Morata. Es, sin duda, la plaza más original de Aragón, en cuanto a arquitectura civil se refiere, con veintitrés casas, casi todas iguales, dándole forma. En la misma disposición se encuentran los edificios de la iglesia y de la casa consistorial. La plaza de Chodes fue construido por el arquitecto Juan de Marca el mismo que construyó el Palacio Renacentista de Los Condes de Morata.
La Villa de Chodes esta situada en la margen izquierda del río. Contó con un castillo defensivo para controlar el desfiladero del río Jalón, del que en la actualidad sólo queda un elevado paño situado al borde de un precipio de acentuada pendiente y a gran altura (Guitart Aparicio). A su pie estuvo el pueblo hasta el siglo XVII. En Chodes se unen los Ríos Isuela y Aranda para ir juntos al Río Jalón
Desde Chodes me dirijo a la Villa de Arándiga, que como las anteriores pertenece a la provincia de Zaragoza. Situada en el valle del Jalón, junto al curso del río Aranda, a 462 metros de altitud. Su población en 1998, era 524 habitantes.; en 1978, 778 habitantes; en 1950, 1.197 habitantes.; y en 1900, eran 1.121 habitantes. El casco urbano se orienta al mediodía. Las calles están llenas de pintoresquismo, en una de ellas se encuentra la puerta de la Villa, donde en una hornacina esta depositada una figura de San Juán, cruzando este arco hacia algunas de sus empinadas calles accederemos hasta el castillo. Pero el grueso de la población se ha situado abajo, junto a la carretera, en la hoya donde se unen los ríos Aranda y Jalón, que da origen a un valle de hermosas huertas. Pero mi objetivo principal es el castillo. En la ladera de una colina escarpada, con roquedales en lo alto entre los que emerge el castillo, recortándose en el firmamento con traza fantasmagórica. La subida al castillo no es nada fácil, nadie se ha molestado en facilitar el acceso, por lo que la ascensión al mismo entraña riesgo. Una vez que estoy en el castillo, tengo una panorámica maravillosa ya que a sus pies, se juntan los ríos Isuela y Aranda.
El castillo está construido en mampostería y tapial, típicamente militar. De planta rectangular acomodada a las irregularidades de la roca y con precipicios por casi todos sus lados.
A pesar de su impresionante aspecto, el castillo está en una situación de total abandono y a duras penas se tienen en pie los restos de dos torres y tres lienzos de muralla, desde el interior se aprecia perfectamente las almenas de estas. El origen del castillo es como consecuencia de La Guerra de los Pedros. (Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón).
El rey de Castilla llegó a conquistar casi todo este territorio de Calatayud, y concretamente Arándiga en 1363. El castillo fue de los Martínez de Luna, señores de Illueca y Morata. Ahora es propiedad del ayuntamiento. Me dirijo a Nigüella.
Entrando en Nigüella nos recibe la ermita
de San Vicente, que fue construida en el siglo XVIII, que corona el pueblo
desde una suave colina, desde la cual la vista del pueblo es magnifica.
Localidad de la provincia de Zaragoza, perteneciente a la Comarca de
Calatayud, situada en el valle del río Isuela. se alza en su margen izquierda
a 491 metros de altitud. Gentilicio: Nigüellano .En 1900 tenia una población
de 270 habitantes, en 1995 eran 136 vecinos y en la actualidad son 123
habitantes. La población es muy pintoresca, con sus casas colgantes, al borde
de unas peñas, sobre el Río Isuela. Su casco urbano se asienta en un barranco
que parte de la carretera, posee cierta particularidad al hallarse sus casas
prácticamente colgando del precipicio; Las casas flanquean calles estrechas y
sinuosas que serpentean para adaptarse a los desniveles del terreno que se
retuercen entre edificios altos. Sólo los pajares se alzan exentos junto a las
eras, que bordean como una aureola el casco urbano. El roquedo deja una
impronta muy fuerte en los paisajes del río Isuela. Las distintas clases de
roca dotan de formas y colores diferenciados no sólo a las vertientes: también
los pueblos deben buena parte de su aspecto al sustrato rocoso sobre el que se
asientan
La iglesia parroquial se encuentra en la parte baja del pueblo, con fachada de
ladrillo rojo. Existió un templo dedicado a la Visitación que fue derribado
hace más de veinte años por su inminente ruina, de estilo mudéjar. Según
cuenta la tradición, una cruenta batalla entre Pedro IV de Aragón y los
Unionistas hizo que la población quedase totalmente arrasada o lo que es lo
mismo no quedase “ni huella”
Nigüella ofrece una vista espléndida e
inolvidable: hay que descender hasta el río donde bajo los escarpes, donde
estuvo el antiguo molino del pueblo, han acondicionado un parque sombreado a
orillas del río .Paraje ideal en las calurosas tardes de verano.
Cruzo el río y, para dirigirme por la GR-90 a Mesones de Isuela, desde la otra
orilla contemplo el pueblo desde el otro lado.
Las casas, apretadas sobre la roca de cuarcita, brindan un espectáculo
magnífico.
Las casas, de tonos terrosos y minerales, forman un todo con la roca sobre la
que se asientan, contrastando vivamente su aspereza pétrea con la verdura
fresca de la vega que se extiende a sus pies. La GR-90 discurre por unas
huertas maravillosas que flanquean el Río Isuela , sin embargo esta GR que me
parecía tan maravillosa me aguardaba una sorpresa desagradable, no hay puente
sobre el río en Mesones. Debido al caudal del río me vi obligado a vadear el
río, con la bici al hombro, desde donde ascendí hasta la carretera en la
entrada a Mesones de Isuela.
Mesones de Isuela, Villa de la provincia de Zaragoza. Situada en el valle del río Isuela, afluente del Jalón, a 513 metros de altitud. Su población, según el Fogaje de 1495 era de 70 fuegos; en 1998, era de 388 habitantes.; en 1978, eran 520 habitantes.; en 1950, 781 habitantes.; en 1900, 615 habitantes. Sobre el río Isuela, tributario del Aranda, el caserío de Mesones se agrupa a los pies de su soberbio castillo roquero, una espléndida fortaleza que ocupa más de tres mil metros cuadrados de superficie.
La primera mención de Mesones data de 1128, cuando Sancha de Abiego lo donó a la Orden del Temple con sus “moriscos” desde 1175 hasta el año 1369, en que pasó a la jurisdicción del Arzobispo de Zaragoza, era uno de los varios de los señorios de Don Ferrando de Luna , cuyo último representante fue Don Lope Fernández de Luna (1362-1382) arzobispo de Zaragoza.
Mesones fue hasta 1610 un núcleo de población exclusivamente Morisco, tras el edicto de la conversión forzada decretada por Carlos I, en 1526 se construyó la Iglesia de la Asunción, seguramente sustituyendo a la Mezquita, de la que se conserva el cuerpo inferior del almirar.
En el momento de su expulsión en 1610 en virtud de un edicto de Felipe III la Comunidad Morisca de Mesones era de 200 fuegos con una población aproximada de 1000 moriscos
Desde la plaza, las calles se muestran en
cuesta, orientadas unas hacia el castillo y otras hacia la carretera. La
iglesia parroquial de la Asunción, tuve la suerte de poderla, visitar
construida a base de ladrillo, tapial y mampostería, tiene una hermosa torre a
los pies, de planta cuadrada y cuerpo superior octogonal, en la que resalta la
decoración a base de rombos. También la iglesia tuvo su origen mudéjar, cuya
primitiva construcción data del siglo XVI. Los retablos del interior son de la
misma época, a excepción del de Santa Lucía, que es del siglo XVIII.
Me dirijo al castillo y tengo la gran suerte de que este, está abierto y puedo
visitarlo, además el guía del castillo muy amablemente me acompañó y me enseñó
todas las dependencias explicándome los avatares de la construcción y del
porqué del posterior abandono ya que aunque parezca lo contrario el castillo
de mesones nunca se acabó.
El castillo de Mesones de Isuela fue uno de los varios señoríos de los Fernández o Ferrench de Luna, casa que tuvo su último representante en don Lope, arzobispo de Zaragoza (1362-82) capitán de la frontera de Calatayud. Al morir legó el lugar y castillo de Mesones, junto con otros señoríos, a su hermana Toda. Muerta ésta, pasaron por herencia a su sobrino Pedro Ximénez de Urrea.
El Castillo que es de propiedad municipal, es sin duda uno de los más importantes de Aragón, construido casi todo en piedra sillar a pesar de estar construido en el siglo XIV cuando triunfaba el ladrillo. Tiene seis torreones y su recinto rectangular, tiene unas dimensiones de 80 por 35 metros, está totalmente cerrado al exterior, tiene seis torreones circulares que nos hablan todavía de la que en tiempos fue una fortaleza inexpugnable. Abbad Ríos cita el origen, que posiblemente se remonte a los tiempos de Ramiro el Monje. En el interior ,más parecido al de un palacio que al de un castillo predominan los estilos gótico y franco-gótico, excepción hecha de la capilla, en la torre noreste, de interior cilíndrico y cubierta con una techumbre formada por pequeñas tablas policromadas con figuras de las llamadas de «limas de moamares». Su estructura es parecida a la que cubre la cabecera de la parroquieta de San Miguel, de La Seo de Zaragoza, aunque ésta es octogonal y totalmente dorada, mientras que la de Mesones de Isuela es hexagonal y está decorada con bellas pinturas góticas. En las noventa y seis tabicas se pintaron otros tantos ángeles con velones; algunos de ellos se han perdido, pero la techumbre ha recobrado su belleza después de la última restauración. Predominan los tonos rojos, azules y ocres, combinados con el oro, tanto en las túnicas de los ángeles como en los fondos; sus rostros son dulces y sonrosados, con cabello rubio; todos ellos tienen una factura idéntica. Completa la decoración un friso de dibujos vegetales y animales multiformes. Las armas del arzobispo don Lope Fernández de Luna, mecenas de esta primorosa obra, aparecen por toda la techumbre.
Estas pinturas, realizadas hacia 1380, tienen estrecha relación con los restos de un retablo procedente de la ermita de la Virgen, de Tobed, atribuidas a los hermanos Serra, y con los ángeles pintados en el interior de las puertas del tríptico-relicario del monasterio de Piedra; sin embargo, no puede afirmarse que los pintores fuesen los mismos. Como hipótesis puede adelantarse que en 1379, el arzobispo don Lope contrató a los pintores Juan y Nicolás de Bruselas para que trabajasen en su palacio; acaso estos pintores pudieran ser los autores de la techumbre de la parroquieta de San Miguel de La Seo y de las pinturas del castillo de Mesones de Isuela. Esta pieza, la única mudéjar en todo el castillo, está considerada por algunos historiadores como uno de los monumentos más hermosos de Europa. La imagen de la Virgen de los Ángeles corresponde al siglo XV. La capilla en cuestión continúa abierta al culto. Además de lo descrito, existe una nave barroca, añadida en el siglo XVII. Para mi sorpresa el guía me indicó que en el suelo de la sacristía de esta ermita había una trampilla y que si me atrevía a bajar podía visitar una cripta que se encontraba debajo, por supuesto acepte la invitación y descendí hasta ella.
También subí a lo alto de la torre del homenaje y pasee por sus murallas almenadas, desde donde contemplé el Valle del Río Isuela en dirección a Tierga la próxima localidad que quiero visitar.
Llego a Tierga, Villa de la provincia de Zaragoza. Situada en el Sistema Ibérico, en el valle del río Isuela (Jalón), a 632 metros de altitud. Su población: en 1998, era de 260 habitantes.; en 1978, 346 habitantes.; en 1950, 760 habitantes.; en 1900, 683 habitantes. El caserío de Tierga, a la izquierda del río Isuela, se eleva pintoresco hasta enlazar con las ruinas de su antiguo castillo. De hecho la ascensión hasta la cima donde se encuentra La iglesia parroquial del Siglo XVI, está dedicada a San Juan Bautista. Dentro del término municipal hay unos yacimientos de mineral de hierro.
Los Celtiberos celtas de Iberia, encontraron en este territorio en el Siglo II a. de C. un medio físico estratégico de paso a la meseta y un Valle, el Isuela, con grandes recursos naturales. Se situaron sobre una elevación de estructura alargada, en el solar actual de tierga, amparados por las ventajas defensivas del lugar. En el emplazamiento contó con dos fosos, uno de ellos tallados en roca caliza y laderas verticales en algunos puntos. Se trataba de un lugar idóneo, porque este punto ofrecía un completo dominio sobre la llanura aluvial circundante, vías de comunicación y buenas condiciones de habitabilidad del entorno, en el valle del Isuela.
La población de Tierga ha conservado el topónimo casi sin transformaciones y también su emplazamiento original. Desde la antigüedad, todavía continúa la explotación de las minas de hierro. Se identifica la Ceca de Tergakón o (Tertakúm) de la época celtibérica con Tierga. Debió de alcanzar la categoría urbana como polis autónoma, tal y como nos confirman sus emisiones de moneda, ya que acuño ases entre el 120 y el 20 a. de C. Uno de los recursos económicos principales de este poblado celtibérico sería la minería, responsable quizás de estas acuñaciones. La calzada romana de Tierga fue vía de comunicación y transporte. Se conservan tramos empedrados e incluso todavía son visibles las rodadas de carros que denota el desplazamiento de mercancías. Esta vía fue utilizada posteriormente durante la edad media como camino local de tránsito comercial y enlace entre los diferentes núcleos de Tierga, Oseja, Gotor, Illueca y Trasobares.
Hay que destacar el valor defensivo y militar de esta zona en la Edad Media y más concretamente en el S-XIV, con la Guerra de los Dos Pedros.
La Iglesia parroquial de San JUAN bautista se construyó en la segunda mitad del S-XVI, en piedra mampuesta y ladrillo que aúna con elegancia estética tardogótica, el acento mudéjar de su torre y el equilibrio renacentista de una galería que mira hacia el exterior. La esbelta torre mudéjar recoge en síntesis la cultura islámica y fue realizada por alarifes (maestros de obras musulmanes) La fachada aporta un equilibrio renacentista con una galería exterior formada por una sucesión de arcos de medio punto. Los contrafuertes adosados a la nave del templo y los aleros albergan como motivos decorativos los frisos de esquinilla que nos demuestra la impronta mudéjar. El interior es gótico tardío, con nave única, divididaza en cinco tramos con dos capillas laterales entre los contrafuertes, ábside poligonal y como elevado a los pies. La techumbre luce bóveda de crucería estrellada de complicado dibujo, donde cierra sus claves con rosetas de piedra. El templo medieval aunque desapareció en 1534, aún conserva algunos elementos; la pila bautismal, el retablo de San Miguel, en el lado de la epístola y una puerta hoy cegada, en la fachada norte. La ermita de la Virgen del Rosario es de estilo gótico. El templo parroquial corresponde al siglo XVI. Desde lo alto de Tierga echo una última mirada al caserío que tengo a mis pies y desciendo por sus callejones hasta la carretera, junto al Isuela que me acompañará de vuelta, en esta hermosa ruta.
Las fotografías aparecen por orden de ruta.
Serafín Martín.
Fuentes propias y www.mispueblos.es/aragon; www.aragonesasi.com/ www.enciclopedia-aragonesa.com.
© Cheluy -Sera 2007